Subirme a un auto y viajar no fue la mejor idea de todas, sobretodo porque el viajar me recordaba que ahora no estaba acompañada, por lo menos no de Iván, quedé en viajar un fin de semana a la costa para despejar mi mente, mis amigas ya estaban desde hace unos días antes, yo lo había invitado a Peter aún sabiendo que era obvio que no iba a venir, le estaba pidiendo mucho, pero tal vez podía pasar todo lo opuesto, tal vez abandonar Buenos Aires por un tiempito y respirar otro aire podía hacerle bien.
Decidí manejar sola para pensar, me puse música de fondo y salí desde me casa por la madrugada, una vez en la ruta me relajé, iba a poder llegar a desayunar.
Pagué el peaje, seguí de largo y pasó, cantando y recobrando las ganas de sonreír choqué, en realidad un auto que venía de frente me chocó , no tuve ni tipo de pegar un volantazo y de golpe vi todo negro, sentí dolor, dejé de escuchar.El ruido del monitoreo de hospital fue lo primero que escuché, abrí mis ojos y entré en desesperación, quise llorar, sobretodo porque estaba sola y no entendía nada.
-Ey despertaste-Peter apareció de la nada y me sonrió, suspiró aliviado-¿cómo te sentís?
-¿Qué pasó Peter?-se me formó un puchero-auch me duele la cabeza
Llevé una de mis manos a mi cabeza y me di cuenta de que tenía una parte vendada.
-Chocaste, bueno, te chocaron...-hizo una pausa y habló más lento- no te avisé que pensaba hacerte caso con respecto a tu respuesta, salí a la ruta a la misma hora y vi a varias personas que frenaron, un algo-se tocó el pecho y su mirada se oscureció- me hizo frenar, y cuando bajé...
-¿Era yo?
Él asintió con la cabeza.
-Sangrando... y perdida.. después terminaste completamente inconsciente, llegó la ambulancia-me miró de reojo- no sé como es que tu teléfono no se hizo mierda y tus amigas te llamaron, les expliqué todo y me dijeron que iban a volverse, quieren verte, estar con vos... y tus papás también, se fueron el fin de semana de viaje, ¿no? Si es así deben estar volviendo
Pensaba asentir pero sentí un dolor de cabeza fuerte.
-Entonces... me salve de culo-llegué a esa conclusión, Peter se quedó congelado y en silencio.
-Prácticamente no te pasó nada.. te golpeaste fuerte, te dieron unos puntos.. por por la cabeza, tenes un moretón, te cortaste los brazos y una de tus mejillas, los vidrios te hicieron mierda-se le formó un puchero- todo fue horrible..
-Pero acá estoy-intenté restarle importancia al asunto, yo tampoco quería llorar por otra desgracia más- la saqué barata
-Bastante barata..-coincidió.
Le hice señas para que se acerque y sin que se lo pida leyó mis pensamientos, sin dejar de mirarme a los ojos agarró una de mis manos con una de las suyas.
-Lamentablemente estas clases de cosas hacen que te des cuenta de lo corta que puede ser la vida, que puede cambiar de un instante a otro...-me quedé pensativa-¿cómo esta la persona que me chocó?
Silencio...
Peter tomó aire y lo soltó tratando de calmarse.
-Era un hombre con su hijita.. se murieron Lali-disparó y eso me hizo mierda, me llevé mi mano a mi pecho y me puse a llorar, el aire comenzó a faltarme- ey-Peter entró en desesperación- respirá tranquila, Lali-me miró a los ojos y no pude dejar llorar- Lali no es tu culpa
-Ya sé que no es mi culpa-lloriqueé deprimida- pero murieron un papá y su hijita.. ¡¿y la tristeza para esa familia?! ¡Otra vez murieron otras personas y no yo!
Hubiese seguido llorando, Peter algo me sorprendió, Peter se agachó y me dejó un beso en la frente, delicado, protector, él también estaba mal, emocional.
-No sé que está queriéndote decir la vida, pero por algo siempre salís ilesa, seguro todavía tenes mucho más para vivir-quiso consolarme- es doloroso aceptar la realidad... y seguro fue doloroso para vos despertar ahora y enterarte que gente que no conocías se murió en tu mismo accidente
-Es muy doloroso-asentí y otra vez me dolió la cabeza, también por el cuello-siento que me duele todo, la espalda...
-Tu auto tuvo destrucción total-siguió con las malas noticias- te golpeaste mucho Lali, es normal que te duele hasta el alma
-¿Y porqué estas acá vos? ¿Porqué seguís? Seguro a vos también te trae recuerdos de mierda pisar hospitales y estar al lado de gente que tiene muertes para llorar...-lo miré firmemente a los ojos con tristeza- Peter podes irte
-No pienso dejarte sola, por lo menos hasta que lleguen tus amigas, tus papás, ¡alguien!-soltó un suspiro fuerte- vos no estas siendo consciente de lo afortunada que sos Lali...-esbozó una pequeña sonrisa para animarme-¡estas viva!
-¿Y? ¿A cuenta de que? ¿De otras perdidas?-se me formó un puchero.
Peter se agachó nuevamente y rozó sus labios con los míos, me dejó un besito chiquito y sentí a mis mejillas volverse calientes.
-No seas dura con vos misma, no hiciste nada... y vos no podes manejar al destino-elevó sus cejas volviéndose serio.
-¿Qué fue lo de recién?-me quedé pensativa y sorprendida.
-Un impulso, ¿ok? Pero es sólo un secreto nuestro-me miró profundamente a los ojos, pensaba sentir con la cabeza pero Peter negó con la suya- no te muevas tan rápido, va a dolerte
-Gracias-solté al minuto, realmente no sabía que decirle- por quedarte
-Vos hubieses hecho lo mismo por mi...-hizo una pausa-¿no?
-Sí-respondí de inmediato, eso lo hizo sonreír.
La sonrisa de Peter se borró cuando llegaron mis amigas, nunca se habían visto cara a cara, mis amigas todas desesperadas se abalanzaron.
-Con cuidado-Peter las miró- le duele todo, no se le tiren muy encima y no la hagan moverse mucho
-Esta bien, gracias por el aviso-Candela asintió, dejo de mirar a Peter para mirarme a mi-hola La de mi corazón
-Hola amiga-Eugenia me sonrió emocionada-¡estas bien!
-Estoy muy bien.. bueno, muy bien no, pero estoy viva-les sonreí cómo pude.
-Te veo bien a pesar de todo... creí que..-Candela se hizo la fuerte para no llorar.
-Esta es la segunda vez que estoy al borde de no contarla y sigo-les sonreí para tranquilizarlas- creo que volví a nacer
-Volviste a nacer-se metió Peter, ¿acaso no se había ido?
-Sí que sos lindo eh-Eugenia comentó en voz alta y Candela se le rió-¿lo escuchaste?-miró a Peter que se rió- igual, yo no me meto con chicos de mis amigas eh..-levantó sus brazos haciéndose la inocente, eso hizo que me riera.
-No es mi chico tarada-ahora la miré mal- es.. simplemente Peter.. y.. ya podes irte-lo quise despachar sólo por vergüenza, antes de que mis amigas dijeran algo que lo incomode- sabes cómo son las cosas
-Ya sé tonta-Eugenia suspiró- y podes quedarte Peter
-Peter tiene muchas cosas que hacer-insistí, Peter me miró divertido-¿no?
-Estoy de licencia-agregó y miró a mis amigas-¿les traigo un café? Así se quedan con ella por un rato, seguro venga la enfermera
-Bueno, si serías tan copado y amable-Candela aceptó.
Peter dio media vuelta para irse de la habitación, yo me quedé toda incómoda en la camilla, mis amigas me miraron a los ojos y después se miraron entre ellas.
-¿Aceptó tu invitación de venir a la costa y no nos lo contaste?-Candela se cruzó de brazos.
-Estuve al borde de morirme, ¿y les interesa el chisme?-me reí fuerte.
-Lali... Creo que Peter puede llegar a ser esa persona especial que..-Eugenia iba a seguir hablando pero ka interrumpí.
-¿Qué me enamore y me enseñe según ustedes lo que realmente es el amor?-me molesté.
-Vos solita lo dijiste-Eugenia me dio un besito en la mejilla lastimada- estas hecha mierda
-Gracias por el halago-cerré mis ojos- no estoy para nada sentimental, no en este momento... él se portó genial antes de que ustedes vinieran, y el hecho de que siga acá me confunde, pero él nunca va a permitirse realmente conocerme y.. querer a otra persona, mientras que yo tampoco estoy dispuesta a volver a querer-arranqué un argumento para convencerme a mi misma de eso.
-Hola, Mariana-entró una enfermera- ¿puedo quedarme a solas con ella?
-¿Salen?-las miré y mis amigas asintieron con la cabeza-¿cuando puedo irme?
-Mañana, o tal vez hoy a la noche-la enfermera me miró seria-¿cómo te sentís?
-Me duelen varias partes del cuerpo...
-Creí que ibas a tardar más en despertarte, persiste mucha sangre, te hicimos una transfusión y vas a tener que comer muy bien eh-hizo una pausa- hay una cosa más que seguro te debe estar inquietando mucho, pero por un milagro tu embarazo está bien
Y mi mundo se vino abajo... ¡¿QUÉ?!
Quise llevar mi mano a mi panza y aunque me dolió lo hice, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-¿No lo sabías?-la enfermera se sorprendió.
-No... y... ¿está bien?-se me escaparon las primeras lágrimas.
-Sí, tenes unas dos semanas, es bastante reciente, y tuviste una suerte increíble.. estas angelada Mariana-la enfermera me sonrió emocionada- vas a tener que hacer una dieta, vas a tener que tomar varios medicamentos, todos esos no van a dañar a tu embarazo-me lo aseguró- entonces, mañana si está todo bien te damos el alta, ya mejoraste
-¿Cuánto tiempo estuve acá?
-Un día.. y despertaste, estas sana, aunque tengas mucho por cuidar estas sana, y tu bebé también-me miró-¿te digo felicitaciones?
-Supongo...-aún en shock me reí- gracias.. y... necesito un rato a solas, ¿podes pedirle a mis amigas que no entren? Quiero procesar la noticia...
La enfermera me dijo que sí, y cuando se fue y me quedé sola me derrumbé emocionalmente, con tantos años en pareja, con tantos años soñando algo así... ¡¿Porqué ahora?! ¡¿Y porqué con Juan Pedro?!
Una noticia así le caería cómo un balde de agua helada con hielos de glaciares... él no está emocionalmente bien para algo así, él no me quiere, él ni quiere conocerme del todo, ¡¿cómo podría aceptar algo así?!
Asustada comencé a llorar de nuevo, Peter entró y nos miramos.
-La enfermera le dijo a tus amigas que no entren, no a mi, ¿cual fue el parte médico?
Y me quedé en blanco.. las palabras no me salían de la boca, me mordí mis labios.
-Que estoy para irme mañana, con suerte-sonreí cómo pude, "fingí demencia"- y que voy a tener que comer sano, tomar medicamentos... lo normal
-Y seguro ir a terapia... tuviste varias experiencias traumáticas este último tiempo-me miró serio.
-Esta bien papá-pánico, me reí fingiendo demencia otra vez- es obvio que no sos mi papá..-el nerviosismo me revolvió el estómago- a lo que voy es que no tenes que cuidarme, no sos nada mío, no soy nada tuyo, nada nos tiene porque unir..
-¿Seguro que no?-elevó sus cejas serio-¿no tuviste LA charla con la enfermera recién?
Pestañeé varias veces sin entender realmente lo que había pasado... ¿Peter sabía?...
Sonreí nerviosa.
-La charla de que estoy viva, dentro de lo que se puede sana y que tengo que cumplir con los medicamentos-no era mentira.
-Mariana-me llamó por mi nombre, mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido-¿no lo sabías?
Su mirada se oscureció.
Negué con la cabeza, deseé que no estuviese hablándome de lo que estaba hablándome, porque eso solo significaría que Peter sabía el secreto que pensaba guardarme.
-Fui la persona que se vino en la ambulancia con vos hasta acá-siguió serio- y no me mientas... sé que vos sabes-elevó sus cejas.
-Así que por eso te quedaste, ¿eh?-me sentí desilusionada.
-Ponele-hizo una pausa- y...
-¿Estas enojado?-me entraron las ganas de llorar nuevamente.
-No... no hablemos de esto ahora, ahora descansá, ¿dale?-no dejo de mirarme.
-Ok descanso
-La culpa en este caso es de los dos, pero ya va a haber tiempo para hablar, descansá Lali
Él me sonrió cabizbajo y se fue, al minuto entraron mis amigas, ellas sin saber nada, nunca se imaginarían la nueva "novedad".
En el medio de tanta mierda y desgracia triunfó la travesura que fue obra del destino, la vida quiere volverme loca, y no sólo a mi, también a Peter Lanzani.
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Volver a despertar
Fiksi PenggemarDos almas rotas y perdidas, un camino por recorrer, ¿vale la pena intentarlo?