Lo que menos hice fue dormir en pijama, desperté a la mañana siguiente y mi habitación era un caos, papeles de caramelos por todas partes, copas de vino vacías y algún que otro manchón de tinto en el suelo.
Me volteé y Peter estaba durmiendo de espaldas, tuve el impulso de querer tocarle la espalda y negué con la cabeza, suspiré fuerte, ¿que carajo hice?
Escondí mi cara debajo de mis sábanas y Peter se movió, se giró.
Saqué mi cara de mi escondite y estaba mirándome.
-¿Ahora sos una tortuga que ante el miedo te escondes?-elevó sus cejas completamente serio, ¿pretendía hacerme reír o intimidarme?
-No estoy de humor para que me jodas Pedro, ¿qué pasó?-recordaba gran parte de lo que pasó, pero a lo mejor si fingía demencia él iba a hacer lo mismo.
-Hicimos la nuestra, nos dormimos, después nos despertamos y comimos golosinas, brindamos, charlamos y nos volvimos a dormir-repasó cosa por cosa sin dejar de verse serio.
-¿Algo más?-pregunté solo para sacar otro tema de conversación y olvidar el primero.
-Sí... ¿vas a seguir desnuda?-elevó sus cejas juzgándome y me quedé con la boca entreabierta- no quiero verte así
Quién elevó sus cejas esta vez fui yo.
-¡¿PERDÓN?!-me reí irónica- es MI casa, es MI cama, y si la culpa está revolviendo tu estómago NO es mi culpa, VOS decidiste por vos mismo, ¡¿o pensas culparme a mi?! ¡Culpa a tu erección!-lo acorralé con mi acusación, al verlo lagrimear un poco inmediatamente me sentí mal, Juan Pedro era tarado, pero al parecer yo me había metido en un tema muy sensible.
-Sos una mierda- se puso de pie y rápidamente agarró su ropa que estaba en el suelo, se vistió en el baño y volvió a enfrentarme- me voy, y no me devuelvas la remera, me da igual, puedo comprarme otra
El tarado se fue al pasillo a esperarme, me cambié rápido y caminamos hasta la puerta, no me miró, y tampoco le hablé, lo despaché y gustoso salió disparado.
Cerré la puerta de un portazo mientras la bronca me generaba ganas de llorar, y lloré, lloré por un estúpido, por una persona que no valía la pena y por una persona que no era mi novio, eso hizo que obviamente sintiera culpa... ¿llorar a otro hombre? Una mierda.
Terminé en la ducha bañándome, intentando olvidar pequeños flashbacks de anoche, Peter tomándome de las muñecas y estirando mis brazos, sus besos en mi cuello, su respiración acelerada y mis ganas de no parar, la intensidad me tenía constantemente por las nubes.
Suspiré, salí de la ducha para cambiarme y arrancar el día, hacer algo útil seguramente iba a ser algo bueno para olvidarme de mi error.-Lali-me llamó Candela, mis amigas me dijeron de ir a tomar mates a la plaza cerca de mi casa, por la mañana revisé casos que podía tomar para retomar mi trabajo, aunque no quería tomar una decisión apresurada, y por la tarde me junté con mis amigas-¿en que andas?
-Estas... ida-observó Eugenia y Candela asintió con la cabeza.
-Quedé cómo una puta-abrí la boca- anoche vino Peter, el pibe con el que volví a Buenos Aires, encontré a una persona que me entiende en él, transitamos lo mismo, la misma mierda y estuvimos viéndonos este último tiempo
-¿Saliste con un pibe de salir?-Candela se sorprendió.
Suspiré y negué con la cabeza.
-No de citas tonta, más que nada cómo una especie de apoyo emocional... y fue bueno mientras duró
-¿Mientras duró?-Eugenia elevó sus cejas y se cruzó de brazos- ¿ya terminó? ¡Y porqué! ¡Quiero saber porqué!
-Porque quedé cómo LA estúpida del año, terminamos en MI cama y me pidió en MI casa que me vista, porque no quería verme, ¡cómo si eso fuera a borrar la evidencia de que PASÓ!-mis ojos se llenaron de lágrimas- él perdió al amor de su vida, y seguro siente en su interior que traicionó a esa persona conmigo, pero yo no tengo la culpa.. yo no lo obligué a nada y...-me quebré- me trató mal, ¿acaso cree que yo tampoco me siento mal? Pasamos por las mismas mierdas
Mis amigas se pusieron mal por mi y dejaron el mate de lado, se sentaron a mi lado y me abrazaron.
-Me parece que estas demasiado sensible en este momento de tu vida cómo para relacionarte con Peter de la manera que te relacionaste-Candela quiso hacerme razonar por mi propio bien- podes tomar distancia, lo último que te falta es seguir llorando por alguien más
-Es que..-mi puchero se agrandó- me trató mal y lo traté mal, y ahora siento culpa
-Mi vida-Eugenia besó mi mejilla de manera protectora- ¿cómo estas en terapia?
-Bien.. supongo-suspiré- gracias por escucharme hablar de mi deprimente vida
-Siempre a tu lado La-Candela besó mi frente y sonreí cómo pude- y pensá antes de actuar dale, por lo menos por un tiempo, hasta que sanes y esa persona también sane
Asentí con la cabeza y cambié de tema, pero en mi interior no dejaba de pensar en Juan Pedro, en que decirle o que no, necesitaba decirle lo que estaba pensando y ver si mandarlo a la mierda o pedirle disculpas.
Cansada volví a mi casa, me tomé una pastilla para mi dolor de cabeza y por suerte me dormí.Abrí mis ojos desconcertada y molesta, no paraba de sonar el timbre de mi casa, revisé mi celular y vi varias llamadas perdidas, y lo supe, de quién se trataba.
-Hola-lo saludé entre dormida y aún molesta.
-Vine a buscar mi remera-me miró serio.
-¿No que podías comprar miles por haber nacido en una cuna de plata?-lo confronté mal.
-Pero quiero esa remera en particular, ¿o la quemaste?-ironizó y solté una carcajada sarcástica-¿qué te pasa conmigo?
-Me pasa con vos que pensaba hacer las pases, perdonar el hecho de cómo reaccionaste por empatizar con tu historia-lo miré firmemente- seguro despertaste, viste el panorama y quisiste matarte-suspiré- pero no por verme desnuda... por no poder dejar de mirarme, porque eso es lo que hiciste toda la puta madrugada, yo me acuerdo-sonreí maliciosamente, tenía bronca- me trataste cómo una puta
-No quise..-abrió la boca y la cerró- sé que no sos eso.. no quise hacerte sentir así, es más no quise hacerte sentir nada directamente, sí tenes razón en algo-hizo una pausa- me desperté y quise matarme... y lo primero que me salió fue decirte esas cosas para que te separes y seguir con mi vida, aunque eso es lo que no pudo hacer ni nunca voy a poder
De un momento al otro ambos nos pusimos emocionales.
-Todo perdonado-no era cierto, pero quería que tuviese paz mental, realmente lo noté mal, estaba bajo de energía.
Peter se abanicó con sus dos manos y se puso pálido, comenzó a faltarme el aire y lo supe, estaba viviendo un episodio de angustia fuerte.
-Mirame-le pedí- a los ojos... y tomá aire, soltalo lento... nada va a pasarte
-Quiero que algo me pase-soltó con la respiración entrecortada y llorando- Lali..
Lo abracé, lo acerqué a mi cuerpo, hice eso que solía hacer mi mamá conmigo cuando yo me ponía así.
-Vas a estar bien-se lo aseguré emocionada, verme reflejada en otro era una experiencia que nunca había vivido anteriormente.
Nos dejamos mantenernos pausados en el tiempo, sin soltarnos porque ninguno de los dos quería estar en soledad, y porque Peter necesitaba eso, un abrazo.
Cuando terminamos abrazados en la cama la noche anterior él me dijo que extrañaba eso, y por ese instante pensé en lo sobrevalorado que estaba, nunca un abrazo de Iván me trajo calma, y sin embargo ahora yo le estoy transmitiendo paz a Peter, la paz suficiente para que sus lágrimas hayan cesado.
El silencio volvió, Peter cocinó y lo observe usar mi cocina cómo si fuera suya, cómo si toda la vida hubiese hecho, y llegué a la conclusión de que tal vez en el pasado ese era su rol, el del novio que le cocina a su novia.
Tal vez Peter sienta esa necesidad de hacer esas cosas que solía hacer para volver a estar en eje, para olvidarse de su episodio horrible de ansiedad y suma tristeza.
Lo dejé ser, y no le critiqué nada, comí lo que me cocinó y tomamos vino de manera medida.
-Gracias por... por dejarme..-me miró a los ojos y se quedó en silencio- ser
Cómo pude le sonreí.
-Y a vos por cocinar-le di una palmadita en el hombro una vez llegados a la puerta frontal de mi casa- y una cosa... Ya sé que estas roto del bocho y del corazón, pero yo también estoy rota del bocho y del corazón, mi nivel de sensibilidad está bien ahí-señalé el techo- y también sufro
Los ojos de Peter se entristecieron.
-Perdón por todo lo que..
Lo interrumpí.
-Lo mejor es alejarnos y aprender a convivir con la soledad, y cuando nos adaptemos a eso puede que podamos llegar a quedar solo para hablar y hacer estupideces que no sean sexuales-aclaré,
Peter me miró a los ojos medio perdido y asintió con la cabeza.
-Ok... si eso te parece bien, pero podes llamarme o escribirme, pero para nada sexual-me aclaró cómo si fuera necesario seguir haciendo eso.
-Ok-lo imité- cuidate
Lo dejé salir a la calle y cerré la puerta, al quedarme sola me pasó exactamente lo que le pasó a Peter, sentí que la ansiedad y la angustia iban a ahogarme.
Hice ejercicio de respiraciones para calmarme y al darme cuenta de que no estaban haciendo efecto abrí la puerta y llamé a Peter pegando un grito.
El me miró a los ojos y se dio cuenta de todo, corriendo entró a mi casa y me rodeó sus brazos.
En el sillón de mi casa nos quedamos dormidos, agotados de tener que lidiar con una terrible fragilidad mental, agotados de intentar no llenar el vacío que tantos nos hacía falta.
Aprender a vivir sola no es algo que quiera, pero tengo que volver a hacerme a la costumbre, no voy a tener a esta persona que transitó por cosas similares siempre conmigo.
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Volver a despertar
FanficDos almas rotas y perdidas, un camino por recorrer, ¿vale la pena intentarlo?