Tokyo no sería su primera vez en los Juegos Olímpicos de Namjoon. Su primera oportunidad fue en Río, tenía apenas 18 años y estaba encendido a fuego, un fuego que solo le permitía el ser joven e ingenuo, poco que perder y mucho que probar, osado, excitado y apasionado.
No era un Don Nadie, había estado en la cima del podio en varios Campeonatos Internacionales previo al encuentro Olímpico. Era conocido por hacer que cada movimiento tuviera su firma, por sus líneas espectaculares, habilidades complejas, y un control bestial sobre su cuerpo; sin embargo, nadie lo veía como un protagonista, no hasta que ganó un puesto para la competencia individual All Around con uno de los puntajes más altos de la noche; de repente había cámaras en su rostro y muchas miradas en su dirección
La competencia fue brutal, se midió contra un grupo fuerte de gimnastas veteranos y, después de realizar rutinas arriesgadas, se convirtió en el gimnasta más joven en ganar el All Around, el primer coreano en lograr la hazaña. Fue histórico, fue trascendental. Lo llevó a convertirse en el orgullo de una nación entera. Su nombre resonaba internacionalmente junto al de Simon Biles. Los medios lo amaban, las personas lo reconocían, los veteranos lo validaron. Un cuerpo joven que se sentía tocando las estrellas con sus propias manos después de mucho trabajo.
La felicidad y el orgullo enaltecedor duraron lo que tenían que durar, Namjoon se regocijó en eso por una estricta cantidad de tiempo, mientras la sombra seguida de la luz aparecía. Namjoon seguía siendo un joven inteligente que vio venir el peso de un trozo de fama y éxito como ese y se obligó a poner firmemente los pies sobre la tierra para no ser arrastrado. Fue puesto en un pedestal sin su autorización y lo obligaron a sostener el peso del mundo en presión sobre sus hombros, presión para permanecer en el lugar donde había sido colgado como una medalla.
Era más que deporte, era política y socioeconomía, era cualquier cosa menos Gimnasia. Era enfermizo. Diariamente debía recordarse a sí mismo porque estaba ahí. Estaba ahí por la adrenalina en sus venas cuando actuaba, estaba ahí por la Gimnasia. Dedicaba su vida a ella. La única a quién le debía su vida.
Aun así, era imposible desligarse de sus responsabilidades y para cumplir con ellas tenía que cubrirse en metales y aislar su sensibilidad, aparentar una falsa perfección y estar a la altura.
De Campeonato en Campeonato, reafirmó su estabilidad y fue elegido para liderar al próximo equipo Olímpico para ir a Tokyo. Un equipo que fue cuidadosamente armado para ganar una medalla.
Después de Río, donde quedaron fuera del podio en 4 lugar por apenas unas décimas, se acercaron a la meta más que nunca, por lo que pusieron todos los aces sobre la mesa para que Tokyo fuera el año. Namjoon y su equipo se preparaban física y psicológicamente, no solo para lo que se esperaba de ellos, sino también para lo que podía salir mal. En la Gimnasia no hay nada 100% garantizado.
Sin embargo, nada los preparó para un imprevisto de esa magnitud.
Namjoon usualmente no se alarmaba precipitadamente ante los escenarios que no había previsto, el ambiente competitivo y hostil en el que había crecido le había dado una mente fría, prematuramente madura, controlada. Y raramente lloraba, raramente sentía cualquier desborde de sensaciones en su pecho, raramente perdía el control de sus emociones.
Aún así, mientras veía la escena junto con los gritos lastimeros y los para-médicos, la burbuja de vidrio donde tenía todo bajo control se agrieto peligrosamente. Sintió sus ojos empañarse furiosamente y una lágrima tibia caer por sus mejillas antes de que pudiera evitarlo, limpiándola antes de que nadie pudiera darse cuenta. Todos en su equipo estaban alarmados y tensos; quizá porque uno de sus mejores atletas se lesionó, quizá porque vieron con sus propios ojos a su tibia empujar su piel como si quiera salir a la luz mientras el resto de su pierna estaba en una posición inhumana; quizá porque estaban a mitad de camino en los entrenamientos para los Juegos Olímpicos, probablemente por todas la anteriores.
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The one prize (I'd cheat to win) [namkook]
FanfictionEl equipo masculino de Gimnasia Artística de Sur Corea sufre la pérdida de un miembro antes de las Olimpiadas y un nuevo integrante altera su sinergia. Ahora no solo se enfrentaría a los equipos internacionales, también tenía que superar las grietas...