Capítulo 21

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— Entonces, no habias entablado conversación con Samuel des hace días ¿no?

— Creo que le pedí copia de algunos apuntes, pero no más que eso.

— ¿Y qué sucedió? Solían ser muy buenos amigos.

— Las personas cambian oficial, como las estaciones, un día esta frio, y al otro está haciendo un calor de puta madre.




— Quiero hablar contigo de algo, es sobre Samuel.

Valentina bajó la taza de café qué tenia en su boca cuando escucho decir a su padre, quien entró a la cocina como si nada, ni buenos días, ni nada, directo al punto. — ¿Qué sucede con él?

— ¿Qué le has dicho exactamente?

— ¿Decirle sobre qué? — Esta cuestionó, no entendiendo a donde quería llegar con eso.

— Sobre la situación de Marina, Polo, el reloj... ¿Qué tanto has hablado con él? — La chica miro a su padre, entrcerrando sus ojos al escuchar eso, asustandose de repente, dejando el café en la mesa del comedor.

— ¿Por qué lo preguntas?

— Bueno, resulta que fue a la policía esta mañana. Llego con una grabación tuya, y una de Carla, ha hablado de los Roson, de Polo, de mi.

La chica abrió los ojos ante eso, tratando de no perder la calma. — ¿Grabación de qué?

— Nada muy importante supongo, porque lo han ignorado, pero te voy a advertir algo Valentina, mantente alejada de él, y si no puedes hacerlo, ten cuidado, lo que digas o como actúes frente a él, ten cuidado.

...

— ¡Cariño!

— Vaya ¿ya te dejo Cayetana? Parece que recordaste qué hubo alguien que te respondió todas las cartas que le enviabas desde la casa en los suburbios de los abuelos de Guzmán.

— No, no menciones ese nombre. — La chica elevó una ceja, entrcerrando sus ojos, la miro a los ojos, ordenandole que le contara. — Terminamos.

— ¿El que? — La chica pregunto con extrañeza. — Digo, no eran novios ¿o si?

— Estábamos intentándolo.

— No eran novios. — Valentina aclaro, ganándose un suspiro por parte de la chica. — Bien, terminaron su rara relación, entonces... ¿Me vas a decir por qué?

— Al parecer... Tenias razón... Un trapo en la cabeza resulta atractivo para ciertos hombres. — Valentina entendió a lo que se refería, asintiendo, esta paso su mano por los hombros de Lucrecia. — Pero no me afecta, no estoy mal por eso.

— Claro que lo estas. — La chica dijo, viendo la postura de la otra, comenzando a caminar con ella por el pasillo. — Pero, eres fuerte Lu, no porque no has llorado frente a mi mientras me lo cuentas, sino porque puedo ver que aguantaste unos años de mierda a su lado, y aun así, mirate, nada te quita la corona Lu.

— Callate que me acabo de poner el rimel. — La castaña sonrió, encogiendose de hombros. — ¿Qué vas a hacer hoy después de clases?

— Ander quería...

— No me importa, le vas a cancelar, tu y yo iremos a elegir nuestros vestidos.

La castaña frunció el ceño, no entendiendo. — ¿Vestidos? ¿Para que?

— Para la cena benéfica que estoy planeando, tu papi esta invitado ¿okay? Ya le envié la invitación. — Esta dijo, y la otra iba a preguntar más, pero cuando vio como esta señalaba a sus espaldas, se perdió. — Dile que no saldrán hoy, tienes mejores cosas que hacer. Te veo en clases cari.

𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora