Narra Aly
Estábamos a días de la boda, ¡No podía estar más emocionada!
Todo estaba listo, las invitaciones se habían enviado, la decoración, el vestido, el traje, los tacones, ¡todo!
Todo pintaba para que saliera perfecto y de verdad así esperaba que fuera.
***
Narra Hector
Estaba montado en un avión rumbo a otro continente, después de que Alonso y yo encaramos a Frida y la verdad salió a la luz, supe que no debía quedarme más en España sintiéndome estancado e incompleto.
La iba a buscar y se que suena como una completa locura, tal vez lo es, pero algo me dice que debo hacerlo, tal vez me acepte, no lo se.
El vuelo duró doce largas horas.
Al encontrarme en el aeropuerto de la Ciudad de México, me sentí pequeño y perdido, ¿dónde comenzaría a buscarla?
Tomé un taxi y fui a uno de los tantos hoteles que había en la ciudad. Tomé una ducha larga para relajarme, aunque no me sirvió de nada, en mi mente solo se repetía ¿dónde la buscaría? ¿Qué va a decirme? ¿Me rechazará? ¿Llegaré a tiempo antes de la boda?
Ninguna de mis preguntas tenían respuesta y me aterraba, pero ya estaba aquí, no era momento de echarme para atrás.
Después de una larga ducha y una larga siesta, desperté a las siete de la noche, no sabía que hacer, así que me puse algo para salir a la calle, busqué en mi celular algún estadio cerca, el más cerca fue un estadio llamado Azteca, así que fui caminando, estaba a cuatro cuadras.
Una vez ahí, había mucha gente, demasiada, tenían puesta la famosa playera verde de la selección mexicana, supuse que jugarían hoy, y si jugaban hoy significaba que Aly estaría aquí.
Me puse muy nervioso.
—Hola, oye una pregunta— me acerqué a un chico que también tenía la camisa de la selección—¿Hoy hay partido?— quise estar 100% seguro.
—Si, es un partido amistoso contra Canadá.— un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentía mis mejillas arder. Había un 80% de posibilidades de que la viera.
Me quedé esperando aproximadamente media hora en lo que llegaban los jugadores. Una vez que llegaron, los vi salir del autobús.
El último en salir fue Diego y siendo honesto, no sentí algo bueno al verlo, quería romperle la cara por robarme lo más preciado que tenía en la vida, pero todo ese sentimiento se fue cuando la vi salir a ella, ahí estaba, mi mente se puso en blanco en milésimas de segundo, mis manos temblaban, después de tanto tiempo.
No tenía entradas, así que me quedé afuera del estadio a que salieran.
Las dos horas pasaron rápido, agradecía que no estuviera lloviendo, vi a los jugadores y a Aly ir de nuevo al bus.
Tomé un taxi y le dije que siguiera al bus. Los llevó hasta un punto es específico, todos salieron del bus y cada quien se fue a su respectivo auto, estuve atento para ver en que auto se iba Aly, al parecer se fue con su padre.
Le di instrucciones al taxi y los siguió, llegamos hasta su casa. Fue mucho más fácil de lo que imaginé.
Ahora que ya sabía dónde vivía, iba a esperar la oportunidad de encontrármela para decirle todo lo que siento.
***
Habían pasado dos días desde que seguí a Aly hasta su casa y creo que ya era momento de hablar, aunque los nervios me carcomen y por eso había esperado hasta hoy, creo que ya era hora. Estaba decidido.
Me duché y me vestí de una forma presentable, pues después de tanto, la vería.
Decidí irme caminando hasta su casa, quería calmar mis nervios.
Estaba a una cuadra de su casa y vi a una chica sentada de espaldas en una cafetería al aire libre, su cabello que lo podría distinguir a miles de kilómetros y entre una multitud de gente, era ella, estaba seguro.
Creo que era mi oportunidad de hablar, estaba sola y que mejor que hacerlo en un lugar ameno como en una cafetería.
Me decidí a entrar y la vi de frente, si era ella, pero no me vió, tenía la mirada agachada, pues estaba leyendo un libro.
Mi cuerpo tembló, pero aún así me acerqué a paso firme.
—¿Aly?— le dije como si me la hubiera encontrado por casualidad. Ella me miró muy sorprendida, pero no dijo nada, ni siquiera una sonrisa se escapó de sus labios— ¿qué haces aquí?— le pregunté como un viejo amigo.
—Ah— tartamudeó, parece que nunca pensó verme en México— Nada, solo estoy alejándome un poco de todo.
—Que sorpresa, hace tiempo que no te veo. ¿Puedo sentarme?— seguía mirándome sorprendida. No dijo que si, pero tampoco dijo que no, así que me senté frente a ella.
—Ha pasado mucho tiempo.
—Si, demasiado.
—¿Qué haces aquí? ¿De paseo con tu novia?— lo dijo con un tono de burla, cosa que me hizo sentir mal.
—Eh, no, lo de nosotros termino hace... terminó— que incomodó— Bueno, no tanto terminar, nunca tuvimos nada, solo fue, bueno tú sabes, nada en realidad— comencé a hablar rápido por los nervios.
—Esta bien— soltó una carcajada sarcástica — No es como que me importe.— eso me dolió.
—En realidad estoy aquí por algo mucho más importante.
—Oh, si debe ser. No creo que hayas viajado aquí solo por...— la interrumpí, necesitaba decírselo ya.
—Por ti— me miró, era una mirada fría, no como las que me dedicaba antes.— Tal vez creas que estoy loco, pero viaje hasta acá por ti, solo para decirte que sigo completa y estúpidamente enamorado de ti.— seguía sin decirme nada— Se que te vas a casar con Lainez, y por eso me apresuré a venir y a decirte eso, porque quiero estar contigo Aly, me harías el hombre más feliz si decidieras quedarte conmigo. Me arrepiento por lo que hice en el pasado, no tengo ninguna excusa para eso, pero tú también fallaste, si nos damos otra oportunidad te juro que será diferente, será mejor, prometo hacerte la mujer más feliz del mundo, si quieres que nos quedemos en México, cerca de tu familia, así será, no pondré peros, incluso si quieres seguir siendo amiga de Lainez, no importa, no importa nada, solo el que estés conmigo.— me miraba, pero igual no decía nada— Aly, pero dime algo.
—No se que quieras que diga exactamente, pero creo claramente no es lo que quieres escuchar. Amo a Diego, lo amo como a nadie, pasado mañana es nuestra boda y estoy muy feliz por eso, tu y yo ya no tenemos futuro, dudo que en algún momento lo hayamos tenido— sacó algo de su cartera y lo puso en la mesa— Si me disculpas, me tengo que ir.
La vi salir de la cafetería, aún estaba procesando lo que acababa de pasar, pero no podía dejarla ir, así que salí del lugar corriendo y fui hacia donde estaba, hice que volteara delicadamente.
—Por favor no hagas esto Aly, yo te amo— mis ojos se cristalizaron.
—Lo siento, yo no y tampoco quiero tener problemas con Diego si se entera de que conversamos. — me miró directamente a los ojos— No me busques— habló decidida, dió media vuelta y siguió su camino.
Y así, la vi irse de mi vida para siempre.
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Amor prohibido [Diego Lainez]
Fanfiction-Por ti renunciaría a todo lo que soy... #1 en "america" 5/11/21. #1 en "Diego Lainez" 18/08/22.