D o c e

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Desperté muy temprano, miré en el reloj de mi muñeca y no eran más de las cinco am, aun no salía el sol, pero quería evitar a toda costa a Scott, por alguna razón me sentía expuesta ante él, tenía la sensación de que ya sabía algo sobre mí, me aterraba el solo hecho de pensarlo, así que en puntillas salí de la habitación armario y corrí por el pasillo hasta el otro extremo, abrí la puerta con suma delicadeza y una vez afuera caminé sin saber a dónde dirigirme, intentando recordar por donde habíamos venido en el auto de Jack.

Vi un taxi y le silbé con fuerza, para mi fortuna se detuvo, le di la dirección de la residencia y al llegar me sentí mucho más tranquila, respire con tranquilidad al pisar nuestra habitación, fui directo a la ducha y me deje caer bajo el agua, lloré con fuerzas y mucha frustración, golpee la pared y me quede un largo rato en el suelo sintiendo el agua fría. No fue hasta que escuché como golpeaban la puerta del baño que reaccioné, salí de la ducha enrollando mi cuerpo en una toalla.

—¡Ábreme, Ann! —gritó Mia, respiré hondo y lo hice, me dio una mirada preocupada. Me tomo de los hombros y comenzó a zarandearme —, ¿Qué ocurrió? ¿Acaso el idiota de Scott te hizo algo? ¿Te dijo algo? ¿Qué sucede, Ann? Todos estamos muy preocupados...—decía con rapidez a la vez que me jaloneaba.

Negué con mi cabeza y busque una toalla para secar mi cabello, suspire con cansancio, ella no descansaría hasta saber que fue lo que pasó, rendida decidí contarle todo, también sobre los mensajes de Ryder. ¿Si no podía confiar en ella? ¿En quien lo haría? Busqué mi laptop y la encendí, abrí la red de mensajes y se la mostré, ella se llevó las manos a su boca por la sorpresa, pude ver el temor en sus ojos. Le conté lo que me había dicho Scott.

—¿Crees que él descubrió algo sobre ti? —inquiere y asiento, le explico que quizá él haya descubierto algo. —, ahora entiendo porque has estado tan rara... ese maldito te sigue acosando, Ann. —dice con un gesto triste, me abraza y termino apoyando mi cabeza en sus piernas, ella suspira. —, Scott está muy preocupado, piensa que te ofendió o te hirió su comentario, si tan solo supiera...—alarga y respiro hondo.

—Mia, no sé porque él estaba buscándome en redes... eso me inquieta un poco, ¿Qué tal si consiguió algo? —inquiero y ella mueve su cabeza de lado. —, Dijiste que todas las chicas nuevas son carne fresca para él, pero... ¿Por qué se interesaría en averiguar sobre mi vida?

Ella da un respiro hondo y acaricia mi cabello.

—Andy, no hay una sola chica en el campus que no se muera por la atención del tonto de Scott. Créeme todas buscan ponerse la falda más corta o andar en corpiño si es posible, para que él les regale un poco de atención, han alimentado tanto su ego que se cree un Dios o Adonis. —divierte y me río en seco. —, ¿Qué es lo que nos decía mi madre? —inquiere, me río nuevamente, la señora Sue era bastante graciosa al momento de aconsejarnos a ambas.

—¿Que no hay nada que le llame más la atención a un hombre que lo difícil y los retos? —inquiero en respuesta, ella asiente. —, ¿Quieres decir que Scott me considera una especie de reto? ¿O que cree que me hago la difícil?

Era la peor estupidez que escuchaba de mi propia boca, pero quizá tenía razón. Ella asiente y se encoje de hombros, Suspiro con pesadez, me recompongo en el borde de la cama, estaba haciendo mucho frío y necesitaba ponerme algo de ropa.

—Mia... usa tus poderes de persuasión y pregúntale a Jack. Él puede decirnos si realmente Scott descubrió algo sobre mí...—alargo y ella asiente aceptando. —, Mientras tanto permaneceré alejada de él, seria muy peligroso que él me exponga, Amelie. —ella asiente con un gesto triste.

—¿Y que hay de Ryder? Ambas sabemos que él es mas peligroso que cualquier otra cosa...—alarga y cierro mis ojos con fuerza, intentando no llorar de nuevo. ¿Por qué no podía deshacerme de él? Maldecía el haberlo conocido y el haber estado en ese lugar, a esa hora, ese día.

Mi maravillosa destrucción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora