Capítulo 31

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— ¿Cómo siquiera pasaron kinder? Estos círculos los corta mejor un niño de tres años, por Dios.

— Bueno, todo sería más fácil si nos ayudaras. — Rebeka dijo, Valentina miro al mesa llena de coca y algunos cristales, haciendo una mueca, esta negó.

— No, la verdad creo que se me va a dañar la manicura si meto mis manos ahí.

— Claro, pero meterte esta mierda por la nariz no te la arruino ¿cierto?

— ¿Cierto? Vaya, los secretos del cuerpo humano. — Valentina sonrió a Rebeka mientras seguía tomando su café, viendo al dúo seguir con su trabajo antes de que Samuel llegara con su platica de siempre.

— ¿Y si nos atrapa la policía, qué?

— ¿Y porque iba a venir la policía aquí? Digo, solo somos dos parejas de adolescentes pasando el rato.

— Los vecinos no pensaran que estamos preparandonos para ser narcos, lo máximo que pensaran es que hacemos una mini orgia o algo así. — Valentina dijo, bebiendo otro trago de café, doblando sus piernas para recostarse en el respaldo de la silla.

— Rebe, tu madre esta en la cárcel por esto.

— No, no te confundas, esta ahí porque un hijo de puta nos traicionó.

Valentina miro a Valerio, quien, por debajo de la mesa, metio un pequeño paquete en la bolsa de su falda antes de darle unas palmadas a su pierna y volver a su trabajo. — Bien pero que esto no salga de aquí, y no se lo digan a nadie, enserio, a nadie.

— No te preocupes Samu, soy la mejor guardando secretos, creeme.

...

— Espera dejame ver si entendí, Ander, el Ander... ¿Te termino por mensaje?

La chica asintió mientras se comía unas gomitas qué había robado de Rebeka, ambas sentadas dentro del salón de clases. Los negocios iban más que bien, la chica no tenia mucha participación, no quería meterse en eso, por lo que solo se quedaría con el secreto, nada grave.

Esta había estado un poconestresada últimamente, su padre, según Max, habia empeorado de salud, porque sí, a pleno lecho de muerte, el mayor de había disculpado con su hijo y ambos habían hecho las pases, típico de hombres, siempre esperan al peor momento. Esa era lo que tenia a la chica de fiesta en fiesta, de reunión en reunión, estaba cansada y solo quería tener un día de paz, pero incluso ese día, la chica tenia que asistir a una reunión. — Te ves cansada guapa, quizá por eso te dejo.

— Vete a la mierda. — La chica dijo, apoyando su cabeza sobre sus brazos en la mesa, queriendo descansar un poco antes de recordar algo, levantando su cabeza y tomando su termo con café en manos. — Oye, quizá con ese dinero que reunas te compras un jet privado y me llevas a Alemania cuando terminemos el curso.

— ¿Alemania? ¿A que vas a ir allá?

— A estudiar Rebeka, te recuerdo que soy la futura reina de España, me merezco lo mejor.

— Entonce comprate un Jet tú o un avión en primera clase. — La chica rio, asintiendo mientras jugaba con su termo en sus manos escuchar la voz burlona de Valerio. Levantando la vista, la chica miro a Ander entrar al salón, sus bonitos rizos habían desaparecido, su cabeza estaba totalmente rapada.

Sus ojos chocaron por un momento, y la chica iba a quitar su vista de él con molestia antes de escuchar sus palabras. — Es por la químico, tengo cáncer.

El corazón de la chica se detuvo de repente, el termo se deslizó de sus manos, haciendo un gran ruido qué llamó la atención de todos, sintiendo como el aire le faltaba de repente, esta se levantó de su asiento, saliendo del salón con rapidez, una mano en su boca para evitar que sus sollozos saliera tan rápido de su boca.

𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora