Capítulo plus, el más largo (:
Mis latidos aumentan notoriamente una vez que mi hermano entra en el recinto de la casa de Jace.
—¿Qué te pasa, preciosa? ¿Te encuentras mal? —pregunta al verme tan inquieta.
—Sólo estoy nerviosa.
—Cuando quieras ir a casa, dímelo.
—¿Podrás conducir? —digo con burla.
—No te preocupes por eso. Tan sólo no te separes de mí.
—No me trates como a una retrasada delante de tanta gente, por favor —le ruego.
—Tranquila, preciosa.
Me muerdo los labios y miro la piel de mis piernas completamente erizada.
Mi hermano, al ser un invitado de algún modo especial, aparca su coche en el garaje de la familia de Jace. Ahora hay unos cuantos coches aparcados a las afueras de la casa y algunos otros dentro del jardín, pero nada demasiado exagerado.
Cuando bajamos, me ajusto mejor mi ropa y le dedico una sonrisa a Eric.
—¿Habrá mucha gente del colegio? —pregunto mientras paso mis brazos por su cintura.
—Estará todo el colegio —remarca, obvio.
—¿Por qué soy la única en no ser invitada nunca? —me quejo algo molesta.
—Tú siempre estás en la lista de invitados, peque. Pero yo no quiero que vengas a este tipo de cosas.— Lo miro indignada y abro la boca exageradamente.
—No me lo puedo creer, todos pensarán que soy una rarita —susurro para mí misma.
—No. Todos piensan que tienes mejores cosas que hacer que asistir a lugares con borrachos por todas partes y sexo salvaje en los baños.
Arrugo la nariz y apoyo mi cabeza en su pecho. Pienso en todas las veces que mis amigas me han insistido para ir a alguna de las más esperadas fiestas del año y en todas las veces que he rechazado la invitación por no tener el consentimiento de mi hermano. También me replanteo hasta qué punto Eric controla mi vida social.
Cuando empezamos a escuchar pasos y voces tanto masculinas como femeninas, Eric y yo nos colocamos el uno al lado del otro y entrelazamos nuestros dedos.
—¿Quién es esta? —grita una voz chillona.
Su dueña es una chica de poco más de metro y medio. Es una niña, mejor dicho. Va con unos pantalones cortos de tiro alto y un sujetador de bikini rosa fosforito que transparenta sus diminutos pechos apenas desarrollados.
—Soy…
—¿A ti qué te importa? —Eric me interrumpe y da un paso hacia adelante aún con nuestras manos entrelazadas.
—¡Sandra! ¡No me puedo creer que tú estés aquí! —Jared me sorprende cuando se acerca a mí totalmente borracho, su aliento apesta.
Abre sus brazos para que lo abrace, Eric se queja con un gruñido, pero me suelto de él y abrazo a Jared. Él suelta unas palabras ilegibles mientras me aprieta con fuerza, hasta que me quedo sin aire.
—¡Jared, me aplastas! —me quejo en un susurro.
Él me suelta rápidamente, haciéndome temblar al separarnos de una manera tan brusca que acabo delante de Jace. Noto la sangre acumulámdose en mis mejillas.
—Vaya… Hola —digo y sonrío tímidamente.
Él sonríe de lado y me recorre de arriba a abajo. Espero que se dé cuenta de que todo lo que enseño es para que lo vea él.
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¡Quítate las gafas! (NCAMH)
Jugendliteratur¿Qué pasa cuando la chica más bella, codiciada y popular del instituto es la hermana del chico más celoso y sobreprotector del mundo? N/a: cuantos más capítulos con esta marquita © leas, mejor para tus sensibles ojos. Portada hecha por: @Xxloca-dir...