Arrancar terapia era un paso MUY importante para intentar ir apagando todo el dolor ocasionado por
LA pérdida.
Entré al consultorio después de que una mujer de cincuenta me llame.
-Hola, soy Carolina-se presentó amable y cordial.
-Soy Lali, en realidad Mariana, Lali es cómo me dice la mayoría, un gusto
-Mariana, ¿arrancamos con la sesión?-me miró elevando sus cejas, poco convencida asentí con la cabeza- pasá-me hizo señas para que me sentara en un sofá-yo le hice caso, nerviosa me puse a jugar con uno de los almohadones- ¿cómo estas?
-Siento sincera estoy cómo la mierda-suspiré-¡lindísimo conocerme y que mis primeras palabras sean que ando cómo la mierda!
-Estás en un espacio donde nadie va a juzgarte, sentí la libertad de contarme lo que quieras-se cruzó de brazos y de piernas.
-El amor de mi vida se murió en un terremoto, soñamos mucho con hacer ese viaje y vacacionar, y el universo me lo quitó-se me llenaron de lágrimas los ojos- y me quedé sola... no solo sola en mi casa la que compartía con él, sino también de compañía profundo, él era mi compañero en absolutamente todo, me llevaba y traía a todas partes, a lo de mis amigas, a lo de mi familia, a mis reuniones con ex compañeros de la facultad, a... a lo de mi antigua terapeuta, me cuidaba mucho mucho-hice una pausa y me quedé pensativa- estaba atrás mío noche y día, siendo el mejor novio, mi mejor amigo, mi amante... y estábamos siempre juntos, pero en el último tiempo cambió-las lágrimas se volvieron más recurrentes, estaba deshidratándome más rápido- dejó de darme esa atención, si bien me llevaba y traía cómo siempre, durante nuestras vacaciones estuvo absorbido por el trabajo... y yo quería que conectemos cómo cuando por primera vez nos conocimos, yo no era la clase de persona que conectaba tan rápido con alguien y con las cosas, y con él aprendí eso, a querer nunca más estar sola y amar...
La voz se me quebró, y se me vino a la cabeza un recuerdo que creí tener enterrado, Iván llegó borracho, yo estaba dormida en la cama y me dio besos en el cuello, yo lo empujé suavemente para que me deje dormir y pasó, se sacó la ropa y cómo yo estaba solamente con una camiseta y ropa interior de bajo me despertó haciendo de las suyas, yo no estaba para eso y quise voltearme.
Iván hizo un movimiento, terminamos pegados y me penetró, directamente hizo lo que quiso y no pude seguir durmiendo, me sonrió cuando lo miré a la cara y me dijo que me amaba, y perdoné el que me haya despertado, le perdoné el que haya hecho lo que él quería, no lo que yo realmente quería, que era dormir porque estaba agotada, toda esa tarde trabajé en un caso importante que me dieron, y encima tenía fiebre.
Lloré, me quebré y el aire comenzó a irse, creí que estaba ahogándome, mi psicóloga me contuvo, me enseñó técnicas de respiración y la imité.
-Te quedaste colgada, te seguí preguntando cosas, estuviste diez minutos muda-mi psicóloga me miró seria-¿a donde se fue tu cabeza?
-A mi relación con Iván, mi novio, él era mi lugar seguro y feliz
-¿Te desestabilizaste así por extrañarlo?-elevó sus cejas, asentí aún con un nudo en la garganta, mi estómago me dolió, se me revolvió-¿algo más que quieras compartirme?
-Qué nunca más pienso abrirme al amor, nunca más pienso estar con alguien, ya con una vez me fue suficiente
Mi psicóloga se acercó a mi y se sentó a mi lado.
-Noté el pánico en tu mirada Mariana... ¿Pasó algo más? Tú mirada era de una mezcla de nostalgia, tristeza y dolor.. y pánico
-No pasó nada más-negué con la cabeza enfáticamente- lo extraño, simplemente eso, ¡cualquiera es su sano juicio estaría igual de mal que yo! ¡Perdí a mi pareja! Carolina-la miré seria- si quiero llorarlo a Iván no pienso reprimirme, estoy en mi duelo
-Obvio que podes llorar, pero los duelos no son para siempre, tarde o temprano vas a sanar, y vas a tener que soltarlo, porque no te va a hacer bien a vos-asintió- a tu lado emocional, a tu salud... todo eso está conectado y sos una persona joven Mariana, ¿cuantos años tenes?
-Treinta-suspiré- mi cuerpo puede aguantar el tiempo que necesite hacer mi duelo
-No pienses tanto en eso Mariana, me refiero a que no pienses en las cosas que te hacen mal, y tampoco te fuerces a llorar, llorá todo lo que quieras, pero lo quieras o no las lágrimas en algún momento van a parar, y vas a estar lista para una nueva etapa en tu vida, una en el que vas a tener que enfrentar la realidad
Escuchar eso solo hizo que me sintiera peor, siempre fui bastante independiente, pero al conocerlo a Iván me volví completamente dependiente de él, de su compañía , y ahora mi psicóloga me estaba avisando algo, iba a tener que afrontar lo nuevo, mi realidad actual, pero no estaba para nada lista.
Por suerte mi sesión de terapia terminó le pagué a Carolina y ella me dio una tarea antes de irme, me pidió que haga una lista de cosas que me harían sentir bien, que quisiera hacer.
Completamente movilizada volví a mi casa, y a dos cuadras de ahí tenía una cafetería, me senté en la mesa de siempre.
-Hola-me saludó un mesero-¿lo mismo de siempre?
Asentí.
-Y una botella de agua mineral sin gas-agregué.
-¿Algo más?
Negué con la cabeza.
-¿Espero a marchar tu pedido? ¿Está por venir tu pareja?-me miró el mesero.
Volví a negar con la cabeza.
-Se murió-solté de la nada, el mesero abrió ampliamente sus ojos sorprendido.
-Perdón por.. mis condolencias a vos y su familia
-No pasa nada, no sabias, así que podes marchar el pedido
El chico sonrió amablemente para hacerme sentir mejor y se alejó.
Esperé y el pedido llegó, tomé mi café con leche, mi jugo de naranja y mis dos medias lunas de manteca, serví un vaso de agua para tomarme una pastilla para el dolor de cabeza.
Pedí la cuenta y cuando me llegó no me llegó la cuenta en si, un papel, una pedida de disculpas y el número de él.
Extrañada me volteé y cruzamos miradas, él me sonrió tímidamente.
-Invito yo-se acercó y lo miré con una cara de culo terrible.
-Nada respetuoso de tu parte dejarme tu teléfono-agarré el papel y lo abollé en su cara, lo tiré al suelo- y no quiero que me pagues nada
Agarré un montón de billetes chicos de mi billetera para que le cueste mil años realizar la suma del total del desayuno que pedí.
Ofendida me fui, le hice la cruz a la cafetería, lo que había hecho ese tipo habían sido MUCHO.
Al llegar a la puerta de mi casa vi a una persona apoyada sobre la pared mirando su celular.
-Hola-lo saludé y volvió toda su atención a mi, mi malhumor mejoró pero no del todo-¿porqué estas acá Peter?
-¿No puedo visitar a una tal vez futura amiga?
Me crucé de brazos y me reí irónica.
-No somos amigos, y no creo que haber pasado una misma tragedia nunca nos va a unir lo suficiente cómo para ser amigos-le corté el rostro de una.
-¿Estas tan atacada por algo en especial?-¿tan transparente era?
-El choto del mesero del café del barrio me tiró onda cuando se enteró de que quedé "viuda"
-No estas casada.. ¿no?-se detuvo en eso, miré mal a Juan Pedro- estuvo muy desubicado de su parte
-No, no estoy casada, pero ese no es el punto-me agarré la cara con las manos-¡¿nadie sabe respetar a un otro?! ¡¿Y el duelo?! ¡Dos dedos de frente Peter! ¡Lo último que quiero ahora es salir con alguien! ¡Coger con alguien! ¡Dormir al lado de alguien!
Peter se quedó en silencio pensativo y después me miró a los ojos con una mirada rara...
-Me dejaste dormir en tu casa, me dormí en tu cama e intentaste besarme-me lo recordó.
Completamente avergonzada me reí de manera histérica y al mismo tiempo en modo escandalizada.
-Pero la situación es completamente distinta, no te besé, eso no fue un beso, estaba borracha, drogada... y te quedaste a dormir porque estabas igual de mal que yo, y no, no cogimos y no se me antoja coger, y menos cogerte
Una persona que pasó frente a nosotros nos miró por un momento y me sentí incómoda, cuando se fue Peter se rió, y eso me hizo reírme.
-Que bizarro-él elevó sus cejas- andá a saber que se le habrá cruzado por la cabeza a ese hombre
-Seguro una muy mala impresión mía-no pude evitar reírme.
Juan Pedro siguió sonriéndome sin mirarme a los ojos.
-No quiero pegar de desubicado ni nada-me lo aclaró- pero... en mi pasado de "playboy", y en otra circunstancia sí hubieses la clase de mujer me hubiese gustado cogerme
OPA, ¡a la mierda!
Elevé mis cejas y me crucé de brazos volviéndome seria.
-Te desubicaste mucho más del tipo de la cafetería..-hice una pausa- bueno.. o estas ahí, compitiendo por ese puesto.
-Soló estoy siendo sincero Lali, ese hubiese sido el Peter del pasado, el Peter del presente no tiene la cabeza y los ojos para nadie más que su novia-y se quedó mirándome a los ojos, pestañeé varias veces al sentirme rara, sentí una mezcla de incomodidad, vergüenza y no sé que más- bueno... ella no esta más-sus ojitos se volvieron tristes y cristalinos- me entendes, no tengo mi cabeza, mi corazón ni mi ser para permitir que pase lo mismo... el enamorarme
Cuando Peter soltó esas palabras me vi reflejada, yo no quería volver a experimentar el amor, mi única experiencia profunda terminó de la peor manera.
-Ok... voy a..-¿que puedo inventar?-a intentar interiorizar mis tristezas y meditar, tratar de trabajar en mi misma y aceptar que voy a estar sola para siempre, así que podes irte, voy a meditar en mi patio
-Yo también necesito meditar-elevó sus cejas- podemos meditar los dos en el patio, con una meditación guiada o música ambiental, el ruidito de una cascada con pájaros, o un arpa sonando..
Peter me miró y cedí, lo dejé pasar a mi casa y ambos salimos al patio, nos sentamos sobre dos mantas y encendí un parlante que conecté a mi teléfono, puse una lista de meditaciones guiadas e hice los ejercicios, cuando abrí mis ojos vi a Juan Pedro tirado en el suelo con sus ojos cerrados, parecía estar dormido de manera profunda, le toqué el brazo y nada, abofeteé suavemente una de sus mejillas y nada, parecía estar muerto.
El tarado se levantó y me mordió la muñeca de la mano jodiéndome.
-¡TARADO!-lo puteé-¡y no sos Drácula Juan Pedro! ¡Todavía falta para Halloween!
Él se quedo sonriéndome y eso me hizo esbozar una sonrisa chiquita.
-Te asusté-celebró y asentí con la cabeza- solo quería hacerte reír, te noté muy mal, y mi comentario fue desubicado...-se volvió vergonzoso.
Tomé aire y solté un suspiro.
-Estamos en la cuerda floja Peter, obviamente vamos a hacer cosas incoherentes y estúpidas, vos estas perdido, yo estoy perdida, ni una brújula lograría orientarme
Él se quedó mirándome fijo.
-Puede que sí... que pase eso..
Ambos asentimos con la cabeza y me puse de pie, a Peter le entró una llamada en su celular y me explicó que tenía que irse, le abrí la puerta, y al cerrarla noté que me sentía sola, y en todo el momento en el que Peter estuvo conmigo, a pesar de que estuvimos en silencio me sentí bien.
Sorprendente.
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Volver a despertar
FanfictionDos almas rotas y perdidas, un camino por recorrer, ¿vale la pena intentarlo?