Percy Jackson: El Hijo de Hestia II, Los Héroes del Olimpo.

Podemos hacerlo.

¡Buenas! Ya sabe, ya saben, ¿a que hora leen y desde donde?

Eh, a ver, es un cap corto, de unas 1.200 palabras. Ya los siguientes retoman la normalidad de unas 5.000 palabras, en promedio. Y en los siguientes iré alternando, un capitulo con Luke y Percy en el Tártaro, y otro con los demás, desde la perspectiva de Jasón.

Espero les guste.

-X-

Incluso muchas horas después, Jasón todavía se sentía preso de una profunda desesperación.

Sospechaba que su mente no había terminado de asimilarlo, cosa que tenía sentido, porque todo había pasado demasiado rápido. O quizá solo había quedado totalmente traumado, lo que también tenía mucho sentido. La Atenea Pártenos en mil pedazos era lo de menos. Lo mismo con aquella chica rubia. Pero Percy y Luke cayendo por aquel hondo abismo, el Tártaro... Tal vez tenía suerte de haber quedado inconsciente y no haberlo visto, porque no habría aguantado la pena.

Pero, al mismo tiempo, se sentía culpable. ¿Qué clase de semidiós era? Justo cuando sus amigos más lo necesitaban quedaba inconsciente por una piedra, de todas las cosas. Más que nunca, se sentía como un completo inútil por querer rivalizar con Percy por el liderazgo. Percy, a diferencia de él, jamás habría quedado fuera de acción de una forma tan tonta.

Fue horas más tardes cuando despertó, con la cabeza vendada, en la enfermería, que se enteró de todo. Piper estaba allí, pálida y temblorosa como los demás, mientras le daba de comer ambrosia y le contaba lo que había pasado.

Los dos se quedaron en silencio después de aquello. Jasón se permitió verla. Era una chica preciosa, gentil, dulce y divertida... Pero no sentía nada por ella. Le había quedado muy claro en los últimos meses que todo lo que creía sentir por ella, todos esos recuerdos que habían regresado, no eran más que meras ilusiones de Juno.

Piper lo sabía pero se negaba a aceptarlo. Jasón lo sabía y lo aceptaba.

Naturalmente, discutieron mucho.

-No podemos seguir así, Piper-murmuro Jasón finalmente, encontrando valor para encarar aquella conversación-. Luke y Percy ya no están...

-Lo sé-gruño ella, con los ojos cerrados. Jasón habría dado lo que fuese por saber que pensaba.

Trago en seco y continuo.

-En este momento el equipo está muy mal. Lo último que necesitan es que nuestras peleas continúen.

Porque todos se habían dado cuenta de que había problemas entre la parejita. Eran muy educados para preguntar, pero cada vez que Jasón y Piper entraban en el mismo lugar se hacía un silencio incómodo y tenso. Nadie hablaba, ni los miraba a los ojos.

-Cortemos por lo sano, quedemos como amigos-sugirió Jasón, que se rascaba el cuello tan incómodo como se sentía-. O tal vez...

Piper no dijo nada. Se levantó y se marchó en silencio.

Jasón suspiro hondo.

Era ya bien entrada la noche. El Argo II seguía en el aire, y bajo ellos, el lugar de la catástrofe sepultado bajo escombros, con rescatistas y policías por doquier. Jasón bajo con Hazel y Frank, esperando encontrar algún rastro de Percy y Luke, pero resultó inútil.

Los demás, tan consumidos por la pena como él, se reunieron en la cubierta para sugerir planes.

El entrenador Hedge estaba demasiado abatido para ayudar. No hacía más que pasearse por la cubierta con lágrimas en los ojos, tirándose de su barba de chivo y dándose manotazos en un lado de la cabeza mientras murmuraba: