Capitulo 52

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Narrador omnisciente ) .

En la mitad de la noche, un chico moreno y blanco a la vez , correr por las calles con un niño pelirrojo entre los brazos.

De repente de la garganta del chico empieza a brotar , una macabra carcajada , de satisfacción, nervios y locura .

Pues sabe que por fin a derrotado al demonio que lo atormentaba.




( narrador Christian) .

Estaba parado enfrente de la puerta de la casa del padre Miguel, mis manos sudaban y estaba temblando, lo que era entendible considerando lo que estaba apunto de hacer .

Había ideado ese plan con Yael esa misma tarde , el me dijo que seria fácil, que solo tenia que encender la grabadora del celular , mientras hablaba con el en privado.

- Así todos sabrán como es el en realidad- eso era lo que me había dicho Yael , era un gran plan , pero no habíamos tenido en cuenta lo aterrado que estaría , yo no era tan valiente e intrépido como Yael .

Yo era un cobarde .

En una de mis manos sudadas llevaba una bolsa con tres bandejas de sushi, después de haber visto a Yael , esa misma Tarde el padre Miguel me había dicho que fuera a su casa , y que pasara a buscar el sushi que el había ordenado para que cenaremos juntos.

Y con mi otra mano , coloque mi celular con la grabadora abierta en el bolsillo de mi pantalón.

Había pasado 10 minutos parado como idiota , enfrente de la puerta , tenia tanto miedo que sentía que iba a vomitar .

Pero sabia que debía seguir el plan , y hacer que todos vieran el monstruo que era el padre Miguel en realidad.

Si no lo hacía decepcionaría a Yael y también a Dios .

Yo seguía creyendo en Dios , pero ya no en un Dios castigador que controla tu vida , si no en uno cariñoso que te da fuerzas cuando lo necesitas .

Finalmente toque la puerta tres veces , y prepare una sonrisa falsa que se desvaneció de inmediato al ver , que el que abrió la puerta no fue el padre Miguel.

Era Micael, un niño de 10 años que recientemente se había convertido en acólito , por lo que se había unido al grupo .

- Hola Chris – me dijo el alegremente , sonriendo con su cara pálida y pecosa.

- Micael – dije casi gritando de la sorpresa , - que hace el aquí?- pensé, me estaba comenzando a desesperar , todo eso no era parte del plan .



Micael se dio cuenta de mi asombro – El padre Miguel me invito a mi también, mi mamá me vino a dejar recién – dijo el pequeño.

Y yo me horrorice al intuir al intenciones del padre Miguel.

- Chris que bueno que ya llegaste – el padre Miguel apareció de dentro de la casa y me saludo con emoción , para luego darme un breve abrazo, mi rostro debió haber hecho una horrible mueca .

- Veo que trajiste el sushi- dijo el con voz enérgica , - Bueno entonces vallamos a la mesa , no queremos que nuestro pequeño invitado pase hambre – dijo en tono de broma .



- Yo no soy pequeño – contestó Micael, yo sentí asco .

Asco al ver la inocencia que solía tener.

Nos dirigimos a la mesa del comedor, y yo ordene los platos y el sushi .

Luego el padre Miguel, trago tres vasos de jugo de frambuesa.

Yo recordé la vez que me había dado un jugo adulterado , aun recordaba esa noche como si fuera ayer , no solo porque el padre Miguel me había mostrado su verdadero ser , si no por también ser la noche en la que me entregue a Yael .

Antes de comer juntamos nuestras manos para bendecir la comida .

Durante la cena , Micael habló mucho , de sus amigos de la escuela y sobre sus clases de fútbol, a todo el padre Miguel contestaba con una sonrisa y acariciando el hombro del niño .

Yo Ni siquiera hable , apenas pude comer algunas porciones de sushi, tenía ganas de tomar a Micael y salir corriendo de allí, pero me sentía paralizado , tan importante como esa noche .

Al terminar la cena , el padre Miguel nos invito a la sala para ver una película.

- Aun no es tarde para irte de aquí- le dijo el padre a Micael.

El acepto y los tres nos sentamos en el sofá, a ver Dios no esta muerto , esa era mi película favorita pero lógicamente esa vez no preste atención.

Los minutos pasaron y de repente sentí una presión en mi hombro , Micael se había dormido profundamente.

- Micael, Micael- lo sacudí un poco para que se despertara .

- No va despertar – dijo el padre Miguel levantándose del sofá.



Yo sentí como todo mi cuerpo se enfrió de repente.

- Po, po , porque ¿- pregunte , casi no me salían las palabras.

- Le puse en su jugo algo que tu ya conoces – dijo el asqueroso hombre.



- De que habla – le pregunte con mi voz rota .

El me miró con pura frialdad en los ojos , - tu ya eres demasiado grande para hacerme feliz , así que me gustaría que fueras lo suficientemente amable como para dejar que Micael lo haga por ti - .

De mis ojos comenzaron a salir lágrimas, no podía creer lo que estaba pasando , no podía creer que yo solía admirar a ese hombre , pensar que era un hombre de Dios .

- No llores no es para tanto – dijo el con voz de fastidio.

- Voy a buscar algo , te puedes quedar si quieres solo se un buen chico – dijo el , antes de irse de la habitación para ir a la cocina .



En ese momento me sentí mareado , en mi cabeza pasaron un millón de pensamientos, para ese punto ya estaba llorando a mares .

No sabía que hacer , yo era solo un chico y el era un hombre con poder .

Solo tenía clara una cosa, no permitiría que alguien más pasara por lo que yo había pasado.

Después de unos minutos, el padre Miguel volvió a la habitación, con una copa de vino en su mano.

O talvez era otra cosa , no importa , no me fije bien , porque cuando volvió a la habitación.

Lo primero que vio fue el palo de su escoba golpeándolo en la cabeza .

Era yo , lo hice con todas mis fuerzas , con todo el odio que había guardado por tanto tiempo.

El padre Miguel se callo al piso, y cuando estuvo allí, yo lo seguí golpeando en la cabeza.

Hasta que se dejó de mover , - lo mate ¿ - ese pensamiento pasó por mi cabeza, pero no importaba, en ese momento, tomé al pequeño Micael, entre mis brazos.

Para luego salir por la puerta, ya afuera comencé a correr , lo más rápido que podía mientras cargaba al niño .

( narrador omnisciente ) .

En la mitad de la noche, un chico moreno y blanco a la vez , correr por las calles con un niño pelirrojo entre los brazos.

De repente de la garganta del chico empieza a brotar , una macabra carcajada , de satisfacción, nervios y locura .

Pues sabe que por fin a derrotado al demonio que lo atormentaba.

Pura FÉ 2 . 0 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora