Capítulo 12, parte 2.

2.5K 108 7
                                    

Por favor, si encontráis "Adrián" por alún lado, avisádmelo en un comentario.

-¿No crees que ya es suficiente?- pregunta en un tono meloso, el momento ha sido demasiado dulce para los dos. 

-Eso te lo tengo que preguntar yo a ti- contraataco intentando separarme de su agarre sin éxito.

-¿Suficiente de qué?- pregunta atrayéndome a su cuerpo.

-Suficiente de estar tú siempre el primero en todo- empiezo hablando con dificultad, ya que me esfuerzo en separarme de él que es mucho más fuerte que yo. -Suficiente de controlar absolutamente todo lo que hago- sigo, y al fin puedo alejarme de él cuando se distrae al mirarme con dolor en los ojos. -Suficiente de romper todas tus promesas. Suficiente de ser tan retorcido con los demás que no se parecen a nosotros. Suficiente de aprovecharte de que te quiero para que haga todo lo que tú desees. ¿Quieres que siga?- pregunto enfadada, jugando con el bajo de mis shorts para calmar mis nervios, tenerlo cerca no me ayuda a mantenerme firme ni a crearme mi propio criterio.

-No sigas. Voy a empezar yo-. Me amenaza con los ojos, cruzándose de brazos. -Se supone que me habías perdonado, se supone que me ayudarías en todo, se supone que todo iba a volver a ser como antes... me dijiste que no me odiabas, que íbamos a estar juntos en todo, que serías comprensiva conmigo. Me mentiste, y ayer me gritaste lo que de verdad pensabas se mí, y me duele saber que solo finges para que no me enfade. Además, al primer error que he cometido te has vuelto contra mí y te has sumado a tu madre.

Tomo el aire, intentando no llorar. Odio pelear con él, lo odio.

-Vale, ya me ha quedado más que claro lo que soy para ti. Solo te gusto cuando hago lo que quieres y te obedezco. Si me atrevo a ser yo misma sin preguntarte antes, me convierto en una mala hermana. No pienso ceder esta vez, Eric. Lo que te di la otra vez fue una oportunidad más, y la has desperdiciado. Creí que dejarías de montar esos numeritos de ayer: "oh, mi hermana es virgen y quiero que lo siga siendo para siempre, fuera todos, no quiero a nadie a su lado". Creí de verdad que te importaba lo suficiente y que empezarías a comportarte de buenas maneras con los demás, por mí. Confiaba en ti. ¿Por qué debo yo seguir preocupándome por comportarme a tu gusto, si tú pasas de mí y me prometes cosas por prometer?- acabo con la voz temblorosa, los ojos llorosos, y con él mirándome con los dientes apretados.

-Entonces, ¿aquí se acaba todo? ¿Me vas a dejar solo en esta? ¿No piensas ayudarme?- aparto la primera lágrima que se me escapa y me levanto para marcharme rápidamente. -¡Oye, espera!

-¡Déjame, idiota!- le grito cuando intenta tocarme.

-¿Se puede saber qué es lo que te pasa conmigo?- gruñe sujetando mis muñecas, para que no me pueda mover.

Respiro con dificultad y lo miro a sus enfadados ojos.

-Odio, odio realmente, que yo haga tanto y deje de hacer otro tanto para que tú seas feliz, mientras que tú me tratas como a un objeto, y siempre estás preocupado por mí pero para que te complazca y no por otra cosa. No puedo más-. Miro al suelo, donde están cayendo mis lágrimas lentamente.

-¿Ya te ha lavado el cerebro la zorra de Skylar?

-¡No insultes a mis amigas!- gruño intentando golpear su pecho, pero aún no suelta mis muñecas.

-Respóndeme. ¿Les estás haciendo caso a esas niñatas ahora?- Me acerca a él y me obliga a mirar hacia arriba, ya que sin tacones se nota mucho la diferencia de alturas. Suspiro ante su poca comprensión.

-Esas "niñatas" son mis amigas. Y tuve que haberles hecho caso cuando me decían que eras un obsesionado controlador y aún estaba a tiempo-. Suelto sin una pizca de remordimientos. -Ya no quiero esto, Eric.

¡Quítate las gafas! (NCAMH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora