𝐋𝐈𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒

Final De Parte II

— Vale

— Lo siento Carla, pero ya no puedo, Ander esta... Lo está pasando mal por esto y no voy a hacer qué alguien más pague por una mentira que yo comencé.

La rubia la miro, notando la desesperación en sus ojos, y por primera vez, la pido ver derrumbandose, esa aura tranquila qué había envidiado tanto se había esfumado, ahora solo parecía haber nerviosismo en su sistema. — Escuchame, vamos a hablar, vamos a decir cada una de las cosas que pasaron... Pero no vas a mencionar que tu lo viste haciéndolo. — La castaña la miro con extrañeza, queriendo refutar, pero esta la tomo de los hombros. — A menos que quieras ir a la cárcel por encubrirlo, vas a hacerme caso, hazlo por Ander en todo caso, cuando Guzmán se entere que él lo sabia, lo va a odiar, ¿lo dejaras solo?

— Me estas manipulando, hija de puta. — La chica murmuro, pasando una mano por su cabeza, cerrando los ojos. — Bien, cuéntame que paso entonces.

...

— Escuche que querían hablar conmigo, ¿qué sucedió?

Las dos chicas se sentaron frente a la oficial, la cual puso su mirada en Valentina, quien se veía, a diferencia de siempre, intranquila, como si quisiera soltar todo lo que llevaba dentro de una sola vez. — Sabemos quien mato a Marina.

— ¿Quien lo hizo?

— Polo. — Carla continuó, diciendo lo que la mujer había estado esperando hace tanto tiempo. — Polo la mató.

— ¿Y como saben eso? — Ambas chicas se miraron antes de que la castaña hablara.

— Lo vimos entrar al baño el día del asesinato, estaba manchado de sangre y... Llevaba el trofeo con él. — Esta dijo, antes de comenzar a mover su pierna con impaciencia.

— ¿Lo supieron todo este tiempo? ¿Por qué no lo dijeron?

Carla toco la mano de Valentina bajo la mesa, ambas entrelazando sus dedos, la rubia iba a hablar antes de que la castaña lo hiciera.

— Christian también lo sabia... — esta comenzó, soltando la primera lagrima. — luego desapareció, sin dejar rastro... Y Samuel lo había descubierto, y ahora nadie sabe donde esta... — Esta dijo con una sonrisa triste, parpadeando, haciendo qué las lágrimas cayeran debido al movimiento.

— ¿Nosotras íbamos después? — La rubia pregunto, mirando a la oficial. — No lo sabiamos, fue por eso que decimos callarnos. Y somos culpables por mentir, lo sabemos. — Carla continúo, asintiendo. — Pero realmente no queríamos desaparecer, o morir en todo caso... Se que dañamos personas pero...

— Somos niños. — Valentina dijo, mirando el escritorio entre ellas y la oficial. — Que reaccionan con miedo cuando ven un monstruo frente a ellos y se esconde detrás de un adulto... — Los ojos de la oficial de suavizaron de repente al ver a la chica tratando de detener su llanto. — El problema es que nosotros no teníamos un adulto para poder escondernos, fue por eso que solo cerramos los ojos, pensando que si no veiamos al monstruo, este se iría eventualmente...

— No paso... — Carla continuó, mirando a la detective, trago con su rostro lleno de lágrimas. — Se donde esta el trofeo... — La chica confesó, mirando a la detective. — Me dijo que estaba en el río, cerca de la orilla. — La mujer asintió, mirando a las adolescentes, compadeciendolas por un segundo, notando sus expresiones, es como si estuviera avergonzadas, pero el temblor del cuerpo de la castaña la hizo saber que había algo más.

Miedo.

— Quiero que vayan a la comisaría después de la escuela, ahora... Buscaremos a Polo.

...

El padre de la chica la tomo de los hombros, dándole un abrazo cuando esta salio de la sala de interrogación, viendo a la detective salir del lugar también, cuando esta paso por su lado, el hombre suspiro. — ¿Qué dijiste?

— Temía desaparecer como todos los que tenían planeado hablar, por eso lo oculté.

— Bien, buen trabajo. — El hombre dijo, acariciando su cabello. — Yo me encargo del resto, vete a casa y descansa un rato.

— Papá...

— No voy a dejar que te encierren. - El hombre dijo, sonriendole, dejando un beso en su frente. — Lo prometo.

...

Los pasos de la chica adentradose a los pasillos del lugar, llamaron la atención del grupo de chicos que estaba cerca de un salón, decidiendo ignorar la miradas de disgusto, esta busco a Ander, quien salía de un pasillo, deteniendose al ver a la chica llegar al lugar, esta le sonrió saludandolo.

Suspirando de alivio, este corrió a ella, abrazandola con fuerza, cerrando sus ojos mientras sentía su mente comenzar a calmarse. — Gracias mi amor.

— Tranquilo, no tenia planeado dejarte en un momento como este, tú no lo hiciste conmigo. — El chico sonrió, asintiendo, separandose, este la miro a los ojos, viéndola cansada, pero no le tomo importancia, en ese momento, todo el peso qué tenia en su corazón, había desaparecido, cuando esta iba a hablar, se detuvo de repente, mirando por sobre el hombro de Ander, abriendo sus ojos con confusión.

Polo estaba bajando las escaleras, dirigiendo se al pasillo central, los ojos de todos se pusieron en él, todos con la misma cuestionante en su rostro.

Él tenia que estar encerrado ¿qué mierda estaba pasando?