𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒

Capítulo 32

— ¿Me trajiste la clientela lindura?

Valentina casi salta cuando la voz de Valerio se escuchó en su oído, mirándolo con una sonrisa cuando se sentó a su lado, esta asintió, dándose vuelta en su asiento, la chica vio un grupo de chicos con ropas caras, y chicas con vestidos lujosos, bailando y bebiendo. — Allí están tus ovejitas.

— Vaya, tú si sabes hacer dinero, ¿amigos?

— Llamales inversión. — Esta dijo, tomando de su trago. — Serán mis futuros socios, tengo que invertir en ellos, mi tiempo es una inversión qué no cualquiera puede tener.

— Chica inteligente, me gusta. — Este dijo, guiñandole un ojo. — Por si quieres un poco de diversion también, sabes que siempre puedes encontrarme aquí. — El chico señaló su celular. — Una llamada y tu compañero de aventuras vendrá a salvarte.

— Una llamada y terminas en la cárcel.. — La voz de Carla se escuchó, lo que hizo a ambos mirarla, Valerio elevó una ceja antes de ver a Valentina, lanzandole un beso, este se despidio, moviéndose entre la gente hasta llegar al grupo de chicos antes mencionados, comenzando a mezclarse como solo el sabia hacerlo.

— Vaya marquesa, tenia mucho tiempo de no escuchar de ti, no desde que tu padre llego a mi casa a amenazarme. — La chica le sonrió inocente antes de señalar el asiento a su lado. — ¿Una copa?

— Quiero perder la conciencia.

— Omar, amor, un aguardiente por favor. — Esta sonrió, antes de ver al chico sonreir, mirando a Carla de nuevo. — ¿Es tanto para que tenga que pedir un aguardiente?

— Estamos en quiebra. — Carla dijo, la chica elevó las cejas al escuchar eso. — Prácticamente me esta prostituyendo para que un chico firme un tratado para salvar nuestras bodegas.

— Olvidalo, el alcohol no te va a animar. — Valentina dijo, agradeciendo a Omar cuando este le dio el aguardiente, mirando a la rubia de nuevo, tomo el licor, dándole un gran trago. — Tú necesitas felicidad.

— ¿Felicidad?

— Qué suerte, veniste con la persona correcta mi rubia favorita, vamos, ¿quieres un viaje por nunca jamás m

Carla la detuvo cuando estas llegaron frente a Valerio, quien les sonrió. — No, no soy este tipo de personas.

— Nos acabas de catalogar como si te diéramos asco. — Valerio dijo, Valentina negó, subiéndose al mármol, quedando entre la rubia y el rizado. — ¿Qué necesitas Carla?

Valerio y la otra chica miraron cuando Carla saludo a un chico alto y moreno, quien le sonrió, estos se vieron antes de escuchar la voz de Carla. — Solo necesito enamorarme.

— ¡Boom! Tengo la solución para eso. — Valerio dijo, tomando un pequeño paquete, tomando el dedo de Valentina, este paso su lengua por la punta antes de huntarlo con el polvo blanco del paquete. — Esto es felicidad y amor. — Este dijo, poniendo el dedo frente a la chica rubia, mirándolo casi con deseo, Carla se acerco, metiendo el dedo de la chica a su boca, Valentina sintió, de alguna manera, un escalofrío cuando la lengua de la rubia se enrollo en su dedo. — Eso fue caliente. — Valerio dijo, quitando el dedo de la chica de la boca de la otra, tomando la mano de Valentina, este sonrió a Carla, entregándole el paquete entero que tenia en la mano. — Regalo de bienvenida, disfrutalo.

El dúo le sonrió antes de salir del baño, este con su brazo sobre los hombros de la chica mientras le decía sobre quienes habían sido los qué habían caído, del grupo que ella llevo, en su negocio. — Y ahora la marquesa, eres buena, lo traes en la sangre, es obvio.

— Bueno, sigue haciendo más negocios, ¿de acuerdo? Recuerda que me pagas el veinte por ciento esta noche.

— Claro lindura. — El chico le sonrió, dejando un beso en su cuello antes de correr, alejándose de ella cuando la veo hacerle una mueca de amenaza.