Capítulo 21

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Llegan al hospital, Hayden es puesto rápidamente en una camilla y llevado por las enfermeras hacia una sala de cuidados intensivos, Adam y los hermanos del hechicero quieren entrar pero no se los permiten, siendo obligados a irse a la sala de espera donde hay más personas aguardando por cualquier noticia de sus seres queridos que estuvieron en la feria cuando los oscuros atacaron, debido al número de víctimas apenas hay sillas disponibles.

El vampiro se sienta en cuclillas en un rincón, con el peluche de koala en manos, pasa una mano por su cabello mientras suelta sollozos.

—Se supone que debía protegerlo—murmura, mordiéndose los labios, las lágrimas se deslizan por sus mejillas.

—¿Cómo fue que pasó?—pregunta Theo con la voz temblorosa, limpiándose las lágrimas, trata de mantener la compostura.

—Fue muy rápido.

Adam se levanta, abrazando al koala, luce como un niño pequeño indefenso esperando a que el doctor le de noticias sobre sus padres.

—Un oscuro estaba apareciendo y desapareciendo en los espejos, después...emboscó a Hayden por detrás, lo apuñaló con una daga, no entiendo porqué no se curó con mi sangre.

Dylan está apoyado de espaldas contra la pared, con los brazos cruzados, no dice nada porque dentro de su mente se repita esa escena, Hayden pálido y sudando, un río de sangre saliendo de su abdomen, manchando su suéter, fue horrible ver cómo la vida se estaba apagando sin importar qué tan rápido hubieran llegado al centro médico, creyó que no tendría que ver a alguien así nunca más.

Al cabo de unos minutos, la compañía arribó al hospital. Xavier abrazó a Theo quien finalmente se derrumbó entre llantos, Ryan ya no estaba en forma de lobo, se veía como si no hubiera peleado contra hechiceros oscuros, no hay ningún rastro de sangre en su boca o manos, Dylan asume que después del combate fue a asearse.

—¿Qué pasó?—pregunta el licántropo, acercándose al hechicero.

Dylan suspira, baja la cabeza por unos instantes, cuando la levanta tiene los ojos cristalizados por las lágrimas, no puede explicar, su garganta está tan inundada de tristeza que las palabras que quiere soltar se quedan atoradas. Ryan envuelve sus fuertes brazos alrededor de Dylan quien apoya la cabeza en el hueco entre su cuello y hombros.

—Hayden—Dylan con la voz entrecortada, aquel lindo gesto ayuda a que recupere un poco la capacidad de hablar—...fue atacado por uno de esos oscuros, no pudimos evitarlo.

El lobo sabe que no tiene sentido decirle que se pondrá bien, no es suficiente consuelo, al menos no es el que necesita Dylan, lo único que pueden hacer es sentarse a esperar noticias del doctor que esté atendiendo a Hayden. Encuentran un par de asientos en la sala que logran ocupar junto a los amigos de Dylan.

—Llegamos apenas recibimos tu mensaje—Jane le comparte una botella de agua.

Dylan la toma, quita la tapa y bebe un poco.

—Nos alegra verte ileso—dice Niall con una leve sonrisa—, muchos del aquelarre...están muy mal. Pensábamos que algo te había pasado.

La botella de plástico empieza a deformarse en la mano de Dylan ya que está se encierra poco a poco formando un puño, reflejando la furia combinada con la impotencia.

—La verdad no sé si estoy feliz por haber sobrevivido.

—¿Por qué dices eso?

—Porque mientras estoy aquí, de pie con ustedes, mi hermano Hayden está en una sala de cuidados intensivos.

Lance pone una mano en el hombro de quien alguna vez consideró su peor enemigo, Dylan ni siquiera le presta atención, pues en su cabeza se repite una y otra vez el rostro de Hayden invadido por un dolor del cual desconocen su causa.

Los MacNamara y La Cofradía SacrilegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora