One-Shots (Pau Villarreal)

Detención

Era una hermosa tarde de un día jueves, eso dirías si no estuvieras encerrado en un salón como castigo. Dentro de ese salón se podían ver a dos adultos jóvenes de 19 y 20 años, cuyos nombres eran Paulina Villarreal y T/N T/A. Ambos jóvenes se encontraban en detención mientras las hermanas de la chica practicaban en la residencia de Villarreal Vélez.

Una broma fríamente calculada por parte de T/N era la razón por la cual se encontraban allí. T/N había planeado esta broma para que se pudiese quedar a solas con Paulina. De quien se encontraba profundamente enamorado desde el segundo año de secundaria. ¿Y cómo de estarlo? Si es ella quien lo mantiene cuerdo. Para él, ella es el ser más perfecto en la Tierra.

Por otro lado, Paulina jamás había estado en detención. Por culpa de T/A su historial perfecto de disciplina había quedado manchado. Si tan sólo no hubiese estado a lado de T/N en ese preciso momento, ella estaría en la práctica de The Warning.

A pesar de que estaba ligeramente molesta con el chico, no lo podía odiar, el enamoramiento que tenía hacia él se lo impedía. Nunca supo en que momento se fijó en ese idiota de pelo café, quien a sus ojos es el modelo perfecto de un chico. Una voz bastante tranquila, un excelente alumno en la batería, pero sobre todo su actitud un poco ruda con toques de gentileza. Sí, era su chico perfecto.

Aunque ambos chicos sentían una clara atracción entre sí, a ojos de los demás mostraban una relación de no querer saber nada del otro. Pero siendo honestos, todo mundo sabía de los sentimientos que tenían uno por el otro, incluso la familia de ambos esperaban con ansias la oficialización de ser una pareja estable.

—Es tu culpa el que estemos aquí T/A.— Empezó a decir la pelirroja. —Si tan sólo...—

—¿Si tan sólo qué Paulina?— Interrumpió T/N. —¿Tener un poco de diversión en la vida? Yo no quería que tú estés aquí, yo quería arrastrar a Zack conmigo. Aunque viéndolo de esta forma, creo que prefiero tu compañía.— Dijo T/N con un tono bastante seductor en su voz.

—¿Qué se supone lo que acabas de decir T/N?¿Significa que te gusto o que te encanta meterme en problemas?— Cuestionó Paulina.

El salón se quedó en completo silencio. Tanto T/N como Paulina no sabían que más decir. El silencio fue roto por la Directora quien entró al salón.

—¿Se puede saber el porqué de esta discusión? Se les puede oír afuera.— Dijo la Directora Mullins. —¿El joven T/A la está molestando señorita Villarreal? Porque si es así, no habrá problema alguno de que el joven T/A tenga otro castigo.— Continuó.

—No se preocupe señorita Mullins, simplemente estábamos hablando de lo que pasó hace rato.— Respondió.

—Bueno, cualquier cosa solo avísenme.— Dicho esto la Directora se retiró.

—No has respondido mi pregunta T/N. ¿Te gusto o te encanta meterme en problemas?— Preguntó la chica.

De nueva cuenta T/N no sabía qué decir. No sabía si debía decirle lo que sentía por ella o simplemente dejarlo pasar. Pasados unos segundo decidió arriesgar todo, aunque muy probablemente Paulina se terminaría burlando de él y su corazón terminaría destrozado.

—Ya que insistes, se podría decir que siento una atracción hacia ti.— Dijo T/N con algo de temor.

—¿De verdad?— Preguntó, T/N solo asintió con su cabeza. —También se podría decir que siento una atracción hacia ti.— Confesó.

Los ojos de T/N se llenaron de brillo ante la confesión de la chica. Sin esperar nada, T/N se levantó de su asiento y fue directo al de Paulina. La tomó de la manos e hizo que también se levantara. Tomó a Paulina por los hombros y le plantó un beso en los labios.

Terminado el beso T/N preguntó.

—¿Te gustaría quedarte aquí la próxima semana?—

— No gracias T/N, no quiero otra mancha en mi historial.— Dijo Paulina. —¿Por qué no simplemente falto a ensayar con mis hermanas el próximo viernes?— Preguntó la chica mientras le daba un beso en el cuello a T/N.

—El próximo viernes en mi casa será.— Gimió T/N, volviendo a besar a Paulina.