Capítulo 21 "Permitir que te quedes a mi lado"

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Aproveché el día que teníamos con Peter libres antes de volver a Buenos Aires, caminamos por Santa Mónica y después entramos a un shopping, y nos pusimos a ver cosas para bebés, recién ahí fui consciente de la realidad, estaba embarazada de un bebito, y que tampoco sabía que era.
Elegí algunos pares de medias miniatura, un enterito y juguetes, Peter dio vueltas por todo el negocio nervioso.
-¿Qué pasa?-le llamé la atención- ya se que es MUY fuerte esto, lo de que vamos a se padres juntos, pero acá todo es más económica, estoy eligiendo cosas básicas
Peter me sostuvo fuerte de la cintura y me empujó hacia el suelo, de golpe escuché ruidos, disparos, la gente que estaba en el local comenzó a gritar y a correr de un lado a otro.
-Lali-me habló en voz baja- vamos a salir de acá juntos, voy a necesitar que corras, yo voy a estar cubriéndote, si pasa algo vos seguí corriendo, no me esperes, vos estas primero
Mis ojos se aguaron y negué con la cabeza mientras temblaba de miedo.
-No voy a..
No pude seguir, escuché  más ruidos, el hombre que sostenía el arma estaba acercándose al sector donde estábamos, Peter me dio la orden de correr, en el medio de eso tuve que esquivar cuerpos, cadáveres todos ensangrentados.
Se me revolvió el estómago pero corrí por mi vida.
-¡PETER!-lo llamé al girarme y ver que lo estaban persiguiendo.
-¡CORRÉ LALI!-me gritó y corrí, no quería dejarlo atrás, seguí corriendo para salír del shopping, al llegar a la puerta escuché tres disparos seguidos.
Me escondí detrás de un auto y me quedé en cuclillas, llorando en silencio, conteniendo las ganas de gritar, temía que Peter también se hubiese ido del  plano terrenal.
Le hablé toda acelerada a un grupo de gente que estaba toda junta aterrada, me avisaron que ya habían llamado a la policía.
Esperé minutos y minutos, completamente movilizada comenzó a bajarme la presión, los médicos que llegaron me asistieron y dejé de ver, me desmayé.

Abrí mis ojos desconcertada, ¿donde estaba? ¿Qué había pasado? ¿Qué día era?
Vi pasar para mi gente en camillas, alrededor también había gente llorando, se me erizó la piel.
Una enfermera me habló en inglés y recordé que estaba en Los Angeles.
Cerré mis ojos por un momento cuando se me vino un primer recuerdo, los gritos, los disparos, Peter hablándome en voz baja, él siendo valiente.
Revivir esas imágenes me hicieron llorar, y desesperada en español le hablé a la enfermera, le repetía una y mil veces donde estaba Peter, la enfermera llamó a otra que sí sabía español.
-Juan Pedro Lanzani-le dije su nombre entero- ¿está en esta clínica?
La enfermera revisó una lista y negó con la cabeza.
-¡¿Me estas mintiendo?! ¡No me mientas! ¡Seguro está en la lista!-me desesperé- a ver-le saqué la lista de las manos, leí cinco Peter distintos, ninguno con apellido- necesito ver a cada uno
-No se puede-la enfermera negó con la cabeza- están en observación
-¡Necesito encontrar al papá de mi bebé!-me quebré.
La respiración se me aceleró y a los segundos sentí que perdía aire, estaba ahogándome.
La enfermera me mandó a sentarme nuevamente en la camilla y me dio un respirador, me calmó con palabras.
-Vamos a encontrarlo-me lo prometió.
Yo no sabía si su promesa iba a poder ser cumplida, tenía mucho miedo de no encontrarlo, pero más de encontrarlo y sin vida.

Caminé por la clínica y dejé de entender el idioma, mi cabeza no estaba para procesar el inglés, lo único que me mantenía con "energía" era encontrar a Peter.
Visité varias habitaciones multitudinarias, y a muchas cuando llegué ya faltaban cuerpos, o veía cuerpos sin vida, el miedo mío iba aumentando
No quería perder la esperanza, me mentalicé para pensar en positivo.
Cansada paré de caminar y corrí al baño por mis malditas nauseas pero por suerte no me pasó nada, me senté en el suelo y apoyando mi espalda contra la pared.
Se me escaparon lágrimas de los ojos e intenté ponerme de pie.
-Hola-me habló una chica en español- sos latina, ¿no?
Asentí con la cabeza.
-Mi familia también, yo soy Catalina, Cata... ¿necesitas ayuda en algo?
-Creo que necesito hacer unas compras en la farmacia, algo para el dolor de cabeza que se me parte, pero no sé exactamente que puedo tomar-hice una pausa y suspiré- estoy embarazada
-Bueno... Bien, yo puedo hacer esas compras, esperame acá-me sonrió con una sonrisa chiquita, asentí con la cabeza y quise resistir, pero fue inútil, seguí llorando.
Catalina volvió con una bolsa, tomé una pastilla después de abrir una botella con agua.
-Me la recetó la enfermera, podes tomarla-me miró a los ojos.
-Gracias..-solté después de dos minutos- estoy.. estoy perdida, no sé donde esta Peter
-¿Quién es Peter? A lo mejor puedo ayudarte
-¿Porqué me ayudarías?-me extrañé.
-Mi pareja está en situación crítica, luchando por su vida... fue víctima de un loco, un enfermo mental-se entristeció- y si quiero que encuentres a tu pareja o a quién sea que sea ese Peter, no perder la esperanza, los milagros sí pueden ocurrir..
Y pensé en mi bebé, fue un milagro que se salvara por primera vez, y un milagro que haya pasado eso una segunda vez, bueno, en realidad no lo sabía.. me entró la duda.
Salí disparada del baño para llenar a la enfermera de preguntas, la busqué por todos lados sin éxito, Catalina me acompañó.
-Tu bebé esta bien Mariana-la enfermera despejó mi duda cuando finalmente la encontré - hay un Peter en la habitación 501 que despertó
-¿Puedo ir?-la miré ilusionada.
La enfermera asintió con la cabeza.
-Conmigo, y solo vos-miró a Catalina- perdón, el paciente está delicado
-No pasa nada-Catalina me miró y me saludó con la nada-suerte
-Gracias-la saludé con la mano nuevamente con pánico.
Caminé, me subí a un ascensor, al llegar al piso cinco la enfermera me condujo hasta la supuesta habitación, y al entrar me puse blanca, frente a mi vi a otro cadáver.
-Debió haber muerto recién-la enfermera se lamentó-lo siento
-No... no es mi Peter-negué enfáticamente con la cabeza- este no es Peter, mi Peter
-Entonces... podes buscándolo, hay un Peter en otra clínica, me llegó hace.. -miró el reloj de su mano- creí que podía ser éste hombre, el otro fue trasladado desde este, aparentemente no esta muy grave
Tomé aire y solté un suspiro de alivio, pero no iba a terminar de sentir alivio hasta no verlo a Peter bien con mis propios ojos.
-Gracias-le agradecí- necesito el dato de donde esta y que me permitan corroborar si es él
-Voy a darte un permiso especial, pero si no es él tenes que retirarte
Asentí con la cabeza mientras se me revolvía nuevamente el estómago.
Pedí un taxi con una app y esperé impacientemente, toda nerviosa.
-Gracias-le pagué en efectivo y ni procure en esperar el vuelto, bajé del auto rápido.
Llegué al mostrador, hablé en inglés y otra vez me agarró una laguna mental, al hablar mezclaba el español, o palabras en spanglish.
-Mariana Espósito-la recepcionista finalmente me entendió- sí, hay un Peter en la guardia médica, podes ir solamente para corroborar si es la persona que buscas
Hice una reverencia y aceleré mi paso, atravesé todo el pasillo esquivando a gente que estaba lastimada y esperando a que salga de la guardia más gente.
Paré caminar, toqué la puerta de una habitación y cerré mis ojos, apoyé mi mano sobre mi pecho, mi corazón latía a mil cuando me abrieron la puerta, le pedí permiso al hombre que lo hizo y pude entrar.
Entré y lo vi... Peter estaba pálido pero despierto, VIVO.
Al verme sus ojitos se llenaron de lágrimas, me abalancé y la enfermera que estaba cerca suyo me pidió que tenga cuidado.
-Hola-Peter me saludó- estaba muy preocupado por vos..-hizo una pausa- pero por suerte estas bien, veo que estas bien-siguió emocionado.
-Ahora estoy bien-se me formó una pequeña sonrisa-¡ahora que te veo bien! Bueno, estas bien, ¿no?
-Más o menos.. me dieron dos tiros en una pierna pero estoy-se puso serio y a mi se me formó un puchero, ambos queríamos llorar- perdí mucha sangre, voy a tener que quedarme, y poco a poco sanar..
-¡Otra vez sanar!-repetí odiada-¡basta de sanar todo el tiempo! ¡¿No podemos sanar todo de una buena vez?!
-Ey Lali, voy a estar bien...-me miró de reojo y me puse a llorar, todo fue demasiado para mi-no llores La...-me lo pidió casi que suplicando- no me hagas llorar
-Estoy triste Peter... estoy muy triste, antes de encontrarte vi a gente morirse frente a mis ojos, tenía muchísimo miedo de no verte más.. y de no poder...-me reí del nerviosismo- decirte que te quiero... te quiero, igual que vos a mi-me intimidé.
Peter me hizo señas para que me acerque.
-¿Qué?-elevé mis cejas sin entenderlo del todo.
-Quiero un beso-pidió cómo si fuera algo totalmente normal.
-Peter no me estas pidiendo un vaso con agua-aclaré.
-Quiero besarte Lali, pero no me puedo mover, por favor, ¿serías tan amable de darme un beso?-me hizo puchero.
Asentí rendida y antes de besarlo lo miré, le miré la carita y le acaricié el pelo.
-¿Porqué Peter?
-Porque quiero.. y porque te quiero... y porque me queres-bajó el tono de voz y eso me llamó la atención- nos queremos, por lo menos un poquito... y..-hizo otra pausa y su mirada se quedó perdida- no quiero perderte, creí que te había pasado algo, que te había perdido-su voz era demasiado vulnerable y desgarradora- Lali si hay algo que no puedo es perder a otra persona más, no puedo, no quiero.. me niego a perder..
-¿A perder en general o perderme?-dudé.
-Sobretodo a perderte tonta-me llamó la atención, elevó sus cejas-¿me das un beso?
Acerque mi cara a la suya y mi nariz quedó rozando la de Peter, le acaricié sus labios con mi pulgar, su boca se quedó entreabierta.
-Por favor-jadeó.
Asentí y choqué mis labios con los suyos, lentamente ambas bocas jugaron a un encuentro y desencuentro, le acaricié una de sus mejillas con sumo cuidado.
-¿Mejor?-le sonreí cómo pude.
-Mucho mejor-me sonrió con una sonrisa chiquita- quiero irme a la mierda, quiero irme se acá, pero tengo que quedarme por un tiempo más
-Tiempo al tiempo Peter, es solo un tiempito más.. lo importante es que estas.. estas vivo... dentro de todo estas sano y...
"Y mi bebé va a tener a su papá" pensé para adentro, el alivio fue tan grande que no pude ocultar mi sonrisa, me lancé a besarlo de nuevo hasta que la enfermera me pidió que me aparte, que deje a Peter descansar.
-Ella no sabe toda la mierda por la que pasamos, ¡no me importa nada Peter! ¡Quiero estar acá a tu lado y ya! ¡Qué me lo permita!-me escandalicé y él me tomó de la mano.
-Lo sé Lali... pero tenes que hacerle caso, prometo que al irme de acá voy a permitir que te quedes a mi lado todo lo que quieras
Que esas palabras vengan de la boca de Peter fue mucho, porque no esperé ese cambio rotundo, yo estaba vulnerable, emocional y traumada, y él por algún motivo no me apartó, me prometió que iba a poder estar a su lado.
Tuve que salir y quedarme esperando por horas sentada en el pasillo, y las horas siguieron pasando... y cada ve mis ojeras aumentaron, me costó comer pero lo hice auto obligándome, cuando a Peter le dieron el alta todo fue felicidad, sin ser bruta lo abracé.
Él lloró en silencio haciéndose el fuerte, creyendo que yo no lo estaba notando.

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