Capítulo 8

893 40 1
                                    

— ¡Hola! — La chica saludo con una sonrisa al entrar a la tienda de la familia de Nadia, saludando al hombre que estaba arreglando algunas frutas. — Buenas tardes.

— Hola, Valentina, ¿cómo estás? — Le hombre saludo, sonriendole. — ¿Vienes a estudiar con Nadia?

— Oh, no, no, de hecho, venía a hablar con Omar. — Esta sonrió, haciendo al chico mirarla con el ceño fruncido, pero, pensando que querría otro porro, este miro a su padre, como pidiéndole permiso, el cual coincidió. — Dejame ir a b-

— No, no te preocupes, no iremos tan lejos, ven. — Esta dijo, negando comenzando a salir de la tienda, dándose la vuelta de repente. — por cierto, fue un gusto verlo señor, adiós.

— Cuidate. — Este se despidió, cuando ambos chicos salieron de la tienda, esta suspiro, cambiando su expresión de inmediato, que hizo a Omar pensar que algo estaba mal.

— Oye, pero no tengo nada conmigo, de-

— ¿Le vendiste marihuana a Marina? — La chica pregunto de repente, haciendo a este extrañarse, asintiendo, vio como la chica suspiraba con cansancio en ese momento, asustandolo un poco. — Mierda Omar.

— ¿Qué? ¿Qué sucede?

— Que Marina abrió la boca, eso sucedió. — La chica dijo, Omar cerro los ojos con fuerza, sintiendo el terror consumirlo, mirando hacia la tienda donde estaban sus padres.

— ¿Como...

— Atraparon a Marina con un paquete, le dijo a la directora de la escuela. — Esta dijo, mirando al chico con una mueca. — Ander fue a casa de los Nunier, quizá, pueda hacer que esta se retracte pero... — La chica saco su celular cuando este sonó, viendo el número de Ander, esta contesto. — ¿Amor?

— Lo siento. No pude convencerla. — Maldiciendo, esta agradeció. — Te hablo luego ¿de acuerdo? Dile a Omar que lo siento.

— De acuerdo, gracias. — Colgando, la chica miro a Omar con ojos tristes. — Lo siento Omar, no pudo hacer nada.

Frustrado, este paso su mano por su rostro. — Malditos niños pijos.

...

— ¿Puedo saber que fue lo que hizo que tú y Marina discutieran esa vez?

— ¿Discutir? No, yo no discuto, me gusta más... Hablar las cosas, como personas maduras. No como niños de primaria...





— Te ves como si fueras a morir. — Valentina dijo cuando entro al baño, lista para lavarse las manos, viendo a Marina reír con sarcasmo. — Iré al punto, y te diré que te estas metiendo en caminos de los cuales no vas a poder salir Marina.

— ¿A que se debe tu amenaza esta vez?

Riendo, la pelirroja, sacudió sus manos. — No es una amenaza, pero si te sientes así viniendo de mi, entonces, tomalo como tal... — Esta sonrió, mirándola.

— ¿Acaso es porque dije el nombre de tu dealer? ¿La princesita ya no tendrá a quien comprarle droga?

Acercándose a ella con una sonrisa, Valentina tomo el rostro de Marina, mirándolo con atención. — ¿Cómo está el bebé? ¿Uhm? — Esta pregunto con inocencia fingida, viendo como Marina abría los ojos con algo de sorpresa. — Espero que no vayas a hacer responsable a Samu de algo que no le corresponde.

— ¿Y como sabes que no es suyo? — Esta pregunto, altanera, negando casi con lastima, valentina acaricio el cabello de Marina.

— Eres una persona tan predecible Marina, tanto que me da miedo como es que tu hermano ni siquiera sabe lo que haces.

𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora