Capítulo Final

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Valentina miro a Polo cuando este se acerco a la barra pidiendo servilletas que Omar no le quiso dar.

Todo esto es tan infantil.

La chica estaba bastante tomada ya, todavía tenia consciencia y sabia lo que hacía, pero si quizá si se paraba podría caerse y darse un buen golpe. — Polo.— Esta llamo, mostrándole dos servilletas que tenia a su lado. — Tomalas.

El chico se acerco, tomando el papel con algo de miedo, no estaba seguro de si la chica lo decía enserio, pero cuando la vio tomar de su tequila, tranquila, este decidió quedarse a un lado un segundo, pensando en lo que tenia que decir. — Voy a entregarme.

— Vaya, te crecieron los huevos Polito. — La chica dijo, asintiendo. — Bravo.

— Quiero agradecerte. — La chica lo miro al escuchar eso, frunciendo el ceño por sus palabras. — A pesar de todo, me ayudaste, y no... Dijiste nada hasta el final, ni me miraste con asco como todos los demás lo hacen, no me hiciste sentir como una mierda.

La chica lo miro, notando como este tragaba seguidamente, como si estuviera nervioso. — Y también quiero disculparme porque se que te metí en un aprieto, por ayudarme tú... Te puse entre la espada y la pared y se qué te hice la vida imposible con tu silencio, y creeme que estoy arrepentido de haber... Arruinado tu vida.

Esta tomo si tequila, negando. — No eres el único culpable Polo, todos tenemos la culpa de algo aquí. — Esta dijo. — Yo te saque de ese lugar, tome ese reloj, quizá si hubiera seguido de largo y me hubiera fumado ese puro, quizá esta historia sería diferente. — La chica se sincero. — Sí, hiciste mal, pero a mi punto de vista, pagaste por lo que hiciste sin siquiera tener que entrar a la cárcel, el desprecio es el peor castigo de todos Polo, y creo que ahora lo sabes, fue por eso que ni siquiera intente convencer a Carla de decir la verdad, yo pude haber firmado para que sus bodegas no se fueran a la mierda, pero no lo hice, y no porque te aprecie o algo así, pero la cárcel no era el castigo que ninguno de nosotros merecíamos, no tú, ni Carla, ni yo... Lo pagamos sin darnos cuenta, pero es bueno saber que aceptaras tu error Polo.

— Gracias, enserio... No... No quiero que ellos piensen que tú...

— Polo, a veces tiene que importarte una mierda lo que los demás piensen. — La chica dijo. — A mi no me hiciste nada, Lucrecia y Nadia te odian porque tu madre les quito una beca, pero no fuiste tú quien les dijo que abrieran la boca, Guzmán y Samuel, bueno, ellos tienen sus razones, no se que paso entre Valerio y tú pero supongo que algo malo, y Ander... Él no te odia ni te tiene rencor.

— Es como tú.

— No. — La chica dijo. — Él es tu amigo, y los amigos están en la buena ay en las malas, yo... Yo soy una persona mentirosa, pero no hipócrita, no voy a enfadarme contigo por algo que... Si te soy sincera, no me hubiera afectado si no hubiera tenido que mentirle a mi novio... Yo también tuve la culpa y... Un monstruo culpando a un monstruo no... — La chica sonrió, encogiendose de hombros. — Igual, me voy a Alemania en unos días, no quiero llevarme rencores ni nada por el estilo, así que Polo, si quieres un perdón, de mi parte lo tienes, aunque realmente no tengas nada de que disculparte conmigo.

El chico le sonrió. — Muchas gracias Valentina... Ten una buena vida, te la mereces.

La chica asintió, levantándose, tomo la botella de tequila en su mano, levantándola ante él, se despidió por la noche antes de comenzar a caminar hacia la pista, quería bailar un rato, cuando escucho como una botella se rompía, esta miro a sus lados, viendo como Nadia y Guzmán se agachaban antes de que el más alto saltará, pidiendo que buscaran el cuello de una botella rota.

La chica suspiro, negando, se dirigió al baño, tenia ganas de orinar horribles, cuando esta se topo con Carla, le sonrió, ambas caminando hacia el baño, deteniendose al ver a Lucrecia casi desmayando cerca de la puerta. — ¿Lu? — La rubia preguntó con preocupación, la pelirroja miro el suelo, notando como habían pequeñas manchas, creando un camino de sangre que seguía hasta la salida del baño y más allá.

𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora