A las nueve de la noche, la mayoría de los habitantes de Arrowbrook, una ciudad ubicada en el estado de Massachusetts, Estados Unidos, se encuentran en sus casas, a excepción de aquellos que trabajan en los clubes nocturnos o los restaurantes disponibles las veinticuatro horas.
Sin embargo, lo que ninguno de ellos se imagina es que mientras están ocupados con sus propios asuntos, al interior de una mansión de estilo victoriano se está llevando a cabo una reunión, se suelen contar muchas historias escalofriantes a los niños para evitar que se porten mal, los adolescentes humanos aprovechan para asustar a sus amigos.
Esos relatos tienen una pequeña parte de la verdad, pues la reunión es organizada por Imogen Hale, la líder de la comunidad hechicera de Arrowbrook, también conocida con el título de Suma Sacerdotisa, es muy respetada no sólo por su propia gente.
—Gracias a todos por venir—habla Imogen, la anfitriona, vistiendo una túnica morada—, como sabrán, la Feria del Otoño se aproxima, igual que cada año, debemos preparar todo para honrar a nuestra Madre Luna.
—Vamos a realizar la distribución de tareas—dice un hombre afrodescendiente, cuyo nombre es Patrick Onyango, el primer hechicero del Consejo—, el banquete le corresponderá a Giovanni D'Amato, si está de acuerdo con aceptar. La decoración le corresponde a Aimeé Broussard. Los juegos para los niños correrán por cuenta de Dylan MacNamara.
El señor Onyango intenta encontrar entre los presentes al mencionado, notando que está ausente.
—Mi señora, Dylan MacNamara no vino a la reunión.
—Siempre es lo mismo—Imogen suspira a la vez que niega con la cabeza, dirige la mirada hacia dos chicos, donde a su lado hay un asiento vacío, reservado para el ausente—, no se preocupe, yo misma me encargaré de avisarle que...
Las puertas del pequeño salón se abren, revelando a una persona que viste una chaqueta cuya capucha cubre su identidad, Imogen no se sorprende, tampoco los asistentes de la reunión. El desconocido se quita la capucha, se trata de un joven de cabellos negros que contrastan con los ojos azules, brillantes como dos perlas.
—Llega tarde, señor MacNamara.
—¿Qué puedo decir? Tengo muchas cosas que hacer.
—Sí, por supuesto, es curioso que esté más ocupado que la Suma Sacerdotisa—Imogen suelta una risa sarcástica—. Me gustaría saber qué estaba haciendo, pero no quiero que nos haga perder más tiempo, sólo tome asiento y guarde silencio.
—Lo que usted diga, Suma Sacerdotisa.
Dylan se dirige a sentarse al lado de esos dos chicos antes mencionados, con quien comparte cierta semejanza física, pues se tratan de sus hermanos mayores, Theo y Hayden.
—Como decía—Imogen continúa hablando sobre la fiesta—, siguiendo la tradición vamos a trabajar en equipo con nuestros hermanos vampiros y licántropos para lograr que esta feria sea todo un éxito.
—¿No leíste mis mensajes? Te dije que era a las nueve en punto—Theo reprocha la impuntualidad de Dylan en voz baja.
—Estaba ocupado—Dylan se encoge de hombros.
—¿Con qué?—pregunta Hayden, el del medio, frunciendo el ceño.
—Es un secreto.
Theo pone los ojos en blanco al igual que Hayden al escuchar esa respuesta, cuando termine la reunión iban a averiguar lo que estaba haciendo, o al menos el mayor está más que dispuesto a saber el "secreto" de Dylan.
—La próxima semana nos reuniremos con ellos a fin de cuadrar detalles y distribuir los grupos.
—Pero hay un asunto más importante por el cual los hicimos venir a todos aquí—habla un hombre de rasgos procedentes del Sudeste Asiático, se trata de Dorian Wulandari, el segundo miembro del Consejo—, es sobre la ceremonia de sucesión.
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Los MacNamara y La Cofradía Sacrilega
FantasyEn un mundo donde los humanos son plenamente conscientes de la existencia de licántropos, vampiros y hechiceros, la convivencia no es totalmente pacífica, pues predomina la desconfianza del primer grupo hacia el segundo, considerándolos un auténtico...