Percy Jackson: El Hijo de Hestia II, Los Héroes del Olimpo.

El niño de papi y el cazador.

Tras un interregno, retomo la historia donde la dejamos. Espero les guste.

Y bien, ¿desde donde y a que hora estan leyendo?

-X-

-¡Percy!

Luke corrió hacía el costado del barco, justo a tiempo para contemplar como Percy se hundía como un torpedo en el agua.

-¿Y bien?-pregunto Hércules, aun sosteniendo su garrote de forma amenazante-. ¿Quién es el siguiente?

Jasón desenfundo su espada y se lanzó al ataque. Hércules soltó su garrote, tomo la espada con sus manos desnuda, la retorció y empujo a Jasón contra uno de los mástiles como si fuese un muñeco de trapo. Luke, por el rabillo del ojo, noto como quedaba inconsciente.

-¡Detente!-chillo Piper, cuando lo vio acercarse.

Hércules se rio.

-Tú debes ser la hija de Afrodita. Tiene sentido, con lo guapa que eres. Pero si vuelves a intentar usar tu brujería conmigo, te estrangulare, muñeca.

Frank arrojo dos flechas de punta roja. Hércules las detuvo con sus manos y las mando a volar al cielo, donde estallaron y desataron una llamara de fuego.

-Tal vez ustedes sean los héroes más grandes de su generación, pero tal como van las cosas son un grupo de lo más lamentable-comento Hércules, como quien habla del clima-. Hasta siento que les estoy haciendo un favor al no dejarlos enfrentarse a la Madre Tierra.

Luke se adelantó despacio, mientras Piper arrastraba a Jasón lejos del combate. Necesitaban un plan, y para eso, necesitaba tiempo.

-¿Por qué trabajarías con Gaia? ¡Tú ayudaste a los dioses a combatir a los gigantes en el pasado!

-Sí, Luke Castellan, y mira tú de que me sirvió. ¡Condenado a guardar las puertas de las viejas tierras, en el fin del mundo! Una vez fui el más grande de todos los héroes, mi nombre aparecía en todas las primicias de los diarios del Olimpo, y ahora solo soy un recuerdo viejo y olvidado-Hércules se rio sombríamente-. No, me niego a ser solo eso. ¡Soy Hércules, el mayor y más grande de todos! Y cuando Gaia arroje a los dioses de sus tronos, reclamare el Olimpo como mío. ¡Regiré el cosmos!

-Eres un tonto-se burló Luke-. Gaia jamás tendrá éxito, y aunque lo tuviese, jamás dejaría que un dios siga gobernando el Olimpo.

Los ojos de Hércules relucieron con odio.

-Eres incluso más irritante que tu padre. Te matare ahora, y luego, a tus amigos.

Luke apenas si tuvo tiempo de alzar su espada para detener el ataque de Hércules. La fuerza fue tal que retrocedió un metro, totalmente aturdido. La siguiente vez, cuando el dios ataco, Luke se volvió a salvar por los pelos, rodando lejos del garrote, que abría huecos en la cubierta del barco allí por donde era arrojado.

Leo trato de arrojar una ráfaga de fuego, pero Hércules recibió las llamas sin inmutarse. Cuando Hazel y Frank atacaron, los mando a volar con golpes tan certeros que seguramente terminaron con unos cuantos huesos rotos.

-¡YA!-chillo Piper, cuando el dios avanzo hacía ella-. ¡DETENTE, ES UNA ORDEN!

Hércules sonrió, como loco.

-Te dije que si volvías a usar tu brujería conmigo, muñeca, te estrangularía.

Soltó su garrote. Piper saco su daga y ataco. Hércules la desarmo como si ni siquiera valiese la pena el esfuerzo y la tomo del cuello con sus manazas, alzándola un metro de la cubierta.

-Podría romperte el cuello tan fácilmente-dijo él, en voz baja, mientras Piper se debatía entre sus manos, jadeando por respirar-. Podría...

Luke aprovechó el momento para atacar. Más rápido de lo que jamás había pensado que podría ir, corrió hacía Hércules y le asesto de lleno un golpe en la rodilla, lo que hizo que el dios se doblase de dolor. Piper cayó al suelo, con el rostro amoratado, y Leo acudió al instante para llevársela.