Percy Jackson: El Hijo de Hestia II, Los Héroes del Olimpo.

La batalla del Campamento Mestizo.

Buenas noches, espero les guste el cap, gente. Es un poco largo y, en particular, ni siquiera me fascino como quedo.

Pero, si les gusta, recuerden dejarme su voto. 

-X-

Cuando regresaron, una docena de arqueros los apuntaban con sus flechas.

Luke está de pie sobre una gigantesca ánfora de fuego griego, lo que lo hizo sudar en seco. Piper, Leo y Jasón habían caído al suelo, enredados entre sí. En cambio, las cazadoras cayeron de pie, agiles como gacelas. Un centenar de campistas los observaban boquiabiertos.

-¡Están de regreso!-exclamo Clarisse, con su confiable lanza en la mano. Llevaba su armadura, roja como la sangre-. Bajen los arcos. Es el idiota de Luke y los otros pringados, ¿no ven? Ah, y las princesas de Artemisa.

-Cazadoras-gruño Zoe, mirándola de mala manera. Clarisse rodo los ojos.

-¡Luke!–exclamo Quirón, que trotaba para llegar junto a ellos-. Por los dioses...

-¡Hera está libre!-anuncio Luke.

Pero aquella noticia no le importaba a ninguno, o en dado caso, la consideraban secundaria en importancia.

-¿Y Percy?

-¿Encontraste a Percy?

-¿Dónde está Percy?

-¿Por qué no está Percy contigo?

-Creímos que buscarías a Percy.

Luke los silencio con una mirada. La decepción se sentía amarga, pero no había tiempo para pensar en ello. La guerra estaba sobre ellos.

Y Clarisse, afortunadamente, lo veía así.

-¡Suficiente, ya! Regresen a sus puestos.

Leo fue con sus hermanos, hablando emocionado como explosivos o algo así, mientras que Piper y Jasón se iban juntos. Luke tuvo curiosidad por saber de qué hablaban, se veía serio, pero tenía cosas más importantes en mente.

-¿Cómo está todo por aquí?

-Los enemigos llegaran pronto-murmuro Quirón, sombrío-. Hoy es el solsticio, así que estamos esperando el ataque cuando se ponga el sol.

-El campamento...-Clarisse trago-, bueno, será mejor que lo veas tú mismo.

La tormenta ya estaba sobre el Campamento Mestizo cuando regresaron.

En la playa, olas gigantescas del tamaño de un edificio se estrellaban contra la arena, arrancando de raíz las palmeras. El cielo estaba en negro que parecía de noche, aunque Luke sabía con certeza que era de día. Ocasionalmente, un relámpago iluminaba todo, seguido por docenas de truenos. Las trincheras instaladas por los campistas eran destrozadas por el viento o las fuertes lluvias. Luke no vio ninguno de los trirremes que solían tener amarrados en la playa, de manera que supuso que los habían perdido.

Lo extraño era que la tormenta solo se limitaba a la playa y el mar. El resto del campamento permanecía tranquilo y seco.

Encontró a Calipso cerca de la playa, sentada de piernas cruzadas, con las manos metidas en la arena hasta los codos. Tenía los ojos cerrados y murmuraba palabras extrañas.

Cuando Luke la saludo, ella lo ignoro.

-Su magia es lo único que evita que la tormenta se extienda por todo el valle-le explico Clarisse. Tenía el ceño tan fruncido, que sus ojos parecían fusionados-. Ha estado así los últimos dos días.

En las lindes del bosque, los sátiros y las ninfas observaban el mar con intranquilidad.

-Esta tormenta no es normal-observo Quirón-. Sin duda, Polibotes ha pactado alianza con las deidades marinas descontentas con los dioses.