22: Nuestros pies son gasolina

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[Adjunte la final por equipos de Tokyo 2020 para cualquier interesado. 3 horas que valen la pena, honestamente. Cual equipo animas más?👀💕]

Despertó sintiendo cosquillas en todo su rostro y la primera imagen que tuvo fue Jungkook, su cabello desordenado en su frente, ojos gigantes, una sonrisa emocionada.

-Vamos, gigante, tenemos que salir de la cama -Jungkook tiró de su brazo.

-Mmh no, 10 minutos más -Tiró de él de vuelta hasta hacerlo caer en su pecho y lo abrazo perezosamente. Jungkook se dejó hacer con risitas, pero solo duró un par de segundos antes de volverse a levantar.

-Hyung, ya casi son las diez. Tenemos que competir a las seis, tenemos muchas cosas que hacer.

-¡Mierda! ¿Ya son las diez? -Se sentó en la cama de tirón y buscó su teléfono, efectivamente eran las diez. Ya tenían varios mensajes de los entrenadores en el chat grupal y mensajes de apoyo de su familia.

-Si te levantas ahora nos podemos duchar juntos antes de que los muchachos pasen por nosotros -Ofreció Jungkook de camino al baño.

Namjoon se apresuró en levantarse y atraparlo por la cintura, sin resistirse a una propuesta como esa porque el día era largo y estar lejos de Jungkook era una tarea que se volvía más difícil a medida que pasaba el tiempo.

Además, su concentración debía estar en punto y en un solo lugar apenas pusiera un pie en el estadio, debía sacar tanta sensibilidad de su sistema como fuera posible.

[...]

Namjoon tomó una profunda respiración y se vio al espejo por última vez, su cabello y maquillaje lucían bien pero no por mucho tiempo. La bandera de su país en el centro de su pecho se sentía pesada, la malla cuidadosamente asegurada a su cuerpo bajo el uniforme. Todo estaba listo ¿Pero él lo estaba?

La presión era un eco al final de su mente, la adrenalina la disimulaba pero no la eliminaba. Confiaba en su equipo, confiaba en sus habilidades, había pasado toda su vida preparándose para ese momento, no había nada de qué preocuparse. Pero la presión seguía haciendo un sonido chirriante en su oído cada vez que recordaba todo lo que estaba en juego y si lo ponía en una balanza...

Recuerda Río, recuerda no sentir más que vagos nervios junto con emoción pura, era diferente ahora. Ahora no podía distinguir la emoción de la ansiedad.

Se sobresaltó al sentir una mano en su cadera, entró al baño creyendo que no había nadie. Jungkook apoyo la barbilla sobre su hombro y le sonrió calidamente, una sonrisa que le devolvía el norte cada vez que se sentía perdido. Namjoon sonrió de inmediato como un reflejo.

-Te ves jodidamente sexy en esa malla, el dorado es tu color -Suspiró Jungkook moviendo sus manos sobre el pecho de Namjoon, quién sólo pudo reír, sospechaba que la atención del menor no se dirigía precisamente a la malla.

Namjoon alcanzó la mano de Jungkook para besar sus nudillos como una disculpa silenciosa cuando se alejo de su toque, no podía olvidar que estaban en un baño público junto a un pasillo atiborrado de atletas y a punto de competir. Jungkook lo entendió y se alejo también, con una sonrisa maliciosa que la daba escalofríos porque nunca le seguían ideas buenas.

-¿Que tal si hacemos un trato? -Preguntó el menor y ahí estaba.

-¿Ahora?

-Mhm, si ganamos una medalla me vas follar.

Namjoon se cruzó de brazos sin poder creer el nivel de osadía pero su balanza de presiones todavía tenía espacio, estaba seguro que podía incluir esta si no le hacía mucha cabeza. No había razón para seguir negándose a algo que había anhelado tanto y tenían un buen día de descanso después de la competencia, era una oportunidad para aprovechar, ganasen o no.

The one prize (I'd cheat to win) [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora