Capítulo 10

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Valentina se encontraba tomando una cerveza junto a Carla, quien le había pedido a Christian que la llevara a conocer lo que era su "estilo de vida" y claro que siendo la niña delicada que era, le pidió a ella que la acompañará.

Y aunque la chica no quería aceptar, porque eso significaba que tenia que ver a Fernando y Samuel, que estaba segura, sabia sobre lo que estaba pasando porque no la había ni volteado a ver en toda la tarde y eso era una señal clara para ella.

Se sentía culpable.

— No lo se Carla, para mi todas las cervezas baratas saben igual, amargas. — Carla se rio al ver la mueca en el rostro de la chica, quien llevo su botella a la boca para dar otro trago, cuando un fuerte grito se escuchó, todos voltearon a ver en dirección a la fuente.

— ¡Hijo de puta! — Cuando las dos chicas lograron ver, no solo a Guzmán en el lugar, sino también a Polo y Ander, estas se pararon de la banca en la que estaban. — A mi hermana la podes engañar, pero a mi no. Primero nos robas, y luego dejas embarazada a mi hermana.

Cuando el primer golpe del bate, que Guzmán saco de repente, llego al estómago de Nano, ambas chicas corrieron al respectivo chico que querían controlar, Vale tomo a Ander de los hombros. — ¡Ander!— Esta gritó, jalandolo, tirándolo al suelo y liberando a uno de los hombres que estaba golpeando.

Cuando el grito de Guzmán llamndolos hizo que este mirara a su lado, el chico se levantó, corriendo junto a sus amigos, dándole una mirada a la chica, esta maldijo cuando lo vio salir corriendo, más que nada cuando vio a todos los demás hombres en el lugar, perseguirlos.

Dándole una mirada a Nano en el suelo, esta negó, decidiendo correr detrás de la manada de gente, intentando buscar a Ander entre tantos caminos qué habían, cuando un ruido de una puerta metálica abrirse se escuchó, esta vio como un grupo de hombres salía de una chatarrera, cerrando los ojos esta su ponlo qué había pasado.

Caminando hacia ellos, esta paso por su lado con tranquilidad, cuando los dejo atrás, corrió hacia el lugar, viendo las piernas del chico que quería encontrar, un jadeo asustado salio de su boca al ver su estado, desmayado sobre una montaña de piedras, sangre en su frente y costado, así como en su nariz y boca, su rostro se veía algo pálido. — No, no, Ander... — Esta llamó, sabia que no estaba muerto, conocía a los chicos, ellos no golpeaban para matar, pero no sabia si había tenido un mal golpe. — Ander contestame. Vamos cariño, no me puedes dejar aquí, te quiero mucho, ¿lo sabias?

Cuando la chica vio como este tragaba con fuerza, moviendo su cabeza un poco, esta suspiro, el chico sonrió con algo de gracia, sus ojos aun cerrados. — Hija de puta, tenian que darme una paliza para que me lo dijeras. La chica sonrió, asintiendo, tomando su rostro en manos, esta toco con cuidado las heridas. — Yo también te quiero, mucho más de lo que piensas.

La chica asintió, limpiando la sangre qué estaba saliendo de su ceja. — Tenemos que ir al hospital.

— No, estoy bien.

— Bien mi trasero, te abrieron la cabeza, Ander. — La chica negó, mirandolo con ojos demandantes. — Vamos.

— Sí tienes razón... Tu trasero esta bien... Bueno. — El chico se rio, ganándose un piquete en las costillas, que lo hizo quejarse de dolor antes de volver a sonreír. — ¿ Sabes quien se va a preocupar más por mi que tú?

— Nadie.

El chico negó, cerrando sus ojos. — Mi papá, tenia una competencia mañana.

...

— El uno de junio, a eso de las 9:30 de la noche, entraste a la piscina del colegio, ahí estaba Marina, tuvieron una discusión qué se fue acalorando, hasta que tomaste el trofeo y la golpeaste en la cabeza, no parece que muriera al instante, lo que significa que la dejaste allí, desangrandose. Esto es lo que creemos que pasó, y lo más importante aun, es lo que el juez cree que paso. — La chica sonrió con una ceja alzada, mirando fijamente a la oficial. — ¿Qué tienes que decir en tu defensa?








𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora