18: Perdiendo los pilotos

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[N/A: Mi capítulo favorito hasta ahora]

El día antes de los clasificatorios de gimnasia, el grupo de siete atletas lograron reunirse a cenar entre entrenamientos, competencias y compromisos mediáticos.

Como siempre, Jimin, la cabeza de logística del grupo, había reservado con antelación en un restaurante de moda entre los atletas que hacían turismo, El Four Seasons en Shibuya Sky.

El lugar encapsulaba un ambiente sofisticado y elegante que, siendo sinceros, no encajaba del todo con ellos pero estaban ahí por las impresionantes vistas panorámicas de Tokyo y la comida de fusión francesa y japonesa que SeokJin aseguraba que eran lo mejor que degustarán en sus insulsas vidas, dicho amablemente.

Habían pocas mesas en rincones estratégicos con los ventanales y consiguieron una que daba al Monte Fuji después de que Taehyung le hizo una especie de cara a la mesera porque sentarse de lado al cruce Shibuya lo pondría nervioso y eso fue suficiente para que la mujer sucumbiera y les diera otra mesa. Los chicos le aplaudieron con impresión y Jimin resopló en silencio, porque todo lo que hacía el tenista le molestaba pero sería estúpido si se quejara esta vez.

Después de ordenar combinaciones de foie gras con miso –Solo Dios y SeokJin sabían lo que significaba eso- y ternera con salsa de wasabi, Jungkook le dio una larga e intensa mirada a Namjoon que lo hizo ahogarse con el agua y disculparse atropelladamente.

Jungkook bajó la vista con una risita silenciosa y lo miró de nuevo de esa manera antes de señalar el baño con movimiento de cabeza, finalmente sus pensamientos hicieron click.

—Voy a lavarme las manos —Anunció levantándose de la mesa después de darle una mirada de reojo a Namjoon.

—Yo voy contigo- a lavarme las... manos.

A nadie en la mesa le importo en lo más mínimo, demasiado ocupados recibiendo la clase magistral de Taehyung en cómo lucir adorable hasta conseguir lo que quieres, incluso Jimin escuchaba.

Intentaron mantener una distancia prudente mientras se dirigían al baño de caballeros, cruzándose con algunas caras conocidas, como era de esperarse, atletas de otras disciplinas. Antes de que pudieran llegar, tan cerca de entrar y probar los labios ajenos después de un día largo de contenerse en el gimnasio, una pequeña y dulce voz los detuvo.

—Namu

¿Un que? Jungkook se dio la vuelta para ver a Namjoon abrazando a la gimnasta del equipo japonés, era como una risa del universo en su cara.

—Sayuri, que lindo verte. Cuanto tiempo —Jungkook se quejó internamente, Namjoon era demasiado amable para su propio bien.

—Desde los Campeonatos asiáticos. Te extrañamos durante los juegos de Invierno —Sonrió ella, batiendo sus pestañas coquetamente. Jungkook tuvo una falsa arcada.

—Fue una lástima, pero estoy aquí ahora —Respondió Namjoon, casi demasiado amable. Jungkook empezó a sentirse tan fuera de lugar —Si podemos iremos a verlas en la final, se que lo harán de maravilla.

—Amaría verte ahí —Respondió ella con una voz sedosa —Y ya sabes, puedes llamarme si tu... hmm, necesitas compañía. Te puedo mostrar lugares bonitos en Shinjuku, o podemos quedarnos en la Villa. Estoy abierta a todo.

Jungkook se ahogó con su propia saliva, preguntándose si acaso nadie notaba que estaba allí parado tras ellos. Solo podía ver la espalda de Namjoon y sentir la boca de su estómago arder esperando la respuesta de Namjoon tanto como la japonesa.

—Ah —Río con incomodidad —¿Está bien? Lo... consideraré.

El corazón de Jungkook cayó a sus pies e intentó recogerlo y meterse al baño solo, solo y traicionado.

The one prize (I'd cheat to win) [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora