10: Flotando, Cayendo

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Namjoon estaba consciente de que ineludiblemente tenía que enfrentar sus sentimientos tan pronto como volvieran de Tokyo, sin importar el pánico y el miedo irracional que le causará, se lo debía tanto a Jungkook como a él mismo. Pero no había forma de que eso pasará en ese momento y aparentemente eso estaba bien.

A Namjoon no le pareció muy preocupante haberse adaptado tan fácilmente a el acuerdo tan inestable y abstracto al que habían llegado con Jungkook, después de todo, parecía haber devuelto la calma a su sistema nervioso y por más indefinido y complicado que fuera, hacía que ambos estuvieran en el estado mental adecuado y rendían igual o mejor que antes, por lo que, no tenía sentido echarle cabeza, estaba funcionando y era lo importante.

Jungkook también estaba radiante, era seguro que estaba funcionando para ambos. Namjoon se sentía más tranquilo si él también lo estaba, además tenía una gran debilidad por verlo feliz, lo descubrió poco después en el gimnasio:

—Por dios, ¿Que fue eso? Jamás lo había visto —Exclamó Jungkook después de verlo realizar su nuevo elemento. Con la boca echa una O, curioso y emocionado.

Namjoon mostró una sonrisa pequeña con orgullo.

—El próximo Kim I, Jeon-ssi —Explicó Lee, su entrenador personal, sintiendo mucho mérito. Namjoon sabía que diría algo relacionado al mérito que él tenía en ello pero no le molestaba en absoluto —Como sabes, la firma de Namjoon son las combinaciones complejas ¿Sabes por qué? Porque no existe un elemento que lo haga sentir lo suficientemente intimidado como para hacerlo solo, así que le dije ¿Porqué no lo haces tú mismo? Y mira nada más lo que resultó, yo sabía desde un principio que podía hacer algo como esto. Y al fin lo presentará en Tokyo

—Es impresionante, debe ser un G en dificultad, no creo exista una persona después de ti que vaya a ejecutarlo mejor que tú —Jadeo Jungkook. El entrenador asintió confirmando —¿Puedes hacerlo de nuevo? Por favoor, hyung —Suplico con una expresión que Namjoon no podía resistir.

Aceptó pidiéndole un minuto más para prepararse en la barra. Ejecutando el elemento con completo dominio. Jungkook dio uno vítores impresionado, podía confirmar que era tan suyo. Tan intrincado y sofisticado. Tan Namjoon.

—Estás loco ¿Qué demonios con tus brazos? Están tan lejos de la barra ¿Como es que no te caes?

—Me caía 90% de las veces, ahora me caigo un 10% diría yo —Se encogió de hombros Namjoon para después tirarse en las esterillas —Aún es bastante, tengo que minimizar el margen de error todo lo que pueda.

Jungkook lucía encantado.

—Eres un maldito genio ¿Lo sabías? A veces no pareces un humano —Dijo, sin importar cuánta gente había alrededor porque todos estaban de acuerdo.

Namjoon sintió sus mejillas y orejas calentarse, se lamentó de estar en público y con el entrenador a su lado, de lo contrario su reacción sería diferente. Los cumplidos no le afectaba demasiado, sino de quien venían.

—Lo soy, mantén el secreto —Guiñó juguetonamente, saltando de nuevo en la barra. Con el entrenador juzgando cada movimiento y metiendo sus manos para corregir sus posturas.

Jungkook peleó su propio sonrojó con una expresión de admiración, observando el resto del entrenamiento del mayor.

—Eres increíble, en serio —Repitió cuando Namjoon volvió a dejar el aparato, jadeante pero satisfecho.

—Gracias —Respondió Namjoon con una risita, intentando mantenerse lo más normal posible —¿Quieres aprenderlo?

—¿En serio? —Jungkook se iluminó, una gran sonrisa tierna en su cara. Namjoon tenía tantas ganas de besarla, darle cualquier cosa, pero seguían en medio de un gimnasio lleno. Se limitó a sacudir su cabello cariñosamente.

The one prize (I'd cheat to win) [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora