TN TA, una joven tan capaz de resaltar como de pasar desapercibida. Entra a la UA con la esperanza de convertirse en una gran heroína, contando únicamente con el apoyo de su hermana, una chica talentosa que, con dos años más que ella, estudia derech...
No. No podía dejarlo así. En la salida de la academia había dicho lo primero que se me había ocurrido, que era, básicamente, lo que no me había atrevido a decirle en casa de Aizawa. Me había quedado mirándola un rato, pensando si decírselo o no, y tal vez por eso se había puesto nerviosa y se había enfadado. Pero entonces, ¿era culpa mía?
Todo esto debía aclararse. No podía seguir así. Llevaba un tiempo atosigándome, a ser sincero, pero no me daba cuenta. No quería darme cuenta.
Sin pensarlo más, cogí el móvil y le escribí.
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"Bien, ya está hecho" Pensé. "Una cosa menos. Pero ahora... ¿qué puñetas le diré?"
NARRA AIZAWA
"No me pagan lo suficiente" pensé.
A ver, rebobinemos.
Salgo de la UA a las 18:15.
Llego a casa a las 18:30.
La puerta está mal cerrada.
Saludo. Nadie contesta.
Las luces de toda la casa están apagadas.
La mochila de Tn está en la entrada.
Sus muletas, a la mitad de las escaleras.
La vuelvo a llamar. No contesta.
"Esto ya es preocupante" Empiezo a pensar.
Subo a su cuarto. Toco la puerta.
Nadie contesta.
Entro.
Y ahí está ella, tumbada en la cama, con el móvil. Estaba de espaldas a la puerta, y podía ver que estaba en WhatsApp, aunque parecía que no estaba escribiendo nada, y tampoco le llegaba nada nuevo.
-¡TN!- Grité, haciendo que se asustara.
-A-Aizawa-sensei!
-¡¿Se puede saber por qué no contestabas?!
-¿Cont-testar?¿A qué?- Preguntó ella, alarmada.
-Da igual, olvídalo. A la próxima estate más atenta.
-S-sí, perdone.
"De verdad" Pensé ". No me pagan lo suficiente".
Bajé al recibidor a buscar las cosas de Tn, y cuando las tuve (casi me caigo al tropezar con una muleta) subí a su habitación a devolvérselas. La puerta estaba abierta, y sonó la puerta del baño cerrándose.
"Entro, dejo sus cosas sobre la cama y me voy". Y tal como lo pensé, lo hice. Menos lo último. Pero veréis, cuidar de una adolescente no es muy fácil si no conoces demasiado sus patrones dw conducta, y cuando vi su móvil encendido y desbloqueado sobre la cama... Uy, claramente lo cogí para revisar que todo estuviera bien con ella.
