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Contenido explícito.

-Dejame hacerte mio, quiero que seas sincero y demuestres que también me quieres como dices.-Zoro estaba demasiado cerca, el rubio podía sentir su respiración en su cuello y como le susurraba tales palabras al oído.

-Zoro nosotros estamos...

-Ya lo se, me lo recuerdas todas las putas veces que nos vemos.-dijo con fastidio.

Sanji quería hacerlo, pero sabía que no debía, tenía tantas ganas de entregarse a Zoro y que este también se entregara a el , pero tenía miedo de lo que pasaría después.

-Zoro, tu me gustas mucho...

-Y tu a mi.

-¿pero cómo se que no estás mintiendo?¿cómo se que después de esto no me volverás a dejar?

-Sanji, solo espero que estés consciente de que también estoy arriesgando mi matrimonio, al igual que tu estoy arriesgando muchas cosas más, ya habrá tiempo de explicarte, pero solo quiero que sepas que no voy a volver a dejarte.

Zoro veía como el rubio dudaba, no iba a presionarlo para que aceptara, Sanji era libre de decidir y decirle que no, pero rogaba por qué no lo hiciera.

-Estoy consciente de eso.-asintió varias veces.

Zoro tomo eso como un si, ya teniendo el consentimiento del rubio empezó a besarlo un vez más, lo llevó hasta la cama dejándolo caer ahí, mientras que estaba arriba de él frotándo su entrepierna con la del contrario.

-Antes de cualquier cosa quitate el anillo.-dijo el rubio.

‐¿esto?¿te molesta?-mostró el dedo donde llevaba la joyeria.-Ahora solo lo uso para aparentar.-quito aquel anillo dejándolo por ahí.

Se enderezó quedando sentado sobre sus rodillas en la cama, trataba de quitarse la camisa, mientras que Sanji desde abajo se mantenía acostado tratando de hacer lo mismo, sin poder quitarle la vista del trabajado cuerpo de Zoro.

Se le hacía agua la boca, quería pasar su lengua por todos esos músculos, sabía que estaba bueno, y al verlo sin camisa esa palabra le quedaba chica.

-Estas buenísimo...-dijo en voz baja pero el peliverde lo alcanzo a oír.

-¿Tu crees?-sonrió.

Las mejillas del rubio rápidamente enrojecieron.

-N-no es lo que quise decir.-dijo Sanji nervioso y el peliverde rio.

-Quítate eso.-dijo apuntando su camisa.

Sanji con movimientos torpes trataba de quitar los botones de su camisa, mientras que Zoro dejaba besos tiernos en su cuello, besos que empezaban a calentar su cuerpo.

El rubio logró quitar todos los botones dejando al descubierto su pecho, Zoro fue bajando hasta tocar con los dedos de sus manos los pezones rosados del cocinero.

-N-no, ¡agh!-gimio.

-¿no? ¿No te gusta?-lo miro.

-N-no, m-me encanta, no te detengas.-suspiro.

-Aunque me pidas que lo haga no pensaba hacerlo.

Saco su lengua pasándola por los pezones, empezando por uno y siguiendo con el otro, para Sanji ese sentimiento era nuevo, en cada parte que Zoro tocaba era una sensación diferente, más excitante.

Volvió a bajar pero esta vez a su entrepierna,también bajo de la cama ahora sus rodillas quedaron tocando el suelo y su cara muy cerca de la entrepierna del rubio.

COMPROMISO//ZOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora