—Las parejas normales salen a cenar o van al cine, luego estás tú siendo poseído por un fantasma, demonio o lo que sea que entró a tu cuerpo, eso no se ve todos los días.
Jane no pudo evitar bromear después de que Dylan les contó lo que pasó la noche anterior.
—¿Qué es lo que harán la próxima vez? ¿Tener sexo en el cementerio? ¿O en el bosque bajo la luz de una fogata?
—Es algo serio—dice Niall—. No creo que haya sido un demonio porque te dejó una advertencia, los demonios nunca hacen eso a menos que se trate de reclamar tu alma para llevarla al infierno.
Dylan suspira, echando un vistazo a su cuadro sin terminar.
—Lo que me inquieta es qué va a pasar ahora—se cruza de brazos y llevándose una mano al cabello—, no quiero que suceda otra masacre.
—La única forma de saber quién es el espíritu es contactarlo.
—Pero eso es peligroso, si no tenemos cuidado podríamos dejar que algo maligno entre a nuestro mundo, ya tenemos suficientes problemas con los oscuros sueltos por ahí.
—Lucy puede ayudarnos—Jane saca su teléfono para escribirle a la hechicera—, tiene experiencia con estas cosas de ultratumba.
—Parece que alguien está muy enamorada.
Dice Dylan de forma burlona hacia Jane, quien no despegaba la vista de su teléfono durante toda la clase, pues estaba chateando con Lucy Barrow, después de que volvieron de Mongkol intercambiaron números y desde entonces no han dejado de hablar.
Aunque claro, ella no pudo evitar avergonzarse cuando Dylan lo descubrió, por lo que rápidamente guardó su celular, es la primera vez que está realmente enamorada a tal punto que no puede concentrarse en sus responsabilidades cotidianas, de hecho llegó tarde a clase porque estuvo en una videollamada con la bruja exploradora.
—¿Qué? No tengo idea de que estás hablando.
—Tienes razón—Dylan asiente, siguiendo la corriente—, no tengo la menor idea de que estás loca por Lucy Barrow.
Jane pone los ojos en blanco.
—No estoy loca por ella.
—Nada, en absoluto.
—¿Sabes? Tu sarcasmo a veces es irritante, está bien, lo admito, Lucy me gusta demasiado, más que cualquier otro chico con el que he estado, pero estoy preocupada.
Dylan frunce el ceño.
—¿Preocupada? ¿Por qué?
Jane deja escapar un suspiro mientras se gira, lista para desahogarse con Dylan, aunque él no es precisamente un buen consejero pero que de todas maneras la escuchará sin juzgarla.
—Nunca he estado en una relación lésbica, sólo me besé con una chica y fue con tragos de por medio.
—¿Y cuál es el problema?
—Me preocupa no ser la novia adecuada para Lucy, ¿qué tal si se aburre de mí y me cambia por otra? No lo soportaría, primero convertiría a esa otra en un sapo feo y la lanzaría a un pozo.
Niall se estremece al escuchar lo que haría en Jane en caso de que su enamorada entablara otra relación, en cambio, Dylan se rió.
—De acuerdo, antes de que se te ocurra lanzar un maleficio te voy a decir algo, no tiene nada de malo carecer de experiencia, lo importante es que disfrutes del aprendizaje de algo nuevo.
Jane se sorprende al escuchar la sabiduría en las palabras de Dylan, pues antes solía decir cosas como: "haz lo que quieras, ¿qué importa si está bien o mal? La vida es una", siempre despreocupado por las consecuencias de sus actos indebidos, por supuesto no puede negar que en este momento tiene razón.
ESTÁS LEYENDO
Los MacNamara y La Cofradía Sacrilega
FantasyEn un mundo donde los humanos son plenamente conscientes de la existencia de licántropos, vampiros y hechiceros, la convivencia no es totalmente pacífica, pues predomina la desconfianza del primer grupo hacia el segundo, considerándolos un auténtico...