2. La chica que piensa

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Padre estaba muy contento y yo sabía perfectamente por qué.

Anastasia se había ido.

Quiero decir, no se había ido de casa, papá la había enviado fuera.

Madre estaba más callada y decaída de lo normal.

Eso me pareció curioso.

Mientras que padre estaba de un genial humor, mamá se pasaba todo el día en la habitación. Además de que yo misma la había oído sollozar cuando pasaba por la puerta del cuarto.

Anastasia no estaba nada contenta con la idea, me aseguró que papá solo quería tenerla lejos.

¿Dos personas tristes contrarrestan el hecho de que una esté feliz? Yo pensé que no.

También llegué a la conclusión de que padre solo estaba mejor cuando nosotras estábamos peor.

Lo que me llevó a la siguiente pregunta: ¿Padre era realmente malo? ¿Tenía Anastasia razón?

En el colegio aprendí que las malas personas son las que se aprovechan de las desgracias de otras personas y eso es lo que hacía mi padre con Anastasia. ¿Eso significaba que era mala persona?

Empecé a pensar que sí.

Empecé a fijarme bien en él y en lo que hacía, dispuesta a encontrar las respuestas a mi pregunta.

Padre pasaba todo el día en su despacho, solo salía a comer y a cenar. No hablaba con mamá y eso parecía ponerla más triste.

Y a mi ni siquiera me miraba.

La nueva obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora