Capítulo 3 "No tan distintos"

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Pasaron dos días en las que mis papás no dejaron de llamarme para preguntarme si necesitaba algo y si necesitaba que pasen a hacerme compañía, me resistí a eso porque yo necesitaba encontrarme a mi misma en la soledad.
Al tercer día me vestí de joggin y remera larga grande, lo más anti estético del mundo, se me terminó la leche para el café y el café, dormir no había sido una opción, me auto torturé de esa manera, quería acelerar el proceso de sanar emocionalmente y para eso tal vez la mejor opción era no dormir, meditar, seguir pensando, sí, hice lo que le recomendé a Juan Pedro no hacer.
-Gracias-le sonreí cómo pude a la cajera del almacén cerca de mi casa, agarré la leche y el frasco de café, lo metí en una bolsa.
En modo zombie caminé y llegué hasta la puerta, busqué mis llaves y no las encontré, de pronto me asusté porque me tocaron la espalda, me volteé dispuesta a defenderme y le pegué una trompada a Juan Pedro.
-¡Sos un idiota!-lo puteé.
-Pasé por la puerta de tu casa, toqué el timbre unas diez veces para que me devuelvas mi brújula y nada... y de pronto vi que habían unas llaves en el suelo, y fui considerado Mariana-elevó sus cejas- intenté abrir la puerta y me di cuenta que eran las llaves de tu casa, pero fui considerado y para que no te infartes del miedo te espere pacientemente-se cruzó de brazos- y me pegas
-¡Sólo actué en modo de defensa Juan Pedro! ¡Estoy con un cansancio de la puta madre, irritable y mis reflejos no me están ayudando ni a sostenerme bien derecha!-exploté, le saqué las llaves de la mano a Juan Pedro y abrí la puerta de mi casa-¡pasá estúpido!
Él entró y lo primero que hice fue guardar la leche en la heladera.
-¿Mi brújula? Así me voy y dormís, ¡y tu humor cambia! Tenes unas ojeras enormes
-NO SE DONDE ESTA TU PUTA BRÚJULA-salté a la defensiva, aunque eso era cierto, no tengo idea de donde la metí.
-Vas a buscarla ahora mismo-se puso autoritario y eso me cayó para el orto.
-¡¿No ves que estoy en modo inútil?! Necesito dormir pero no quiero dormir, porque si me duermo y me despierto voy a volver a corroborar que toda la mierda que pasé fue real
Y me quebré, me puse a llorar con poco ánimo, me senté en el sillón y Juan Pedro hizo lo mismo, se sentó a mi lado, me tuvo empatía y a su manera trató de calmarme.
Lloré tanto que la energía se me agotó del todo, cerré mis ojos y me dormí.

Luz, la luz y el olor a comida quemada me despertó, todas las luces de mi casa estaban encendida, por lo menos las del living y la cocina.
-Hola zombie durmiente, tenes mejor cara-¿acaso intentó ser gracioso?- estas medio zombizada
-¿Qué estas haciendo?-me extrañé, me desperecé y bostecé.
-Es de mala educación lo que estas haciendo-comentario de mierda.
-Lo sé, sólo que todavía tengo sueño, hace días no duermo...-pausa- ¿usaste mi cocina?
-Sí.. cociné algo, son las doce de la noche, y no tuve éxito-me miró apenado- hice fideos, y me distraje con otras cosas, la olla se quedó sin agua y pasó bastante tiempo
-¿Arruinaste mi olla?-elevé mis cejas y también me volví seria.
-Se quemó bastante, igual, le puse agua y detergente para que se vaya aflojando-se quedó en silencio-perdón, la buena acción del día me salió mal, si la arruiné te pago el arreglo
-Pedro las ollas no se pueden arreglar, no es cómo los electrodomésticos que los podes llevar a un servicio técnico-me hizo soltar una risa, eso lo sorprendió y al parecer lo contagié, soltó una pequeña carcajada- vas a tener que comprarme otra
-Bueno... primero esperemos a ver si los fideos pegados se despegan-se encogió de hombros- cociné para vos, en pocos días adelgazaste.. y eso no es una buena señal
-Lo sé y.. gracias por tu buena acción del día, aunque haya resultado fallida-nos quedamos mirando profundamente a los ojos por unos segundos hasta que me sentí rara, ¿incómoda?-puedo pedir pizza.. así cómo, y vos también
-Si pedís pizza pago yo, a modo de disculpa-su vergüenza me dio.. ternura.
-Y yo busco tu brújula-suspiré y él asintió con la cabeza.
-Pido pizza desde mi teléfono, una app, ¿de que te gusta?
-Vas a odiarme por mi gusto, pero me gusta la hawaiana, muchos la consideran una abominación, un respeto al ser humano
-La hawaiana es mi favorita-elevó sus cejas.
-¿Estas queriendo quedar bien por arruinarme la olla?-me dio risa.
-No.. realmente es mi favorita-se le formó la misma sonrisa chiquita de antes.
-¿No estas jodiéndome?-me extrañé.
-No Mariana-negó con la cabeza- es más voy a pedir dos hawaianas, y si sobre tenes comida para otro día
Me crucé de brazos.
-Ok..-acepté poco convencida de su argumento con respecto a su gusto de pizza favorita- voy a intentar encontrar tu brújula
Me puse de pie y revisé en los cajones de los muebles del living, entre los libros y esculturas, nada.
Revisé en las mesas, en mi habitación y hasta en el baño, nunca se sabe lo que puede llegar a hacer uno con las cosas, menos si está muy dormido.
-No la encontré por ahora-suspiré volviendo al living, al hacerlo noté que la mesa estaba puesta-¿y esto?
-Se supone que la comida tiene que llegar en cinco minutos
-¿Y porqué las servilletas de fiesta?-elevé mis cejas.
-Porque no encontré las comunes
-Pedro, ¿quién en su sano juicio usa servilletas para comer todos los días? Se usan para juntadas, fiestas..
-¿Y vos que usas?-me miró extrañado, ¡¿acaso estaba preguntándomelo enserio?!
-Papel higiénico-lo jodí.
-¡¿Qué?!-se escandalizó.
-Es una jodita Pedro, rollo de papel-me reí-¿naciste en cuna de oro? ¿Sabes el presupuesto que se me iría en en eso?
-No, en cuna de plata, casi-¿volvió a bromear?- sorry por no saber que hay tanta diferencia de precio entre el rollo de papel de cocina y las servilletas de fiesta-sarcástico-hizo una pausa-entonces... ¿porqué estabas vacacionando en Estados Unidos?
-Porque con mi novio laburamos cómo dos explotados para poder conocer distintos lugares de ahí
-Perdón..-se mostró arrepentido.
El timbre sonó y menos mal que interrumpió nuestra conversación que se volvió incomoda, Juan Pedro se acercó a la puerta y pagó, yo abrí la caja de pizza y me sentí de mejor humor.
Comí sin agradecerle
-Perdón-volvió a repetir sin agarrar una porción- no hago más que cagarla con vos, es que la realidad es que no te conozco, lo único que sé es que ambos atravesamos la misma mierda, pero no sé de que laburas, no se cual es tu situación económica, no se cuales son tus valores..
Lo interrumpí.
-Soy una simple abogada de las que no ganan mucho, estoy de licencia, soy de clase media y suelo ahorrar, y mis valores..-me quedé pensativa- monogamia o bala, familia, aprender de la vida y buscar siempre la felicidad
Mis ojos se aguaron, FELICIDAD, lo lejos que estoy de eso ahora, y también de la monogamia, perdí a mi compañero de vida.
-Yo soy Juan Pedro Lanzani-se presentó con su nombre completo- eso lo sabes porque nos sacaste pasajes, suelo viajar mucho trabajo, soy abogado pero de los que ganan mucho-me miró firme a los ojos y me sorprendí- vengo de una familia de abogados importantes, todos alumnos diez durante la universidad, no suelo hacer las compras, mi novia las hacía y gastaba lo que se le cantaba-soltó un suspiro y sentí la tristeza en su voz- la extraño... la extraño a ella.. yo no era la típica persona monogamia o bala, todo lo contrario, pero después de conocerla supe que quería que ella sea mi familia, casarnos...Tener varios hijos.. me cambió para bien
Se quebró.
Me puse de pie y me senté a su lado, no sé porque pero tuve un impulso muy grande de contenerlo, lo abracé y lloró, y yo también lloré, me di cuenta de que a pesar de ser distintos no éramos muy distintos, nosotros habíamos terminado queriendo lo mismo, y esa gran oportunidad que nos dio la vida de un día a otro se fue, perdimos el rumbo y con eso la oportunidad de vivir felices.

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