Coconut & Cigarette [Yoontae]

Capítulo 38

El camino a Daegu había sido bastante largo. Hace tiempo que no visitaba su ciudad natal y los motivos eran obvios; trabajo, falta de tiempo y... recuerdos que aún le dolían de cierto modo. El viaje junto a Taehyung pensó que sería ameno, sin embargo, la situación era incómoda, lego del encuentro que tuvo con sus padres en donde acabo llorando hasta caer dormido en la cama hasta hoy en la mañana que despertó ya vestido y listo para viajar.

Le pregunto por la universidad y dijo que luego recuperaría el tiempo perdido, debido a la situación en la que se encontraba no lograba dar su cien por ciento como a él le gustaba y debían hacerlo para asegurar el cupo a Londres. Por más amenazas que recibiera por parte de su progenitor, Kim estaba decidido en irse de Seúl a cumplir gran parte de sueño que significaba mucho.

Cada que lo reflexionaba, la melancolía lo abrumaba. ¿Qué serían sus días sin Taehyung?

Al estacionarse, su pareja fue la primera en bajar y contemplar el edificio pequeño, que se notaba que era no más de dos pisos. Algo moderno claro.

El tatuador llegó en sigilo para entrelazar su mano con al del chico. El muchacho sonrió levemente y poso su cabeza en el hombro.

—¿Luego de esto estaremos bien? —preguntó Yoongi.

—Sí. No deberíamos alejarnos, has sido parte importante en esto y sabes que... te amo.

El hombre abrazó a su pareja y caminaron juntas hacia la entrada. En lo que era una escalera para llegar a la entrada principal, vio a una chica joven con un pañuelo celeste y un cartel entre sus manos que habla sobre "salvar las dos vidas", de paso le dedico una mirada de desprecio a Taehyung y a Yoongi.

Caminaron rápido, pero el intento fue en vano cuando una señora mayor se les cruzó.

—Todo estará bien...

—No deberías entrar. Te estás haciendo un daño enorme. —Hablaba con la voz rota interrumpiendo a la pareja. —¿Deseas romper un vínculo tan valioso como la de un padre y su hijo? ¿Ya oíste sus latidos? —preguntaba agobiando al menor. —Lo que tienes dentro es una bendición creciendo en tu vientre.

—No puede ser cierto... —Taehyung entro rápido tomándose la cabeza con tal de taparse los oídos. Y Yoongi fue detrás de él impidiendo que la mujer los siguiera.

—¡Se arrepentirán! —­Agrego la chica con el cartel.

—¿Qué clase de bienvenida es esa? —Se cuestionó el mayor.

—No sé, quiero salir pronto de aquí...

—Claro, lo haremos.

Al caminar por el pasillo se toparon con una recepcionista que les explico que ellas, dos más otros tipos eran pan de cada día gritando cosas, llegando con carteles y casi bloqueando la entrada al edificio. Ambos asientan cuando dijo que eran inofensivos, solo personas con ideales diferentes, opiniones distintas, al igual que la visión sobre lo que es una vida. Ella misma le entrego un formulario a Taehyung y lo paso a sentarse junto a Min a la sala de espera donde se vieron abrumados por la gente que había, todos más jóvenes que ellos.

Mientras lo hacía su vista leyó una pregunta que le capto la atención.

“¿Ha tenido abortos anteriormente? Marque con una equis el número de veces”

Kim marcó el cero. Con mal sabor de boca acabo la hoja dejándola con la misma recepcionista que le pidió que aguardara a su turno.

Los minutos se hacían eternos, Min ya se estaba mordiendo las uñas por los nervios y las ansias. Taehyung le dio una mirada rápida, y le quito la mano de la boca.