Cedrick Liman Saga Herederos Litman 5

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─Galan, qué sorpresa verte aquí, ─ me dice la abuela de mi reina mientras la veo bajar las escaleras de la gran hacienda de su familia, mientras un chico le ayuda o lo intenta, ya que ella se resiste ─ ¿mi nieta está bien? ─ me pregunta ella ─ él es mi nieto también Christian ─

─Un placer, Cedrick Litman ─ le digo estrechando su mano, no parece mucho menor que mi reina, lo que significa que su padre no tardo mucho en cambiar a su madre por otra mujer y tener más hijos.

─¿Litman?, me resulta familiar su apellido ─ comenta él.

─Mi familia está involucrado en muchos negocios así que es posible que lo haya escuchado ─ digo tranquilo.

─Tu ya déjame que puedo caminar sola ─ se queja ella con su nieto.

─Abuela por favor déjame ayudarte ─ le dice él.

─Permítame ─ le ofrezco mi brazo y ella acepta enseguida, su nieto la mira ofendido, pero solo levanta las manos en señal de rendición y se va.

─Le avisaré a mi padre que tiene visitas ─ dice él mientras se va.

─Y dado que mi nieta está bien, ¿qué te trae por aquí? ─ me pregunta ella mientras nos sentamos.

─Vine a hablar con su hijo sobre una visita que le hizo ayer en la tarde a mi reina ─ le digo.

─¿Qué hizo ahora ese hijo mío? ─ pregunta ella.

─¿Por qué lo preguntas cómo si a cada momento hiciera algo malo, madre? ─ lo escuchamos preguntar entrando en la sala seguida por una mujer que luce más joven que él la verdad, él se sorprende al verme ─ ¿qué hace usted aquí? ─ me pregunta él.

─Advertirle que si vuelve a ofender a mi mujer lo lamentará mucho ─ le digo serio poniéndome frente a él.

─¡Usted no tiene ningún derecho a venir a mi casa a amenazarme! ─ me reclama el molesto.

─Y usted tampoco es nadie para ir ami casa e insultar a mi mujer ─ le digo igual de molesto.

─Solo dije la verdad, que sea tan estúpido que no se haya dado cuenta de que ella solo se está lucrando con su fortuna....

─¡BASTA! ─ interrumpe la señora Lorens molesto ─ ni una sola palabra más o me conocerás muy enojada ─ le dice ella mientras se levante.

─Madre, no tienes nada para interferir en este asunto ─ le dice él.

─Claro que lo tengo, ella es mi nieta y ya estoy cansada de que la trates así, te lo he dicho muchas veces, pero parece que no lo entiendes, pero bueno, cuando me muera te arrepentirás por no hacerme caso ─ le dice mientras se acerca a mi ─ ¿me llevas con mi nieta, guapo? ─ me pregunta ella con una sonrisa dulce.

─Por supuesto ─ le digo ofreciéndole mi brazo que ella acepta enseguida.

─Claro que no, no te llevaras a mi madre ─ niega el señor Lorens.

─Tú no me mandas ─ le dice ella sería ─ ¿vamos? ─ me pregunta ella.

─Por supuesto ─ le digo y salimos de la casa ignorando los gritos molestos de su hijo.

─Si sales por esa puerta no podrás regresar madre ─ le advierte él.

─Scarlett estará feliz de tenerla en casa, mi hija y yo también estaríamos feliz ─ le digo.

─No me molestaría pasar unos días alla, tengo entendido que Arianna estará aquí por unos días, después regreso A MI CASA, recuerda querido hijo que soy la dueña del 70% de la hacienda ─ le dice ella y dicho eso nos vamos.