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Muy pronto entraremos a Hogwarts, es solo cuestión de tiempo, incluso horas.

Naruto escucho desde detrás de algunas columnas las ciceantes palabras de aquel mago, lentamente cerro sus ojos ante lo inevitable que estaba por suceder. Habría esperado que todavía hubiera mucho más tiempo, que quedaría mucho por hacer. Suspiro caminando entre la oscuridad hacia la salida.

El mismo cielo ya no era el mismo, era de un tono oscuro y lúgubre.

(...)

—Crees que sea lo correcto.

—No queda otra opción, ¿o tú la ves?

Frunció el ceño todavía indeciso con las decisiones que su amigo estaba tomando, todo era arriesgado para el y ni que decir de la posición en la que ahora se encontraba.

—Inglaterra estará en una guerra, al menos otros países o comunidades mágicas estarán fuera de ello. Nadie quiere meterse en una guerra donde no les incube, pero si la gana, no solo Inglaterra estará bajo su poderío. ¿Crees que se conformará con una pequeña porción de toda una comunidad mágica? Si estuviera en sus zapatos iría contra todo para asegurarme de que nadie intentaría algo. — Murmuro tomando de un solo trago aquella bebida que muy pocas veces se obtiene en el mundo mágico, las personas a su alrededor caminaban sin preocupación. — Incluso el mundo muggle estaría en peligro, hombre y mujeres, ni siquiera considero que tendrá piedad con los niños. — Paso sus ojos en aquellos niños que del otro lado de la calle estaban jugando en aquel parque que el mundo muggle tenía.

—¿Qué piensas hacer?

Aquellos ojos azules intentaron mantenerse con aquel brillo, pero ahora que necesitaba pensar que hacer para ayudar; sentía que su propia alma parecía abandonarlo. — No lo tengo claro, todavía es algo confuso que esto haya pasado en tan poco tiempo. — Soltó una pequeña risilla que fue acompañada de su compañero. — Tienes lo que te pedí, Viktor.

—No fue difícil conseguirlo y a decir verdad no solo fue una, supuse que siendo tú, habrías preferido tener varias en diferentes puntos y no visibles tan fácilmente. Y no te preocupes, — No dejo que su amigo hablara o le replicara. — todas son difíciles de encontrar. — Finalizo.

—Gracias, y lamento tener que recurrir a ti, pero no me han dejado mucho tiempo solo. Tuve que escapar.

Viktor rio de las palabras de su amigo rubio, quizás Naruto habría merecido tener otra familia que si valorara lo mucho que hacia por el apellido. A pesar de saber que Naruto siempre se escondía tras una personalidad que no le pertenecía, nunca lo había visto abandonar a su familia y siempre buscaba como mantener una opción para salvar a lo que amaba.

—Espero que después de que todo acabe podamos tener un partido de Quidditch, espero con ansias todavía un partido donde estés y volvamos a hacer las jugadas para ganar en cuestión de minutos.

—También lo espero.

Ambos observaron como el cielo empezaba a tornarse de un naranja encendido y las nubes hacían la simulación de pequeñas olas.

El pequeño viento levanto algunas hojas que habían caído de los árboles cercanos, incluso algunas flores empezaron a caer con un movimiento lento. Tomaron ese pequeño tiempo para contemplar todo a su alrededor, ambos podían decir que disfrutaron parte de su juventud, quizás no como se habría esperado tomando en cuenta el loco mago que siempre había estado al acecho, pero fuera de ello, habían podido hacer algo en sus vidas. Naruto no dudaba que estaría agradecido con su amigo, había sido el único que no lo había juzgado en cuanto supo su apellido. Le había escuchado y había decidido que solo le creería a él, al Naruto sin apellido.

Naruto MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora