73. 's room

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Narra Aly

Era fin de semana, ya estábamos en Ciudad de México y a Diego se le ocurrió una magnífica idea de pasar el día, hacer compras para el cuarto de nuestro bebé.

Al primer lugar al que fuimos, fue a comprar la pintura para su recámara.

—Quiero que sea algo neutro— le dije viendo la tabla de las diferentes pinturas que había.

—Si, leí que muchos colores sobre estimulan al bebé— Diego estaba haciendo un excelente papel de papá desde el día uno, comenzó a investigar sobre todo lo bueno y lo malo del embarazo, así como también comenzó un libro sobre una buena crianza, era tan tierno.

—¿Qué te parece este?— le señalé un color champagne.

—Es muy bonito y siento que quería muy bien con éste— señaló el color Cookie Dought— O incluso con éste— señalo un Nude Beige.

—Muy buena elección.

Después de comprar los tres botes de pintura, fuimos al centro comercial a comprar su cuna, la carriola, la tina de baño, ropa y otras cosas.

—Esta está perfecta, para ti y para ella— habló Diego señalando una carriola.

—¿Ella?— volteó a verme como si lo que hubiera dicho, hubiera sido inconscientemente.

—Si, bueno, se que aún no sabemos si es niño o niña, pero no se porque ahora siento que es niña.

—¿En serio?— sonrió y asintió— Yo siento que es niño.

—Solo es para llevarme la contra, ¿verdad?— me abrazó y reímos.

—No, es cierto, siento que es niño.

—Bien, haremos algo, si es niño tú escoges el nombre, y si es niña, yo lo haré.

—Bien, me parece un trato justo— entramos a la tienda de carriolas y cosas para bebé— Pero debe haber reglas en esto.

—¿Qué reglas?

—Que sea un nombre original— vi el precio de una carriola algo espaciosa— Es decir, un nombre que no tenga nadie de tu familia, ni del equipo.

—Bien. ¿Algo más?

—Que se escuche bien para un bebé y también para cuando sea mayor. No querrás llamarla Lourdes cuando tenga un mes de edad— reímos.

—Bien, también estoy de acuerdo con esa.— tomó algunos bodys de color nude y blanco— Yo tengo una, nada de nombres de ex parejas o algo parecido.

—Creo que esa era obvia.— reí.

—Si, bueno mi tío Arthur le puso Amanda a su hija por un viejo amor que tuvo.

—¿En serio?

—Si, mi tía cuando se enteró, casi le da un infarto— reímos.

—Bueno, eso no pasará aquí— me acerqué y puse mis manos en sus hombros— Dudo que quieras llamar Frida a tu hija.

—O tu Hector si es niño— reímos sonoramente, y nos callamos al darnos cuenta.

—Pobre bebé.

—Para niña, me gusta el nombre de Victoria.

—Es un nombre muy hermoso, me gusta.—A lo lejos vi nombres hechos de madera, para decoración en la recámara de tu bebé.— Mira, podemos darnos alguna idea aquí— lo llevé a donde estaban todos los nombres.

—Victoria me gusta mucho, pero este nombre también me gusta— me señalo el nombre de "Marina".

—También me gusta, es bonito, me recuerda al Mar.

—O podría ser Mar, solo así, Mar.

—Esta mejor.— observé los nombres de niño y hubo uno en especial que llamó mi atención — Si es niño, quiero que se llame Alexander, ¿que opinas?

—Es algo largo, pero me gusta, podríamos decirle...

—Ander— dijimos los dos al unísono.

—Si, me gusta preciosa.

Pagamos la ropita y la carriola que habíamos comprado, junto con la tina de baño.

Fuimos a ver más muebles para su ropa, algunos juguetes, peluches y decoración. Estaba exhausta.

—Creo que es suficiente por hoy— dijo Diego.

—¿Por hoy?— reí— Creo que tiene suficiente para un año— le dije sarcásticamente.

—Será el bebé más consentido.

—No, no lo permitiré— reímos.

Llegamos a casa, y pusimos manos a la obra. La habitación que estaba vacía, la limpiamos muy bien y comenzamos a pintarla de los colores nude que compramos.

Una vez que se secó la pintura, metimos los muebles, tendí la pequeña cuna con sábanas blancas, puse algunos peluches ahí como decoración.

Terminamos todo a las diez cuarenta y cinco de la noche, ambos estábamos agotados y hambrientos, le tomamos tanto tiempo a esto, que nos olvidamos de cenar.

—Es perfecto— le dije con una sonrisa viendo el acogedor lugar.

—Es perfecto— le dije con una sonrisa viendo el acogedor lugar

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—Estoy seguro de que le va a encantar— me abrazó.

Pedimos hamburguesas para cenar, mientras veíamos la película de Black Phone, una de mis favoritas.

Y así, terminamos este agotador, pero perfecto día.

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¿Les gustó la recamara? ¿Creen que sea niño o niña?

Amor prohibido [Diego Lainez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora