Los Juegos de Guerra.

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Quiza no suba el Hijo del Hogar por un tiempo. Me desapareceré unos días, de Wattpad, y luego quiero ponerme con otras historias un rato.

Y, ¿ya fueron a seguir a la pagina de Facebook, gente? Allí si tratare de estar activo

-X-

La Quinta Cohorte marchaba hacia el norte en dos filas detrás de sus centuriones, Dakota y Gwen. Salieron de la ciudad y entraron al Campo de Marte, con su amplia allanada. La hierba estaba muy corta debido a todos los unicornios, toros y faunos sin hogar que pacían allí. La tierra estaba llena de cráteres de explosiones y surcada por trincheras. En la parte norte del campo estaba su objetivo. Los ingenieros habían construido una fortaleza de piedra con rastrillos de hierro, torres de vigía, escorpiones, cañones de fuego y, sin duda, muchas otras sorpresas desagradables para que las usaran los defensores.

Percy hizo una mueca al verlo.

-¿Tenemos que capturar eso?

Hazel sonrió.

-En realidad, tenemos que capturar los estandartes de la Primera y la Segunda Cohorte. Para ello, tenemos que entrar en la fortaleza, tomarlos y salir sin que nos descuarticen.

Eso, si entusiasmo a Percy.

-¡Fabuloso!

-Espera y escucha todo lo demás-recomendó Frank-. Tenemos que esquivar esos escorpiones y los cañones de agua de los muros, atravesar el interior de la fortaleza luchando, al mismo tiempo que protegemos nuestros propios estandartes y a nuestras tropas y evitamos que los capturen. Nuestra cohorte compite con las otras dos cohortes atacantes. En cierto modo debemos cooperar, pero en realidad no es así. La cohorte que captura los estandartes se lleva toda la gloria.

-Entonces si sacrificaran a la Quinta-mascullo Percy-. Creía que esto se trataba de trabajo en equipo...

-Oh, no, Percy-se rio Hazel-. Esto se trata de saber quién te apuñalara por la espalda si tiene la oportunidad.

Formaron filas. La Tercera y la Cuarta Cohorte se reunieron lo más lejos posible de la Quinta. Los centuriones del bando atacante se juntaron para debatir. En el cielo, Reyna daba vueltas a lomos de su pegaso, Scipio, lista para hacer de árbitro. Media docena de águilas gigantescas volaban en formación detrás de ella, preparadas para ofrecer servicios de ambulancia aérea en caso necesario.

-¡Muy bien!-dijo Percy-. Tengo un plan. Estuve examinando la fortaleza y...

-Momento-lo detuvo Frank-. Nosotros seguimos el plan que los centuriones acuerden.

-Es como solemos hacer las cosas-asintió Hazel.

Percy bufo. Saco su espada, y por instinto, Frank y Hazel se apartaron. Era una hoja larguísima y bella, pero con bordes afilados y parecía vibrar, ansiosa por probar la sangre. Había algo cruel en ella.

-¿Y qué? ¿Nos enviaran a los muros a minar las defensas?

-No creo-dudo Hazel.

Pero eso era justamente lo que pretendían. Dakota y Gwen les explicaron la estrategia que habían pactado con los demás centuriones, o mejor dicho, que los demás centuriones les habían impuesto. Percy, como novato, debía quedarse atrás y no estorbar, y como niñeras, tendría a Frank y a Hazel. En otras palabras, los estaban excluyendo del juego.

-Bien-gruño Hazel, al ver como todos se lanzaban al ataque-. ¿Qué tenias planeado?

-La mayor parte de las defensas de la fortaleza las componen cañones-explico Percy. Los señalo, uno a uno, allí donde los viese-. Cañones de fuego. Y, para su buena fortuna, están viendo a un hijo de la Diosa del Fuego. Los hare explotar.

Percy Jackson: El Hijo de Hestia II, Los Héroes del Olimpo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora