29: What goes around comes back All Around

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Era una tarde fresca, su frescura era un especie de broma. Tal como ayer, seguía usando el uniforme coreano pero ya no tenía a su equipo a su lado.

No sabe con exactitud cómo llegó a tiempo cuando su cuerpo pesaba tanto, inercia supuso. El viento movía su cabello, veía a su manager frente a él mover los labios pero no escuchaba nada. Nada se sentía tan importante en ese momento y no había mucho en su cabeza, solo una cosa predominaba.

-Cambia tu expresión, Jeon, el mundo no tiene porque enterarse que estás cagado de miedo

Jungkook dejó los ojos en blanco, el odio sutil e implícito que sentía por el hombre había crecido exponencialmente. Había que culpar a tantas personas como fuera posible, odia a su padre, odia a su manager, está enojado con Daiki y consigo mismo.

Si la cadena de cosas que hizo en el pasado se iban a acumular inestablemente hasta caer, si iban a saltar por todos lados como astillas de vidrio roto cuando se deja caer una figura de cristal, si todo eso pasaría para que el pagase por todo lo que hizo ¿Porqué no podía recibir toda la mierda él solo? ¿Porque tenía que salpicar a Namjoon?

Fue tan estúpido, le dijo cada cosa que cruzó por su mente sin importar si lo lastimaba o no, mientras la primero que hizo Namjoon fue preguntar y escuchar sin interrumpir.

Ayer fue a la clasificación con una mentalidad tan infantil, si Namjoon tenía la culpa de su pelea, Namjoon debería cargar con las consecuencias. Hoy era diferente, él fue quien arruinó todo, Namjoon debería estar libre de todo esto, en cambio sufría por su culpa.

Por el rabillo del ojo, vio a Namjoon llegando. Bajó del auto con cuatro miembros de su equipo de cuidado. Su rostro era impasible y su mirada estaba fija al frente. Quiso llamar su atención pero su manager lo sostuvo fuertemente del brazo y lo volvió a él, se soltó con brusquedad pero se quedó en su lugar con descontento.

-Déjalo en paz, no creo que pueda recuperarse de ayer, y por eso estamos muy orgullosos de ti. Pero déjame decirte algo, tenemos millón y medio apostados a tu nombre esta noche, así que no puedes dormirte en los laureles con los demás.

Jungkook inhalo con fuerza, tenía náuseas. Asintió a todo para deshacerse de su presencia y al entrar al estadio, pudo respirar algo mejor. Su entrenador y su equipo esperaban por él, así que, se apresuró a meterse en los vestidores. Estaba lleno como siempre. Sin mirar a nadie, se cambió en silencio, moviéndose con lentitud. Estaba cansado, decir que durmió anoche sería una mentira, pasó la mayor parte de ella llorando en la cama de Namjoon en una incomoda posición, tal vez por eso se sentía tan irritado.

Miró en la pantalla de su teléfono el subgrupo de la primera rotación en Piso: Xiao Routeng, Nikita Nagornyy, Kim Namjoon, Daiki Hashimoto, Jeon Jungkook y Jackson Wang. Se preguntaba ¿Quién en el infierno armó este grupo? Pero solo eran los primeros seis según los clasificatorios.

-Hey -Saludó Nagornyy secamente, no podía soltar una sonrisa para salvar su vida, a menos que tuviera alcohol aparentemente. Jungkook respondió con un asentimiento rápido para evitar que viera sus mejillas rojas de vergüenza de tan solo recordar -Tienes...

Señaló el trozo de tela con su número de identificación, este colgaba de una de las esquinas. Jungkook suspiró cansadamente, haciéndose la idea de que tendría que desvestirse de nuevo para arreglarlo.

-Déjame ayudar -El ruso fue amable al arreglar los alfileres por él, aunque para ser gimnasta era torpe con sus manos y lo pinchó un par de veces. Le recordó un poco a Namjoon, Namjoon pudo estarlo haciendo.

Como un llamado mental, Namjoon salió de uno de los cubículos, mirándolos uno a uno un par de veces y finalmente bufó una risa amarga.

Habían muchos otros gimnastas en la sala, aún así, Nikita se animó a acercarse a Namjoon.

The one prize (I'd cheat to win) [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora