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Varios meses habían pasado, y con eso el cumpleaños de cierto peliverde estaba mas cerca que nunca, y Sanji era el mas emocionado por eso, estaba más que feliz en prepararle una sorpresa.

El tiempo que llevaban juntos había sido perfecto, su relación iba bastante bien de echo, nada había cambiado desde el momento que se volvieron una pareja formal.

En una de tantas reuniones de amigos, Luffy habia presentado ante todo el grupo a su hermano mayor Ace, que había estado en otro país por cuestiones de trabajo, una razón por la que nunca lo habían conocido, pero sabían bastante de él gracias al pequeño pelinegro que les contaba miles de anécdotas.

Ace supo como integrarse al grupo rápidamente, se había llavado bastante bien con todos, pero especialmente se llevó mejor con Sanji, ambos se entendían perfecto.

Algo que noto Zoro, ya que este se sentía bastante ignorado por el rubio.

Tenía días en los que se pasaba metido en el teléfono por hablar con el chico de cabello negro y con pecas en sus mejillas.

Zoro lo sabía, ya que al estar juntos podía ver como su celular se ilumina cada que llegaba un mensaje, y no es por ser metido pero echaba un vistazo para ver de quien se trataba y siempre era el.

Últimamente ya no eran mensajes, ahora eran llamadas, en las que Sanji prefería contestar afuera ya que siempre salía al patio a contestar.

Todas esas cosas Zoro las había tomado como una señal y en su mente ya se habían cruzado miles de escenarios diferentes.


-¡Mi amor, saldré un rato ahora vuelvo!-Dijo mientras corría a la puerta.

‐¿que? ¿A donde...vas.-Dijo Zoro pero se quedó con las palabras en la boca ya que Sanji se había ido.

Zoro se asomo a la ventana pudiendo ver como se iba en un auto, un auto que no era el de el, pero no había podido divisar a la persona que lo conducía, el auto ya se había ido.

El peliverde no quería ser un lunático celoso, e imaginar cosas que no eran pero en su mente se cruzaban muchas preguntas por ejemplo ¿Porque no me dijo a donde iba? ¿O con quien iba? Y ¿porque iba tan deprisa?

Nunca había sido una persona celosa, pero ahora empezaba a experimentar lo que era sentir celos.

Horas después Sanji regreso a casa, traía unas bolsas en las manos, pero Zoro no presto atención a eso.

El peliverde mantenía la vista en la televisión de la sala que ni siquiera volteo a ver al rubio, pero si se dio cuenta que había entrado.

-¿dónde estabas?-pregunto aun sin verlo.

-Fui hacer unas compras, creí que estabas dormido.

-¿esperabas que estuviera dormido?¿Porqué?

-Crei que lo estarías, pero en fin, ¿tienes hambre? Puedo prepararte algo de cenar.-sonrió al sentarse junto a él, pero Zoro seguía viendo el televisor.

-¿puedo saber con quien saliste? No te llevaste tu auto.

-Oh, Ace se ofreció a llevarme a una tienda que acaba de abrir donde venden vajillas de porcelana con una bonita decoración, y aproveche para comprar algunas.

COMPROMISO//ZOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora