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En la casa de los Malfoy todos decían que eran sumamente siniestra, que en esa casa no habitaba felicidad y que a pesar de todo, eran una familia fiel a Lord Voldemort y muchos siguieron creyendo eso durante mucho tiempo.

Incluso siempre los tenían en constante vigilancia.

—Draco, levántate. — Narcissa ordeno mientras tocaba la puerta de la habitación de su hijo. 

Retrocedió un par de pasos cuando la puerta fue abierta y su hijo Draco salió con un elegante traje, le sonrió amorosamente mientras pellizcaba su mejilla.

—Mamá. — Murmuro con una mueca.

—Baja, el desayuno esta listo y tu padre no tardara en irse; tienes que comer algo. — Ordeno caminando hacia el primer piso.

—¿Mi hermano vendrá?

—No, quizás lo vean en el campeonato. — Murmuro con una mueca, ella no iría a ese lugar y realmente quería ver a su hijo mayor. — Quiero que le des una cosas que mandare para el. — Ordeno.

Draco bufo, el no quería llevarle cosas a su hermano; el quería que viviera con ellos y verlo mas seguido. Quería tenerlo cerca y que lo consintiera, incluso que durmieran juntos como cuando lo hacían de pequeños, obvio que no lo diría tan abiertamente, pero con el podía ser el mismo, un niño mimado de su hermano. Su hermano solo era dos años mayor que el, pero eso no implicaba que no se llevaran bien.

—Buenos días padre.

—Buenos días, Draco. — Lucius dijo sin mirarlo. — ¿Ya estas listo? — Pregunto tomando un sorbo de su café.

—Solo desayuno. — Murmuro tomando haciendo en la gran mesa. — ¿Veremos a mi hermano? — Cuestiono tomando el primero bocado.

—No hables con la boca llena. — Ordeno con una mueca. — El estará jugando, entonces si. — Dijo con orgullo.

Su primer hijo era jugador de su propio colegio, era uno de los mayores jugadores que tenían; el sabia que era mejor que todos, pero su hijo era un perezoso que no le gustaba sobresalir por demás. Le habia escuchado decir vagamente que prefería el anonimato que tener tantas personas atrás de el fastidiándolo y debió de aceptar que aquello era real.

—Apúrate que llegaremos tarde. 

Narcissa llego con un paquete. — Denle esto de mi parte y que cuando se desocupe que venga a casa. — Ordeno con una mirada seria a ambos.

—Si, cariño. — Lucios murmuro con una mirada orgullosa. 

A el también le gustaría que su hijo mayor pasara mas tiempo con ellos, que viviera mas tiempo en esa casa que en aquel colegio. Pero quizás habria la forma de que pasara mas tiempo con ellos

(...)

Cuando llegaron al gran lugar, observaron el gran estadio repleto de personas. El y su hijo avanzaron directo a los asientos de primera que habia conseguido. Observo con una mirada desdeñosa a la gran familia que iba un piso arriba de ellos directo a buscar sus asientos.

—Pongámoslo de esta manera, si acaso llueve; serán los primeros en saber.

Draco rio junto a el, observando las caras enojadas que ponían aquel clan de pelirrojos. — Nosotros estaremos en el palco del ministerio, el mismo Cornelius Fudge nos invito personalmente. — Dijo con una mirada arrogante.

—No presumas, Draco. — Ordeno con el ceño fruncido.

El rubio platinado sobo su estomago adolorido, su padre no había medido su fuerza y lo había lastimado. Tomo nota para cuando se encontrara con su hermano y contarle, quizás podría decirle algo a su padre con que fuera mas suave con el. Sabia que su padre siempre le hacia caso a su hermano cuando este le pedía mas de algo.

Naruto MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora