Capítulo 1

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— ¿Cómo fue tu llegada a Las Encinas?

Riendo, la chica se sentó más recta en su silla. — Normal, como a cualquier escuela a la que llego.





Los tacones chocando contra el suelo de mármol blanco de ese gran edificio era lo único en lo que Valentina podía concentrarse en ese momento, sonriendo al ver a Samuel cerca de uno de los salones, esta corrió para poder alcanzarlo, no quería entrar sola al lugar. — Creí que te escaparías como la última vez.

— No pude, pero quizá en el almuerzo... — Esta dijo y Samuel sabía que, aunque sonaba como una broma, era muy capaz de hacerlo.

No es que Valentina fuera una chica que odia la escuela, al contrario, era bastante intelectual, pero simplemente no le agradaba una escuela de niños con dinero, aunque ella fuera una, nunca fue educada en una escuela de prestigio, por lo que nunca tolero a las personas que sí, y que se les notaba demasiado. — Dile a tu amigo que quiero verlo después, se me acabo mi suministro. — Esta toco la oreja del chico antes de adentrarse al salón bajo la atenta mirada de todos.

Sin importarle mucho los murmuro, la chica camino al final del salón, viendo un asiento vacío al lado de un chico con rulos, quien estaba sentado en la mesa, literalmente, hablando con uno de sus amigos, el cual tenía los ojos fijos en ella, como si fuera halcón. Sonriéndole al rubio, esta señaló a su amigo. — ¿Está ocupado?

— No lo sé, pero el asiento aquí, está disponible.

Viendo al ruloso, quien le sonrió, esta volvió al rubio. — En realidad, quiero conocer a tu amigo, así que... ¿Puedo sentarme? — La chica dijo, mirando al ruloso al final de su oración, quien quiso reírse de su amigo antes de asentir.

— Claro, todo tuyo. — Esta agradeció antes de sentarse, suspirando al ver al maestro entrar al lugar mientras hablaba inglés, un idioma qué dominaba a la perfección.

— Como todos saben, tenemos cuatro estudiantes nuevos con nosotros el día de hoy. Vamos a conocerlos. — El maestro dijo, en inglés obviamente, Valentina miro a Cristian, que estaba sentado junto a Nadia al final del salón, sabiendo que diría alguna estupidez porque no sabía, para nada, hablar inglés.

Y así fue, después de solo saludar y despedirse, este se sentó, cuando su nombre fue llamado después de las duras palabras de Samuel, esta se levantó, suspirando al sentir todas esas miradas en ella. — Mi nombre es Valentía de León y supongo que... Ahora saben lo suficiente sobre mí.

Sonriendo, esta se sentó de nuevo, mirando al chico a su lado, quien soltó una risilla antes de volver su atención al frente. — Valentina.

— Sí. — Esta respondió al maestro, mirándolo con atención.

— ¿Sabías que, al finalizar el curso, elegimos al mejor alumno? El galardón es bastante feo, pero te permite estudiar en...

— Florida. — Esta interrumpió, sabiéndose ya esa narración, había escuchado eso cada año cuando su padre trataba de hacerla inscribirse en esa escuela. — Y luego ir a una de las universidades de la Ivy League ¿cierto?

— Eso es correcto... Al parecer te interesa.

— No, pero no dudo en que puedo ganarlo. — Esta sonrió, escuchando una risa proveniente de una chica, sentada al lado del alto rubio de hace unos minutos. — Y creo que ella también lo piensa ¿no?

— Yo que tú, me cuidara de la duquesa, parece ser muy ambiciosa. — Esta escucho la voz del rubio, notando lo rasposa que era, sonriendo con gracia, esta se recargo en su asiento, mirando el bonito cabello castaño de la chica a su lado.

𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora