16: Gloria: Tokyo 2020

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El día siguiente tuvieron una agenda apretada, para Jungkook fue terriblemente difícil levantarse, el calor de las sábanas era perfecto, el pesado brazo de Namjoon alrededor de cintura era todavía más perfecto. Sólo lo hizo cuando Namjoon descubrió que estaba silenciando las alarmas y se levantó primero.

Fue un día muy movido, tuvieron una vanidosa sesión de fotos dirigida por la FIG con todos los gimnastas y más tarde, una con el Consejo Olímpico con mucha más gente. Almorzaron con el equipo femenino de Gimnasia y entrenaron en el Centro Nacional de Gimnasia con un horario exacto antes de que él equipo brasileño reclamara su hora. Terminaron el día con otra ronda de gimnasio común y la cita de spa que agendó Jimin en ese sitio lujoso en Shinjuku.

Tenían suerte de que las zonas horarias no eran muy diferentes y no sufrieron Jet Lag, Namjoon recuerda lo difícil que fue adaptarse a Río, solo lo hizo cuando los juegos terminaron. Aunque viajaron con más tiempo entonces. Esta vez, el viaje fue con el tiempo medido, mucho más ajustado. Sus eventos empezaban justo un día después de la ceremonia de apertura.

Para cuando llegó un muy necesitado día "libre" de recuperación para los gimnastas, era el día de la ceremonia de apertura, entonces no era precisamente libre.

Jungkook se levantó antes que la alarma chillara y Namjoon observó todo su entusiasmo y escuchó sus divagaciones con una sonrisa de adoración en su rostro. Le preguntó insistentemente sobre lo que debía esperar de esa noche pero Namjoon no respondió a ninguna de sus preguntas, solo le pidió disfrutar.

Esperaron ansiosamente a que los discursos de bienvenida y el izado de banderas acabaran para que el desfile de los atletas de todos los países participantes se desplegará por el estadio.

SeokJin tuvo toda su atención en el teléfono, intentando -sin éxito- conseguir a Yoongi dentro de los cientos de atletas vestidos con el mismo traje blanco y bufanda roja, que conformaban el Equipo Corea del Sur.

Jungkook brincaba sobre sus pies con una sonrisa tímida pero emocionada, tirando de la chaqueta de Namjoon cada pocos segundos para decirle un pensamiento nuevo susurrado al oído. Jimin armaba un alboroto con quien sea que estuviera a su lado sin importar cuantas veces lo mandasen a callar los organizadores y Namjoon se dedicaba a ver su alrededor con un picor de anticipación pero estando tranquilo.

Cuando fue su turno, los abanderados dirigieron sus pasos mientras se sumergían en el estadio y las cámaras enfocaban a su delegación. Jungkook saludaba con entusiasmo y observaba con ojos inocentes e impresionados todo, como si fuera un recién nacido abriéndolos por primera vez y Namjoon ponía eso sobre el resto de distracciones visuales en ese estadio.

El desfile fue emocionante y glorioso, el estadio estaba lleno del espíritu olímpico y diversidad cultural, los trajes de Latinoamérica siempre se roban el show. Sentía la emoción y el respeto del público, de los medios y de los organizadores traspasando su piel hasta inflar su pecho.

Mientras el resto de países desfilaba, tuvieron mucho tiempo para interactuar con otros atletas, hacer selfies y saludar al público. El entrenador Kang le dejó muy claro a Namjoon que debía ser juicioso y tomar la iniciativa con algunas autoridades. Así que lo primero que hizo fue acercarse, saludarles con respeto y tener alguna conversación sin sentido, solo para terminar con esa obligación.

Cuando volvió al lugar que ocupaba ninguno de su equipo estaba. Jimin ya se había unido al grupo de gimnasia femenina para chismear sobre los trajes tradicionales de cada país y sus uniformes. Seokjin dejó muy claro cómo pasaría su tiempo: recolectando los mejores atletas de esa noche; lo vio a lo lejos envolviendo con sus encantos a Rojas, una famosa atleta de salto triple venezolana, para sacarse una foto con ella.

The one prize (I'd cheat to win) [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora