2 de Diciembre

420 19 0
                                    

¿Qué hago a las ocho y media de la

mañana en la playa bajo un cielo plomizo

con alguien a quien apenas conozco y a

quien nadie llama por su verdadero nombre

desde hace años? Tal vez tengan razón los

demás y sea un medio delincuente,

aunque, pensándolo bien, de ser así la

noche del Mouse no me habría ayudado. Un

cabrón no se molesta en llevarte a dar una

vuelta por la playa y después te acompaña

a casa cuando te encuentras mejor. Un

cabrón se habría comportado como

Giovanni y me habría dejado allí plantada.

Por eso me siento cohibida y no sé qué

decir. No debería haberle contado lo que

dicen de nosotros en clase, fue una

estupidez. Tal vez ahora piense que me

gusta. Quizá sea justo eso. ¿En qué

piensas, Cero, mientras andamos sin

hablar, tú con tu cigarrillo y yo mirando ora

el cielo ora la punta de mis zapatos? Siento

un extraño hormigueo en el estómago,

pero no tiene nada que ver con que no

haya desayunado, sino con la emoción.

Quizá sea mejor que no hablemos; cuando

estoy tan nerviosa me tiembla la voz y

esbozo unas sonrisitas de lo más estúpidas

para disimular.

La primera vez que besé a un chico

estaba emocionada a más no poder y

temblaba como una hoja. Recuerdo que le

dije a Francesco que tenía frío con el rostro

apoyado en su hombro y que él me abrazó

fuerte, aunque no sirvió de nada, porque

seguí temblando. Por suerte estábamos en

invierno y hacía tanto frío que no podía

sonar a falso. En cambio, la primera vez

que hice el amor había bebido un poco y

fue mejor. Habíamos viajado a Roma y en

el hotel donde nos alojábamos conocimos a

unos chicos de Florencia. Marco me gustó

en cuanto lo vi, era un encanto y me hacía

reír. La primera vez lo hice con él, y me

alegro de que fuese con alguien a quien no

he vuelto a ver. No me pareció nada del

otro mundo, pero quería saber cómo era,

pues todas mis amigas (casi todas) lo

habían hecho y cuando sacaban el tema

me sentía idiota.

Marco se mostró amable (bastante) y

afectuoso, pero era un desconocido, y

La lluvia en tu habitación *Paola Predicatori*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora