𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒

Capítulo 13

La chica suspiro, echando su cabeza hacia atrás al ver como la mancha, por fin, desaparecía de su vestido.

Mirando el espejo frente a ella, su cuerpo dio un salto al ver a Valerio justo detrás de ella, mirándola con una sonrisa. — Te ves tan tensa lindura.

— Que observador.

— De hecho, lo soy, y estaba pensando... — El chico se acerco a ella, acariciando su cintura, mientras ambos se veían por el espejo. — que debería hacerte la noche un poco más divertida.

— ¿Ah sí? ¿Qué tienes para mi, guapo? — El chico sonrió, mirando a los lados, este puso una pequeña bolsa en el mármol del baño, haciendo a la chica bajar la mirada para observarla, negando, esta iba a decir que no verbalmente.

— Escuche que tuviste un problema con tu novio hace meses... Bueno, ex novio ahora, pero no le pongamos etiquetas, un chico. — Este comenzó, acercándose a su oído. — Y sería una pena dejar de disfrutar la noche por las peleas de esos dos idiotas, y porque tu ex novio esta aquí, ¿no crees?

— ¿Una segunda opción?

— Más bien una segunda oportunidad. — Este sonrió, sacando la pastilla de la pequeña bolsa. — Ambos ganamos, yo te veo sonreir y me llevo unos besos, y tú tienes una noche increíble, y gratis.

La chica rió, negando. — ¿De donde te sacaste los besos?

— ¿Eso es un sí? — La chica lo miró sin decir nada, sonriendo, el chico saco su lengua, poniendo la pastilla en la misma, tomando el rostro de la castaña, este atacó su boca con sensualidad, ambas lenguas encontrandose en el momento adecuado, cuando la pastilla desapareció de ambas lenguas, el chico tomo a esta por la cintura, dándole la vuelta, la subió al lavamanos, siguiendo con el beso hasta que la chica se separo, viendo a este, casi sobre ella.

— ¿Puedo? — Esta preguntó con ojos maliciosos, el chico asintió, viéndola sacar la lengua para poner la pastilla en la misma, sin esperar mucho, este atacó sus labios, repitiendo la acción una vez más hasta que ambas pastillas estuvieron en el sistema de cada uno. Alejando al chico de nuevo, esta se bajo del lavabo, sonriendole con ojos brillantes, esta arreglo su cabello. — Te veo en la fiesta, guapo.

— ¡Vale ven aquí! — Cuando Guzmán grito, tan contento como ella se encontraba en ese momento, esta corrió hacia él y Polo, el trío comenzando a saltar, aunque no estuviera al ritmo de la música, porque después de unos minutos, cuando Lucrecia y Valerio se unieron, todo pareció cobrar vida y esos besos que el rizado había predicho, habían sucedido, sin importarle si alguien más estuviera ahí viéndolos comerse las bocas, estos se besaban de vez en cuando antes de volver a bailar y tomar algunas copas.

Cuando las botellas de champaña comenzaron a abrirse, embarrando a cada uno de los presentes, la chica sintió unos brazos en su cintura, sin importarle mucho quien era, esta lo dejo ser, sintiendo la champaña comenzar a correr por su pecho y mojar su ropa. Cuando una lengua paso por su cuello, ahí fue cuando volteo, mirando esos bonitos ojos mieles que extrañaba tener tan cerca, sin importarle lo dilatadas qué sus pupilas estaban, o el estado en el qué ambos se encontraban, su boca choco con la de este, creando un beso hambriento en el que ambos expresaba la falta que se hacían.

Cuando la chica lo empujó un poco, este chocó con alguien, pero no le prestó atención, no queriendo terminar con ese momento, este tomo a la chica d els cintura. — Vamos al baño, ven.

La chica lo siguió, ambos no esperaron un segundo más cuando la puerta del cubículo se cerro, los labios y dientes del chico atacaron su cuello, dejando marcas donde se le daba la gana, escuchando los jadeos de esta, quien, a su ves, pasaba sus manos por su abdomen, tratando de abrir su camisa. — Te extraño tanto, amor. — Este murmuro, pasando sus manos por sus piernas, agradeciendo qué siguiera amando ponerse vestidos con aberturas en sus piernas, cuando este encontró el punto que quería tocar tanto, lo hizo, moviendo sus dedos mientras sus bocas volvían a encontrarse, haciendo que la chica gimiera en su boca todo lo que quisiera, agradeciendo la música alta, aunque a ese punto no les importaba si alguien los escuchaba.