La Casa del Árbol

63 4 0
                                    

Nota: Se usará ___ para introducir el nombre de una banda diferente a The Warning.

Edad: 10 años.

—Lo siento, no se permiten chicas.— Dijo T/N sacando la lengua y subiendo la escalera hacia su recién construida casa en el árbol.

Paulina se cruzó de brazos y se burló dramáticamente. —¡Difícilmente eres un niño!— Dijo ella, agarrándolo por la cintura y tirando de él hacia abajo.

—¡Lo soy!— Se defendió T/N, flexionando sus inexistentes músculos. Paulina sonrió.

—No me importa, las chicas son mejores de todos modos.— Se jactó Paulina, caminando hacia la escalera y comenzando a subir.

T/N miró con una mezcla de admiración y molestia. —¡Espérame, Paulina!— Gritó subiéndose detrás de ella.

Una vez que ambos estuvieron dentro, T/N abrió un pequeño armario en el interior, revelando varios bocadillos diferentes.

—Wow, T/N, ¿no se enojará tu papá? No sueles esconder cosas.— Dijo Paulina cruzándose de brazos con aire de suficiencia.

—Siempre le miento a mi papá, además nadie controla.— Dijo T/N haciéndose pasar como si fuera un superhéroe.

Paulina se rió y se sirvió algo de los bocadillos.

—¡Ey! ¡Nunca dije que las niñas como tu pudieran agarrar!— Gritó T/N, apresurándose a defender las cosas restantes. Paulina lo apartó.

—Los mejores amigos comparten.— Le dijo, antes de abrir una barra de chocolate y metérsela en la boca.

—-Está bien, sólo porque eres tu.—

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Edad: 13 años.

Paulina llevó una guitarra y sus baquetas junto con un pad, a la ahora polvorienta casa del árbol. Le dio a T/N una sonrisa antes de tocar algunos acordes.

—Entonces, ¿descubriste cómo vamos a destruir ___?— Preguntó T/N, casualmente. Él la miró, sonriendo para sí mismo mientras ella tocaba un ritmo veloz.

El chico observó la forma en que sus ojos se entrecerraron mientras se concentraba, la forma en que arrugó la nariz.

Su cabello negro se deslizó hacia abajo, colgando sobre su rostro. Sin pensarlo, T/N se acercó y se lo metió detrás de la oreja. Su cabeza se levantó de golpe.

—L-lo siento.— tartamudeó T/N, mirando hacia otro lado.

—Está bien, T/N.— Dijo Paulina, volviendo a golpear su pad.

Siguió así durante unos minutos, antes de que T/N rompiera el silencio.

—¿Crees que algún día serán famosas?— Cuestionó manteniendo sus ojos alejados de Paulina, por si cometía un desliz y tenía ganas de volver a tocar su cabello.

Paulina lo miró con una amplia sonrisa. —Un día seremos la banda más grande del mundo. Te lo prometo.—

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Pau mientras miraba a su mejor amigo y a sus ojos enamorados.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Edad: 18 años.

—¡Ya lo tengo!— Exclamó Paulina, subiendo la escalera hacia la podrida casa del árbol de T/N. Deslizó una botella de Jack Daniels hacia T/N, sonriendo de oreja a oreja.

Ella se levantó y se sentó a su lado, abriendo la botella. —¡Salud para que ERROR sea exitoso!— Brindó, tomando un trago.

T/N sacudió la cabeza y le quitó la botella. —Por The Warning.— Dijo antes de tomar un sorbo e inmediatamente arrugar la cara con disgusto.

Paulina se rió, agarrándose el estómago, —Vamos T/N. Puedes hacerlo mejor. —Agarró la botella y tomó otro sorbo.

—Sí, sí, no todos podemos ser alcohólicos a los 18 años como tú, Pau.—Replicó, recostándose sobre sus manos.

Paulina sacó la lengua y tomó otro sorbo. T/N admiraba la forma en que podía dejarse llevar, ser completamente descuidada. Observó cómo ella echaba su cabello ahora tintado de rojo sobre su hombro y volvía a llevarse la botella a los labios.

La luna brillaba a través de la grieta de la madera ahora podrida, haciendo brillar el cabello de Paulina.

Un buen rato había pasado, en el que sólo hablaron y tomaron. Hasta el punto de embriagarse.

—Recuerdo la primera vez que vinimos aquí. Creo que entonces también le robaste a tu papá, mejor no lo conviertas en un hábito, T/A.— Bromeó Paulina riendo. Ella le dio un codazo a T/N, derramando un poco de su bebida sobre él.

—Lo siento.— Dijo la chica sonriéndole.

T/N hizo un puchero y luego se quitó la sudadera empapada. La arrojó detrás de él. Paulina miró por encima de su cuerpo, con una mezcla de sorpresa y deseo en su rostro.

—Wow, el pequeño T/N ha estado haciendo ejercicio.— Bromeó ella, pasando la mano por su pecho.

Él tragó saliva y miró hacia abajo cuando su mano se detuvo, justo encima de su botón de sus jeans.

—Pau...— Murmuró, mirando su rostro.

—Shh.— Susurró, antes de desabrochar su pantalón y retirar la ropa interior del chico.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Edad: 20 años.

T/N respiró temblorosamente y se secó las palmas ahora sudorosas en las piernas.

Se sentó en su vieja casa del árbol esperando que llegara Paulina. Tenía todo planeado.

Había velas y varias flores e incluso había logrado subir una cesta de picnic.

Se secó las manos en las piernas una vez más cuando apareció una cabellera negra con detalles morados.

—¡Oye, T/N! ¿Qué hiciste...?— Se detuvo, mirando a su alrededor con asombro, —Woah.—

—Je. Sí.— Dijo T/N mirándola nerviosamente. Ella le dedicó una gran sonrisa y se levantó.

—Se ve genial el lugar, T/N.— Comentó Paulina cruzando las piernas, —Entonces, ¿de qué querías hablar conmigo?—

T/N tomó otro suspiro tembloroso y se levantó, levantándola con él. Se secó las manos en las piernas una vez más antes de arrodillarse lentamente.

—Paulina. Te he amado toda mi vida, eres mi mejor amigo y eres la única persona con la que puedo contar pase lo que pase.— Hizo una pausa, sacó una pequeña caja aterciopelada, la abrió para revelar un hermoso anillo de plata, salpicado de diamantes. 

La mandíbula de Paulina cayó mientras se tapaba la boca con sorpresa.

—Sé que somos jóvenes pero...¿Te casarías conmigo?— Finalizó T/N, levantando la vista para ver su reacción. Ella asintió rápidamente, se arrojó hacia él y le rodeó el cuello con los brazos.

—¡Sí!— Gritó, plantándole un beso en los labios.

One-Shots (Pau Villarreal)Where stories live. Discover now