Solitario (+16)

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T/N se encontraba al borde de la calle, mirando la escandalosa ciudad. Observaba los autos moviéndose en sus propias direcciones y a las personas caminando sin descanso. T/N había estado mirando la calle durante un par de horas. Había pensado en lanzarse frente a un auto, pero ignoró la idea.

T/N sacó su teléfono y vio un mensaje de Paulina que decía: —Hey T/N. ¿Cómo has estado? Estoy en un hotel en la ciudad donde vives y me preguntaba si podríamos vernos.—

T/N respondió rápidamente: —Claro, podemos encontrarnos en el parque viejo donde solíamos tocar en algunas presentaciones. Encuéntrame allí. Nos vemos.—

T/N luego comenzó a caminar hacia su casa.

T/N se envolvió los brazos con vendas, quejándose de dolor de vez en cuando. Se había lastimado con una cuchilla antes de cambiarse de ropa para encontrarse con Paulina, su amiga desde la adolescencia. Odiaba hacerlo, pero seguía haciéndolo. Ya era casi como una segunda naturaleza para él. Después de vendarse los brazos, se cambió de ropa rápidamente, se arregló y comenzó a caminar hacia el lugar de la cita.

—¡T/N!— Gritó Paulina mientras corría y lo abrazaba.

—¡Hey, Pau!— Respondió T/N mientras la abrazaba, aunque en silencio se quejó por el dolor. Se había cortado demasiado profundo esta vez.

—¡Dios mío! ¿Cuánto tiempo ha pasado?— Preguntó Paulina mientras soltaba a su amigo.

—Unos meses, más o menos.— Respondió T/N, mientras se rascaba el brazo izquierdo, tratando de evitar el picor causado por sus cortes.

—¡Se sintió como un año!— Exclamó Paulina mientras ambos comenzaban a caminar.

T/N le habló sobre su música y cómo una de sus canciones había alcanzado 500,000 reproducciones, mientras Paulina también compartía cómo iba su carrera musical. T/N no podía evitar sonreír al escucharla hablar.

Después de llegar a la nueva casa de T/N, Paulina miró a su alrededor y dijo: —¡Wow! ¡Tienes una casa encantadora!—

T/N vio que había dejado la cuchilla con la que se había cortado antes y rápidamente la tiró a la basura mientras decía: —No es mucho, pero me encanta.—

Paulina podía oler algo metálico en T/N, pero decidió no entrometerse en algo que él probablemente no quería hablar, aunque ahora comenzaba a sentirse preocupada.

Después de comer y seguir conversando, T/N recogió ambos platos. Antes de que fuera al fregadero, los ojos de Paulina se abrieron al ver que ambos brazos de T/N estaban envueltos en vendas. Sin embargo, T/N no se dio cuenta de lo que ella había visto y puso los platos en el fregadero.

—¿Qué te pasó?— Preguntó Paulina, y T/N se dio cuenta de que ella había visto sus brazos vendados.

—No es nada...— Dijo T/N, tratando de evitar hablar del tema.

—Por favor, no me mientas, T/N. Solo dime qué pasó.— Insistió Paulina, mirándolo.

T/N tomó una respiración profunda y desvendó su brazo izquierdo. Paulina se quedó boquiabierta al ver que el brazo de T/N estaba lleno de cortes, algunos de ellos profundos.

—Yo me hice esto.— dijo T/N, mirando al suelo y pensando para sí mismo: —"Mierda... ahora sabe que me hago daño."—

Paulina se levantó de su asiento, se acercó a T/N y lo abrazó. T/N estaba sorprendido, por decir lo menos.

Después de volver a vendar ambos brazos, esta vez mejor, Paulina lo miró y dijo: —¿Cuánto tiempo llevas sintiéndote así?—

T/N guardó silencio por un minuto hasta que respondió: —Desde antes de que fuéramos amigos, desde que...ya sabes...hui de casa. He sido un solitario por tanto tiempo y una de mis formas de sobrellevarlo era hacerme daño a mí mismo e incluso... incluso pensar en cómo moriría.—

Paulina estaba impactada. Se sintió avergonzada por no haber notado nada de esto cuando se hicieron amigos. —Lo siento.— Dijo T/N mientras miraba a Paulina.

—Soy un completo perdedor.— Añadió T/N, lo que hizo que Paulina se sintiera aún más apenada.

En un abrir y cerrar de ojos, Paulina lo besó en los labios. T/N quedó atónito. Después de un beso que duró unos 30 segundos, Paulina se retiró y colocó sus manos en las mejillas de T/N. —No eres un perdedor, nunca lo fuiste. Te amaba por la forma en que me hacías sonreír y cómo me hacías reír.— Explicó Paulina mientras T/N la escuchaba. —Durante mis días de giras y grabando discos, pensaba en ti. Siempre estuviste ahí para mí, pero yo no estuve para ti.— Continuó Paulina explicando.

Paulina abrazó a T/N mientras le decía: —Te amo, T/N.—

T/N, aún sorprendido, la abrazó de vuelta y le respondió...

—Yo también te amo, Pau.—


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Algo exprés para no dejar tanto tiempo abandonado este libro. 

No es el mejor One-Shot que he hecho, pero esta mini idea venía rondando mi cabeza por un buen rato.

Ayuda, bloqueo creativo atacando (otra vez).

One-Shots (Pau Villarreal)Where stories live. Discover now