Estamos de regreso.
¿A que hora y desde donde leen esto, nenes?
Espero les guste. Y, si es asi, me regalen su voto y me dejen un comentario.
-X-
Percy había visto muchas imágenes y fotos de Roma, pero ninguna le hacía justicia.
La inmensidad de Roma le impresionó y le dejó sin aliento. La ciudad parecía no tener ningún respeto por los límites geográficos. Se extendía a través de montañas y valles, saltaba por encima del Tíber con docenas de puentes y seguía ensanchándose hasta el horizonte. Calles y callejones serpenteaban sin ton ni son a través de tapices de barrios. Había edificios de oficinas de cristal al lado de terrenos de excavación. Una catedral se levantaba al lado de una hilera de columnas romanas, que a su vez se levantaban al lado de un moderno estadio de fútbol. En algunos barrios, las calles de adoquines estaban atestadas de viejas casas de estuco con tejados de tejas rojas, de forma que si Percy se concentraba solo en esas zonas, podía imaginarse que estaba en la Antigüedad. Allí donde miraba había amplias piazzas y calles con atascos de tráfico. Los parques atravesaban la ciudad con una exagerada colección de palmeras, pinos, enebros y olivos, como si Roma fuera incapaz de decidir a qué parte del mundo pertenecía o creyera que todo el mundo seguía perteneciendo a Roma.
-Vamos a aterrizar allí-anunció Leo, señalando un parque de palmeras-. Solo espero que la Niebla haga su trabajo, o de lo contrario, los mortales correrán como locos.
-Lo hará-le aseguro Percy-. La Niebla es muy fuerte aquí.
Un ojo bien entrenado podía reconocerlo.
El Argo II se posó sobre la hierba, y los remos se plegaron. Lo habían conseguido. Estaban en Roma, en la Roma original.
-Uh-dijo Jasón, señalando una muro con escaleras descendentes-. Se dónde estamos. Esa es...
-La tumba de los Escipiones-dijo Percy de forma pensativa. Jasón lo miro sorprendido, a lo que se encogió de hombros-. Tal vez sea griego, Jasón, pero conozco la historia romana.
-¡Muy bien, equipo!-Hazel aplaudió para llamar la atención-. ¿Planes? Nico y Bianca ya no tienen mucho tiempo.
-Y la ciudad va a ser destruida hoy-dijo Leo alegremente-. ¿Se nos olvida algo más?
-De hecho, sí-dijo Luke, algo sombrio-. Annabeth. La estatua.
-Estaba pensando que tú y yo podemos ir a buscarla-le dijo Percy con cuidado, como pensando que tan bien seria recibida su sugerencia-. Tú la conoces bastante y se me da bien eso de rastrear. Entre los dos, podremos contra ella.
Luke bajo la cabeza con cierto desanimó. Por supuesto, sabía lo que tendrían que hacer cuando encontrasen a Annabeth: matarla.
-Y Hazel puede buscar a Nico y Bianca-repuso Percy-. Eres una hija de Plutón, y ellos, de Hades. Te sentirás naturalmente atraída hacía ellos. Solo sal a pasear por la ciudad.
Hazel parpadeo, como si estuviese asombrada de que Percy le estuviese confiando una responsabilidad tan grande
-¿Vendrás conmigo?-pregunto ella a su novio.
Frank sonrió.
-Claro.
Percy suspiro, enternecido.
-Entonces, los demás se quedaran a vigilar el barco. Volveremos a más tardar las tres de la tarde. Si no hemos vuelto, pueden ir en nuestra búsqueda. Pero sean cuidadosos, y eso va para ustedes dos, Frank, Hazel. Hay gigantes aquí y necesitaremos estar juntos.
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Percy Jackson: El Hijo de Hestia II, Los Héroes del Olimpo.
FanficTras derrotar a Kronos, el malvado Señor de los Titanes, Percy al fin pensó que podría tener un poco de paz. Pero, las amenazas nunca dejan de aparecer, y esta vez, la Madre Tierra se agita en su sueño. Los gigantes, sus más poderosos hijos, parecen...