Capítulo 17 "Un sueño dentro de una pesadilla"

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Mis amigas llegaron y Peter se fue, negocié con él que se vaya a un café para poder hablar con más libertad, mis amigas preocupadas se sentaron una por un lado y la otra por el otro.
-¿Cómo estas hoy?-Eugenia estaba seria, lo cual pocas veces ocurre eso.
-Bien... Acostumbrándome a no hacer movimientos bruscos-esbocé una pequeña sonrisa- voy a mejorar, a mi ritmo pero voy a sanar.. el cuerpo
-¿Y el corazón?-Candela y su sexto sentido.
Se hizo un silencio profundo.
-Tal vez... tal vez esté sanando, pero para eso va a seguir haciendo falta tiempo, no puedo olvidarme del amor de mi vida de un día a otro-las miré seria, a ellas les cambió la cara, sabía perfectamente que tenían ganas de celebrar- no me digan ningún comentario desubicado con respecto a Iván, él no está entre nosotras cómo para defenderse
-Defenderse-Eugenia se rió irónica- si tuviese que defenderse eso sería porque algo hizo, ¿no?
-No quiero hablar de esa parte de mi pasado ahora-le puse los puntos- hay... hay otras cosas que están pasándome, y tengo que enfocarme en eso
Candela me miró sin entenderme, y Eugenia se quedó pensativa.
-¿Te diste cuenta de que nunca conociste lo que realmente es el amor?-insistió.
-¡No tarada! ¡No estoy hablando de ese tema ahora!-se me llenaron los ojos de lágrimas- pasó... estoy embarazada, yo no lo sabía, me enteré después del accidente, por eso la enfermera quería hablar conmigo a solas
Eugenia y Candela se quedaron estáticas, sobretodo porque sabían mi historia con la maternidad, que siempre soñé con ser madre y con mi perdida.
-Es... ¿es de Peter?-Candela me preguntó lo obvio, asentí con la cabeza- wow... tu cabeza sí que debe ser un caos en este momento
-Mi cabeza es un caos desde hace tiempo... ¡y ahora peor!-me reí del nerviosismo- yo... no estaba lista para algo así, pero ahora que lo sé, que es una realidad no puedo dejar de pensar en otra cosa, y en que se me dio pero de la manera menos esperada-me emocioné- estoy viviendo un sueño... pero en el medio de una pesadilla... y cada vez se vuelve todo más raro porque Peter me confunde, es un ser humano especial.. particular, muy particular.. y... se estuvo portando bien conmigo, me dijo unas cosas inesperadas
-¿Cómo qué?-Eugenia elevó sus cejas interesada.
-Que le gustaría tenerme cariño, pero que no puede.. y que no me ilusione, que nuestra prioridad sólo va a ser nuestro bebé y que va a estar a mi lado por eso-dejé de llorar para volverme seria- entiendo el miedo que tiene a volver a sentir, porque es mi mismo miedo... tengo miedo de sentir algo fuerte por alguien y perderlo, estoy feliz con la noticia de mi bebé y al mismo tiempo temo perderlo cómo en el pasado
-Vas a estar bien amiga, si tu bebé sobrevivió al accidente es porque tiene unas furiosas ganas de venir a este mundo-Eugenia me animó, elevó sus cejas y me sonrió-¿cuanto tiempo tenes?
-Dos semanas y algo, es muy reciente
-Así que tenes joda mucho más de lo que nos contas-Candela me miró con picardía y solté un suspiro.
-No tengo porque reportarles cuantas veces cojo por semana-dramaticé- igual, creo que ahora se me terminó la "joda" todo mi cuerpo tiene heridas por sanar, siento que me dolería todo
-Bueno, tenes un tiempito para sentirte mejor-Eugenia me palmeó suavemente un hombro, preocupando no hacerme doler- y después volves a ser libre de hacer lo que quieras
-No tan libre-le aclaré- no puedo hacer parapente o anotarme a un torneo de skateboard
-Sos tan dramática-Eugenia se rió- hablaba del sexo..
-No puedo creer que tus neuronas siempre piensen eso-me reí- en los vínculos no todo se resume a sexo, hay otras cosas... poder hablar.. poder divertirte, reírte mucho y que sean cuidadosos con uno..
-Estas describiendo a la antítesis de Iván-Candela puso su mano frente a ella para prevenir que intente golpearla-¡no me mates boluda! ¡Es verdad! ¿Peter es la persona que estas describiendo?
-Me agota tanto hablar con ustedes, ¡mi paciencia se agota!-suspiré- che, ¿quién va a comprar facturas? Tengo mi primer antojo-mentí y ambas se pusieron felices- que rico, medias lunas de manteca, cremona, cuernitos y un licuado de maracuyá-les pedí cosas jodidas- ah y me encantaría probar ese dulce que tiene crema de pistacho, pero no se consigue en todos lados
-¡Voy a comprar el licuado! Y el dulce de pistacho-se ofreció Eugenia.
-¡Y yo voy a la panadería! A una de las mejores-Candela me sonrió.
Ambas se fueron y al quedarme sola salí al patio, miré las macetas que solían tener plantas, ahora estaban todas secas, muertas, eso me dio pena porque yo solía cuidarlas mucho, pero con todo lo que pasó dejé de hacerlo.
Aproveché para salir de mi casa y caminé hasta la cafetería, ahí vi que Peter charlaba con una mesera, ella parecía estar interesada en él, pero él estaba a años luz de registrarla, realmente no tenía ojos y sentimientos para otra persona.
Peter me sonrió al verme y eso me dio cierta satisfacción, me genero alegría.
-Hola-lo saludé-¿ya terminaste de trabajar con la compu?
-No estaba trabajando, estaba haciendo trámites y bueno.. recibí una propuesta-se volvió serio- me escribieron del gobierno de Estados Unidos, quieren hacer un especial para rememorar a los fallecidos en el terremoto-su respiración se aceleró- y tendría que volver a viajar... me harían preguntas, y sería doloroso-se le entristeció la mirada.
Me senté enfrente suyo y estiré mis brazos.
-Dame las manos-se lo pedí, Peter me hizo caso y agarré sus manos con mis manos-está en vos la decisión de volver o no... no sé si va a hacerte bien, a lo mejor sí, podes terminar con tu duelo, o liberarte de las culpas... vos no hiciste nada malo Peter, simplemente fue algo que pasó-lo intenté animar.
Peter suspiró y me soltó de las manos.
-Voy a ver que hago, las grabaciones arrancan dentro de una semana-hizo una pausa y cambió abruptamente de tema-¿y tus amigas? ¿Qué les hiciste?
-Las tengo atadas de manos y pies en el sillón, me escapé para ver en que andabas y me encontré con la siguiente situación, la mesera quiere comerte vivo-quise hacerlo reír y se rió.
-¿Estas segura?-el tarado no era consciente de su belleza, ¡que bronca!
-Playboy, sabes que tenes una linda carita, y tenes cierto encanto-le abofeteé suavemente una mejilla, eso captó la atención de Peter y se quedó mirándome, cambié de tema volviendo al anterior- las mandé a cumplirme mi primer "antojo", me estaban sofocando, y van a tardar un rato MUY largo, ¿me haces compañía mientras ellas vuelven?
Peter me miró firme a los ojos, dudó y miró a la mesera, me hizo señas para que acerque.
-La cuenta por favor-le habló a ella y después a mi- ¿puso mala cara?-elevó sus cejas y negué con la cabeza-imaginaste cualquier cosa Lali
-Acá está-la mesera me miró, sentí su mirada en mi espalda.
Peter pagó en efectivo y antes de que devuelva la cuenta revisé el ticket, ahí había un número de teléfono.
-¡MIRÁ!-le refregué en la cara la evidencia de que lo que le había dicho era cierto.
Juan Pedro se cruzó de brazos serio y se le escapó una risa.
-Cómo si me interesara-se puso de pie y guardó su computadora en una mochila- en mi cabeza hay cosas más importantes que seducir y eso, no tengo ganas de eso, ¿tendría que dejárselo en claro?
-Es tu problema, no el mío Peter
-Da igual, mejor no digo nada, hablando de cosas importantes, volvamos a tu casa, así descansas un rato antes de que vuelvan tus amigas
Cambié por detrás de él y al llegar a la puerta me encontré con mis amigas, ellas se miraron cómplices entre ellas.
-Qué escurridiza andas Mariana-Candela me jodió y quise matarla- ¡si querías intentar ligar con el padre de tu bebito hubieses sido claro!
En el intento por pisarle el pie a Candela le pisé el pie a Peter, los dos nos quejamos, yo porque tenía dolores corporales y él porque fue mi culpa.
-Te trajimos un poco de todo, el licuado de mango, varias cosas de la panadería y el dulce con crema de pistacho-Eugenia elevó sus cejas y sonrió- bueno, te dejamos comer parte de todo eso con Peter
-No hace falta que se vayan-él trató de detenerlas, pero fue en vano, mis amigas me abandonaron para que me quede a solas con él.
-Que ridícula
-¿Tantos antojos juntos ibas a tener?-Peter miró las bolsas que Eugenia le encajó, yo solamente sostuve el vaso descartable con licuado con mango,
-Quería que tarden, hicieron mucho más rápido de lo que calcule
-Pero ahora tenes comida para varios días-Peter me señaló nuevamente las cosas.
-Voy a escribirles más tarde para agradecerles, no fui muy amable recién, ¿no?
-Tampoco fuiste una bruja-su intento de ser gracioso me dio ternura- entonces tus amigas saben nuestro secreto.. ¿alguien más Lali? ¿Tus papás?
-Mis papás todavía no aterrizaron, y es muy reciente Peter, a mis amigas les conté porque necesitaba desquitarme, poder hablarlo.. y bueno, nadie más lo sabe, ¿tus papás o algún amigo?
-No-negó enfáticamente con la cabeza-es... es un tema delicado cómo para hablarlo de la nada-nos sentamos en el sillón del living, yo agarré una medialuna y la mordí- estoy tratando de hacerme a la idea de lo que pueda opinar la gente, que no solo fui irresponsable, que no respeté la memoria de Marina y me dio igual todos los años que pasamos juntos.. todo su amor... toda su entrega.. que justo se muere y de un día al otro soy padre-dejé de masticar la media luna y la dejé sobre la bolsa, me limpié las manos con un papel y seria lo miré.
-Hay una carga muy pesada en tu interior..-adiviné lo obvio- no debería porque importarte la opinión de la gente, ¡sobreviviste a un suceso de mierda! ¡Lo que más mereces es ser feliz! Entiendo que te de culpa, entiendo que te traiga varios pensamientos contradictorios, yo en tu lugar.. ¡me chuparía un huevo lo que opinen los demás! ¡Estoy viva Peter! ¡Y si todo sale bien voy a tener a un bebé que tiene más ganas de vivir que vos y yo juntos! Debería aprender de eso... y dejar de pensar tanto..-se me formó un puchero, me quebré pero lo dije, todo lo que estaba pasándome.
Los ojos se me llenaron de lágrimas y Peter me sorprendió dejando un beso en mi frente.
-Creo que tenes razón... pero no es fácil Lali-también se le formó un puchero.
Yo le dejé un besito en una de sus mejillas.
-Ser duro con uno mismo es muy jodido... y.. deberíamos hacer el intento, de ser más amables-solté un suspiro.
Peter me acarició con uno de sus pulgares, una de mis mejillas, la punta de mi nariz y la comisura de mis labios, después deslizó su pulgar por mis labios.
Una pequeña sonrisa se le asomó, Peter negó con la cabeza y volvió a mantener su postura rígida.
-No puedo..-me miró a los ojos.
-Ya lo sé, y está bien Peter, así te acepto-asentí con l cabeza.
La carita de Peter cambió, se volvió poco iluminada y pensativa, estaba tan metido en sus pensamientos que en el medio me lavé las manos y preparé dos tés.
-Uno para vos y otro para mi-le pasé una taza.
Peter levantó su mirada y quise disfrazarlo, sus ojos decían mucho y al mismo tiempo nada, él quería hablar, pero estaba constantemente reprimiéndoselo.

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