Regresaron a través de un portal que creó Lucy, Theo sostiene un maceta artesanal con la planta Kiranna que le entregó el señor Maui, aparecieron en la sala principal de la casa MacNamara donde Imogen se encontraba esperando, se levantó del sofá para ir a recibirlos con una sonrisa de alivio, abrazando a cada uno de los hechiceros.
—¡Gracias a los dioses que están aquí! Pensé que tenía que ir allá por mi cuenta—Imogen se dirige a Lucy con un rostro de angustia—, ¿por qué no me enviaste ningún mensaje mágico?
Lucy deja escapar un suspiro.
—Bueno, para resumir tuvimos un par de problemas—explicó, mirando con el rabillo del ojo a Dylan—, de los cuales tuve que encargarme para evitar que la misión resultara un fracaso, afortunadamente todo salió como lo esperaba, nadie murió y tenemos el antídoto.
Imogen sonríe al ver la planta en cuestión sobre las manos de Theodore, él se la entrega con cuidado.
—Es hora de trabajar—dice caminando hacia la cocina para preparar la poción—, mañana será el tercer día, tenemos que darnos prisa.
—¿Cómo está Denny?—pregunta Dylan.
—¿Dónde está?—pregunta Theodore.
—Arriba, en su habitación—responde la Suma Sacerdotisa, sacando una olla para hervir agua.
El dúo se apresura a ver al hermano del medio, corriendo por las escaleras, afuera del cuarto se encuentran Ryan y Xavier apoyado sobre la pared con los brazos cruzados, dando a entender que estuvieron haciendo guardia en caso de que los hechiceros oscuros volvieran para matar a Hayden ahora que estaba indefenso.
Theo fue el primero en abrazar a su novio quien le dio un apasionado beso de amor mientras que Ryan aplicó un poco más de su fuerza al recibir a Dylan, haciendo tronar algunos huesos de la espalda y lo apretó contra su pecho como si fuera un peluche de felpa. Dylan suelta algunos quejidos de dolor.
—Te extrañé mucho—le susurró Ryan con dulzura.
—Y yo a ti, lobito—dice Dylan con la voz entrecortada—, te recuerdo que necesito respirar...
Ryan se sorprende por la brusquedad que ejerció contra el cuerpo de Dylan, apartándose para no seguir lastimándolo.
—Lo siento, es que me emocioné al verte de vuelta.
—¿Los licántropos tampoco tienen noción del tiempo como los perros?
Ryan ríe, extrañaba mucho escuchar esos comentarios sarcásticos, a pesar de que fueron dos días se sintieron como dos siglos.
—¿Estás bien?—preguntó Xavier, pasando con la mirada hacia cada parte de Theo para cerciorarse que no tiene ningún tipo de lesión, a simple vista no logra encontrar nada grave.
—No te preocupes—responde Theo, llevando una mano a la mejilla de su novio para que lo mire directo a los ojos—, me lastimé un poco pero los nativos de Mongkol me curaron.
—¿Nativos?
Xavier frunció el ceño.
—Creí que era un lugar deshabitado...
—Es una larga historia, te la contaré luego, primero quiero ver a mi hermano.
Xavier asiente e ingresa a la alcoba junto con el licántropo y Dylan, se lleva una desagradable sorpresa, Hayden está inconsciente sobre su cama, su piel es tan pálida como si fuera un cadáver, Theo puede observar que ha perdido peso a una velocidad anormal, como si hubiera pasado hambre durante meses en lugar de dos días.
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Los MacNamara y La Cofradía Sacrilega
FantasíaEn un mundo donde los humanos son plenamente conscientes de la existencia de licántropos, vampiros y hechiceros, la convivencia no es totalmente pacífica, pues predomina la desconfianza del primer grupo hacia el segundo, considerándolos un auténtico...