4: Korbut, el salto de muerte.

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No fue cosa de la noche a la mañana pero la actitud que Jungkook tenía hacía ellos empezaba a cambiar notoriamente, era mucho más natural y afable, empezaba a abrirse con cuidado, lento pero seguro, y parecía disfrutar genuinamente su compañía.

Eran un equipo que frecuentemente salían fuera de los entrenamientos, a Jungkook no parecía molestarle porque seguía aceptando sus invitaciones. Iban a comer o agendaban sus masajes juntos, en ocasiones Jin los invitaba a su casa a jugar videojuegos, al menos por eso iba Jungkook, Jimin y Namjoon solo iban a usar su silla masajeadora y aprovecharse de su jacuzzi. Jungkook incluso invitó a Jin a trotar por las mañanas luego de saber que tenía algunos problemas con la resistencia.

Definitivamente iban a algún lugar y este cambio positivo hacía que Namjoon se sintiera increíblemente aliviado.

—¿Ya te vas, capitán? —Lo atrapó un día con el bolso deportivo a cuestas, a punto de irse. Seguían llamandolo capitán pero ya no de manera burlista, sino más... cariñosa—¿Tienes un momento? Quiero que veas algo y me des tu feedback

Namjoon aceptó sin dudarlo, contento de que quisiera involucrarlo. Lo siguió hasta la barra horizontal, Jungkook despidió al entrenador que lo asistía, diciendo que después de esa demostración se iría y Namjoon le aseguro que cuidaría de él para que pudiera irse con tranquilidad. Era tarde, en el gimnasio solo quedaban ellos.

—¿Ayuda? —Pidió Jungkook con los brazos extendidos hacia la barra.

Para Namjoon era obvio que no necesitaba ayuda pero aun así, puso las manos sobre su cintura, sorprendiéndose de que al tacto más pequeña de lo que parecía. La apretó sintiendo un cosquilleo en sus manos y le ayudó a subir.

Subió unos pasos en una escalera de lado a una de las barras y sostuvo un tubo de material acolchado que envolvería la barra cada vez que Jungkook saltaba, en caso de que cayera sobre ella.

Jungkook supuestamente quería su opinión como el especialista en barra que Namjoon era pero Namjoon tenía la impresión de que solo quería mostrar un poco, después de todo, Namjoon fue quien lo subestimó al principio.

—Sé más cuidadoso en el Kovac, parece que esperas demasiado para hacer la desconexión.

Poco después lo repitió a la perfección.

—Estás en punto, Jungkook-ah, lo estás haciendo muy bien

Jungkook dejó de girar deteniéndose en el medio soltándose de la barra, con las mejillas enrojecidas con cansancio pero una sonrisita orgullosa en sus labios, Namjoon lo encontraba adorable.

—Lo sé, pero tener tu aprobación es... alentador —Dijo jadeante.

Namjoon se cruzó de brazos con una risita, lo sabía desde un principio y le encantaba saber que ya lo conocía lo suficiente para predecir esas cosas.

—¿Quieres ver algo más? —Preguntó Jungkook, sonando raramente como un desafío, Namjoon levantó una ceja —Si no me sale bien, pago la cena. Si me sale bien, tu la pagas

—¿Ahora estamos yendo a cenar? ¿Y si estuviera ocupado?

—Solo mira

Jungkook se tomó su tiempo para, literalmente, pararse sobre la barra horizontal. Namjoon estaba apunto de decirle que bajara de allí y no tentara a su suerte pero antes de abrir la boca Jungkook ya había hecho un mortal hacía atrás y vuelto a sujetarse en la barra. Era un salto ridículamente peligroso y de gran precisión y coordinación, un centímetro afuera y podría haber caído sobre la barra o de cabeza. Namjoon sintió como su alma dejaba su cuerpo y volvía a él por una fracción de segundo.

—¡Maldita sea, Jungkook! ¿Perdiste la cabeza? —Exclamó con una mano en el pecho, escandalizado —Eso está prohibido por la Federación por una razón, no puedes hacerlo cuando no tenemos más que unos colchones debajo. Pudiste hacerlo sobre la fosa al menos, por dios

Jungkook volvió al suelo completamente cansado y divertidísimo por la reacción de Namjoon quién parecía querer asesinarlo y protegerlo al mismo tiempo. Namjoon lo siguió.

—¿Dónde está mi felicitación? —Se quejó después de pasar rato riéndose ganándose una mala mirada del mayor.

—Gran trabajo, suicida, estuvo increíble. Vamos a pagarte la cena antes de que te lesiones y te vayas a la mierda como nuestro último compañero quien, por cierto, ya no tiene la seguridad de poder competir jamás —Respondió Namjoon fuertemente, dándole la espalda para recoger su bolso y la calleras que Jungkook tiró por ahí.

—¿Te preocupas, en serio? —Namjoon lo miró con el ceño fruncido y los ojos bien abiertos como sí no pudiera creer que lo había puesto en duda. Jungkook sonrió, esta vez apenadamente —Lo siento, seré más cuidadoso

Namjoon asintió volviendo a la tranquilidad, lo despeinó cariñosamente y lo ayudó a ponerse en pie.

—¿Cuándo lo aprendiste?

—A principios del año pasado, después de una competencia en Alemania, me tomó como 3 meses —Namjoon jadeo con impresión —¿Quieres que te enseñe?

—De ninguna manera, no gracias —Jungkook volvió a reír —¿Qué quieres comer?

—Quiero pollo frito —Namjoon abrió la boca para decir algo pero Jungkook lo detuvo —Y te voy a explicar todas las razones por la que la grasa es buena los jueves

Namjoon estaba listo para burlarse y poner toda clase de peros y, aún así, terminar comprando pollo frito a costa de su dieta. Sin embargo, el teléfono de Jungkook sonó en su bolso.

—Ya vuelvo, debe ser mi manager.

—Está bien, buscaré el auto mientras recoges y te duchas ¿Nos vemos afuera?

—Okay

Jungkook volvió mucho más rápido de lo que pensó y ocupó el asiento del copiloto. No parecía haberse duchado pero usaba otro conjunto deportivo oscuro y un semblante diferente de hace minutos. Más serio, decaído, y algo más en sus ojos, no sabría decir que era.

—¿Pasó algo?

—Discúlpame, olvidé que tenía otro compromiso ¿Podemos dejarlo para otro día? —Jungkook lucía apenado y decepcionado, es decir, hizo todo ese salto Korbut de la muerte para conseguir ese pollo, en vano. Namjoon también se sintió decepcionado pero asintió con tranquilidad.

—Claro, no tengo problema ¿Está todo bien?

—Si, ya sabes, responsabilidades ¿Podrías llevarme a la estación del metro? Por favor. Si no es mucha molestia.

Namjoon asintió nuevamente, aunque estaba en dirección opuesta a su departamento.

— Te agradezco por cumplir tu palabra —Dijo Namjoon un par de calles después. Jungkook lo miró extrañado —Darle una oportunidad al equipo

—Ah, no es tan malo como creí —Respondió Jungkook, restándole importancia —Ustedes son diferente a lo que esperaba —Confesó como si le costará sacar eso. Bajó la mirada a sus manos, jugando con ellas —Me hacen sentir cómodo y motivado así que... si, no es tan malo como creí

—No te haces una idea de lo mucho que me alegra escuchar eso —Fue lo único que Namjoon respondió pero tenía una sonrisa grande, hoyuelos definidos, lo contagió un poco y Jungkook sonrió tímidamente.

Llegaron a la estación en un abrir y cerrar de ojos, Jungkook agradeció largamente, como si no quisiera irse pero finalmente bajó y se perdió entre las personas rápidamente. Namjoon condujo hasta su casa aún con esa sonrisa boba, sintiéndose inexplicablemente feliz.

The one prize (I'd cheat to win) [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora