Entré a la habitación donde mi novio Iván tenía sus papeles, miles de anotaciones colgadas en corchos o esparcidas en su escritorio, intenté leer y entender en que había estado trabajando últimamente, el día antes del terremoto nos peleamos, yo le reclamé que deje de estar pendiente de su trabajo y que conecte con el presente, y sobretodo conmigo, sentirlo tan cerca y tan lejos internamente estaba matándome, yo no podía soportar el hecho de estar vacacionando con mi novio y sentirme sola.
Él me gritó, le grité y se alejó, se fue, ¿a donde? Al otro plano, los bomberos lo encontraron debajo de los escombros, esa fue la primera vez que sentí un dolor distinto, profundo y al mismo tiempo culpa, tal vez sin nuestra discusión hubiese sido distinto.
Me pellizqué las mejillas para volver a la actualidad, dejé caer mis lágrimas y suspiré, no, definitivamente no estaba lista para ver cual era su último proyecto, o por lo menos algo que tuviera que ver con él.
Fui directo a la ducha y me dejé sentirme vulnerable, medité en silencio hasta que mi celular comenzó a sonar, me envolví en una toalla y ya limpia corrí para atender.
-Mariana Espósito-escuché la voz del extraño no tan extraño.
-¿Acaso te arrepentiste de estar solo y necesitas hablar? Puedo hacerlo si lo necesitas, cómo algo terapéutico-demasiado confianzuda de mi parte, y encima haciéndome la "superada".
-No te llamo por eso, te llamo porque creo que se me cayó mi brújula en el auto de tus papás y es muy importante para mi-pausa, silencio que tuve que interrumpir.
-Ah, eso... sí, la tengo en mi casa, ¿pasas a buscarlo?
-No estoy con mucho ánimo de salir y contemplar que la vida sigue cómo si nada-se le quebró la voz.
-Justamente, es una buena idea que salgas, así tomas aire, te espero-no lo dejé quejarse.
Si hay algo que sé porque lo descubrí en mi pasado depresivo es que aunque estes para la mierda hay que salir, hay que hacer, aunque no puedas ni levantarte para caminar, tampoco hay que pretender hacer mucho, o trabajos pesados, simplemente con salir basta, y después hace bien.
Aproveché para cambiarme y me puse ropa de entre casa y al rato escuché el timbre.
Cansada abrí la puerta, y miré al sujeto a los ojos, y me miró con la misma tristeza, por unos segundos me encontré en Juan Pedro.
-La brújula-extendió su brazo y me ofreció su mano.
-Hola, buenas, ¿estuvo bueno salir a tomar aire?
-Hola, tal vez, pero quiero volver a mi casa, quiero recuperar lo mío
-Ok... pasá-me abrí paso y lo noté dudoso, entró a mi casa y seguro no pudo evitar conocerme un poco más a través de la decoración, los detalles.. bueno, conocer de mi vida pasada, porque mi vida de antes jamás volvería a ser feliz.
-Está acá-le di la brújula- tuviste mucha suerte de que sin querer no lo haya pisado
-Gracias-intentó sonreírme, eso lo valoré mucho, asentí con la cabeza- es importante porque me lo regaló mi novia... en realidad ahora ex-suspiró-¿cómo le digo? ¿Novia o ex? Nunca terminamos, y ahora... ¡no quiero decir ex! Nunca hice nada malo cómo para que nos peleáramos y ella quiera ser mi ex
Puñal directo a mi estómago, Juan Pedro no tenía idea de que a mi me pasó eso que él cuidó tanto que no le ocurriera, yo solía pelear bastante con Iván, pero sabía que me amaba, y yo lo amaba así, éramos el ying y el yang.
-No hiciste nada malo, solo te pasó la vida Pedro-suspiré- y a mi también, y ya podes irte, disfrutá de tu brújula
A lo mejor si era buena idea quedarme sola, así que me propuse "despachar" a Juan Pedro.
-¿Queres saber porque me regaló una brújula?-su tono de voz cambió y sus facciones de la cara también, yo asentí- yo siempre fui una persona aventurera, escalaba montañas, hacía caminatas, solía irme a veces solito a recorrer, y bueno mi novia tenía miedo de que algún día me perdiera y por las dudas me regaló la brújula, yo aprendí a navegar para poder usarla y compartir un momento con ella... pero nunca pudo llegar a ser
Su poca luz se apagó y le di palmaditas en la espalda.
-Viste, necesitabas hablar, sacar las cosas hacia fuera-esbocé una pequeña sonrisa- tal vez no vaya a ser con ella ese viaje en barco o en bote o en velero o en moto de agua, a lo que voy es que si te gusta viajar solo vas a poder hacer ese viaje
-Es que la realidad es que no creo poder volver a viajar solo... me traería recuerdos de mierda, me sentiría.. solo.. ¿irme a recorrer solo y escuchar a mi propia cabeza?
Se rió con ironía.
Después estoy yo, que siempre amé viajar sola pero cuando me puse en pareja descubrí un nuevo universo, uno en el que compartir con un otro se volvió mágico.
-A lo mejor tu propia cabeza tiene por decirte algo-hice una pausa y suspiré- tampoco le des tantas vueltas a todo
-¿Qué no le de vueltas?-elevó sus cejas poniéndose serio.
-Está bien, no soy nadie para decirte lo que hacer o no, pero lo que me está saliendo de la boca es decirte lo que a mi me gustaría que me digan
-No le des vueltas a tu propia cabeza-empezó con ironía- y andá a recorrer el mundo sola
-Ya recorrí varias partes del mundo sola-solté y la voz se me quebró- pero... si sigo hablando vas a ponerte mal también vos y vamos a terminar llorando
-Cómo si no me hubieses visto llorar-elevó sus cejas y se acercó a mi- podemos hacer tipo terapia, ya que vos queres tanto que yo esté bien, vos también podes decirme tus cosas, y te pido perdón si en algún momento soné mala onda
-No pidas perdón, no estas con el mejor humor del mundo, y yo tampoco... pero trato de no... no dejarme caer-y se me llenaron los ojos de lágrimas-¡la puta que lo parió!-grité girando media vuelta para no hacerlo en la cara de Juan Pedro.
-Sí, podemos hacer terapia-propuso y ese acto de bondad realmente me llegó, me tocó una fibra demasiado sensible- tampoco es que tenga ganas de quedarme pero
-Nadie más de nuestro círculo puede entender el dolor y el agotamiento mental que estamos teniendo, y no solo agotamiento mental, siento que el cuerpo no me arranca, siento que voy a caerme constantemente pero no... intento seguir, y vos también vas a hacer todo lo posible para seguir-volvió mi positivismo- es una realidad, hay que asumirla, va a llevar su tiempo y
-Ey-Juan Pedro me hizo una seña para que me calle-no te exijas, y yo también voy a intentar no exigirme... aunque cueste
-Aunque cueste-asentí y a él se le formó una pequeña mueca, no llegó a una sonrisa pero sí a un "algo"- creo que.. lo mejor es seguir esta terapia otro día, ¿no?
-Sí... No... Bueno-comencé a tartamudear- ¿que vas a hacer ahora?
-Nada, seguramente voy a volver a mi casa, tirarme en mi cama e intentar dormir sin éxito
-Creo que tenemos planes similares...-silencio, se me erizó la piel cuando a mi cabeza se me vino la última vez que mi novio durmió conmigo, ahora mi cama estaría vacía- sé que es una locura lo que voy a proponerte, pero ya que no vas a dormirte fácil y yo tampoco.. ¿no queres quedarte en el sillón? Y si necesitas charlar o si la angustia está por intentar derrumbarte me podes despertar, si es que puedo dormirme-aclaré a último momento.
Juan Pedro me miró firme a los ojos y se le aguaron.
-No... No es una mala idea pero no, no quiero joderte, lo último que falta en este lugar es mi presencia, vos vas a tener que lidiar con el acostumbrarte a cómo van a ser las cosas de ahora en más-de un momento a otro se volvió serio.
-Mirá quién habla, pone en práctica lo que me estas diciendo-elevé mis cejas desafiante.
-No me juzgues, y no te juzgues y no nos juzguemos-finalizó.
-Entonces te vas-en mi interior mi energía estaba agotándose.
-¿Me estas hechando?
-Sí, porque vos me dijiste que lo mejor es que me quede sola
Y no sé cómo pasó, pero de un momento a otro terminamos hablando de forma lenta, brindamos en nombre de nuestros amores, en nombre de todos los que vivieron el mismo destino y en nombre de los que se salvaron.
Juan Pedro se soltó y me mostró fotos, las últimas donde su novia Marina le sonreía con una sonrisa enorme, brillante, ella estaba enamorada, eso era amor, amor del verdadero.
Otra vez me entraron las ganas de llorar.
Juan Pedro me sirvió otra copa de vino tinto y se la di, tenía que dejar de ahogar mis penas en alcohol.
-Voy a.. voy a tirarme a dormir o intentarlo, se me mueve todo Pedro-me levanté del sillón- o te abro ahora o.. yo me voy a mi habitación, podes quedarte en el living
Lo noté dudar por unos segundos.
-Me quedo... porque no estoy para irme así-se señaló, él no estaba mal en sí, ¿o sí? Yo estaba mucho peor, ¿o no?
-Ok, hay una manta ahí-señalé a cualquier lado porque temblaba de lo pasada- ok bueno
Giré para irme.
Caminé por el pasillo y me tiré en mi habitación, creí que no iba a poder conciliar el sueño, pero por suerte pasó, me dormí profundo y cuando desperté creí que todo lo malo había sido una pesadilla, que desilusión y doloroso darme cuenta de que no, otra vez la realidad me aplastó.
La respiración me quedó agitada, mi corazón palpitando a mil y mi cara llena de sudor.
Me puse de pie para caminar hasta la cocina y servirme un vaso de agua, me lo serví y por poco me infarto del susto, olvidé que Juan Pedro no se fue, él estaba en modo muerto viviente y sin ninguna expresión serio, solamente sus ojos estaban rojos, lloró.
-No me... No me despertaste..-le reclamé.
-No sos mi mamá, ni mi hermana, no quiero molestarte Mariana, igual gracias por haberme dejado quedarme acá-suspiró- lo mejor es que me vaya
-¿Eso es lo que queres?-lo miré a los ojos aún cansada.
-Ya dejé de querer cosas, ahora simplemente se supone que tengo que seguir-sonrió, duró tres segundos, fue una sonrisa chiquita y fugaz, pero que me hizo sentir algo de alivio, un poco de esperanza.
-Y seguir-asentí con la cabeza.
-Me voy Mariana, ¿me abrís?-me miró serio y asentí.
Caminamos hasta la puerta de mi casa, él se asomó al exterior y antes de pisarlo me miró- gracias
-De nada-lo saludé con la mano.
Juan Pedro se fue y sí, finalmente me quedé sola sola.
Tomé otro vaso con agua y fui a la cama, dormí un poco más hasta que me recompuse desde el lado físico.
Por la mañana me preparé un café batido y al sentarme en el sillón de mi living vi otra vez a la brújula, el estúpido pasó a buscarla y volvió a perderla, sí que debe estar perdido.
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Volver a despertar
FanfictionDos almas rotas y perdidas, un camino por recorrer, ¿vale la pena intentarlo?